Japón es un gran modelo para evaluar los impactos del envejecimiento de la población. Un aspecto interesante del país es el creciente número de personas mayores que viven solas. Ante esto, un reciente informe publicado en The Japan Times analizó la influencia de la soledad en los hábitos alimentarios de los japoneses.[1]
Cambio de dieta
Los hábitos alimentarios japoneses se citan a menudo como un factor relacionado con la mayor esperanza de vida del país. Las comidas, conocidas como washoku, se componen típicamente de arroz, mariscos y pescado, así como de alimentos de origen vegetal, encurtidos y fermentados; son ricas en proteínas y nutrientes y bajas en carbohidratos y calorías. Sin embargo, preparar estos platos no es sencillo y puede llevar mucho tiempo, lo que dificulta la rutina de las personas mayores que viven solas.
Una persona mayor solitaria puede perder la motivación o no tener energía para preparar sus propias comidas, por ello cada vez es más habitual que las personas mayores opten por alimentos procesados en porciones más pequeñas, sin comprometer su nutrición.
Actualmente, Japón tiene un mercado creciente de consumidores mayores, solitarios y que comen menos. Por ejemplo, las pizzas grandes compartidas experimentaron una reducción de consumo, por eso la cadena de reparto de pizzas más grande de Japón ha lanzado un paquete de comida que permite pedir una pizza pequeña con dos guarniciones a un precio razonable. Al mismo tiempo, se ha incrementado la oferta de productos nutricionalmente equilibrados y fáciles de preparar para quienes no tienen tiempo ni energía para cocinar. Además, los supermercados móviles realizan entregas a domicilio para atender a quienes tienen limitaciones. Muchos de los involucrados en estas entregas participan en programas de apoyo comunitario.
El problema es la soledad
Desde 2009, la Osaka University, en Osaka, Japón, lleva a cabo una investigación sobre los hábitos alimentarios solitarios entre los residentes mayores de la ciudad de Tosa, en las montañas de la prefectura de Kochi.
Los resultados reportan que aproximadamente 33% de los 856 individuos de 65 años y más que participaron en el estudio comían solos durante más de la mitad de la semana, e incluso entre los que vivían con sus familias, 20% comía solo. En general, las personas mayores que comen solas tienen una ingesta dietética menos diversa, peor salud psicológica, mayor riesgo de desnutrición y tendencias depresivas.
Implicaciones
Las comidas son momentos importantes de socialización entre familiares o amigos. Estos momentos compartidos aportan alegría, satisfacen la nostalgia y alivian la tensión. La experiencia de la población japonesa es didáctica, ya que enfatiza la relevancia de combatir la soledad, especialmente para las personas mayores. En un intento por combatir el problema, investigadores japoneses crearon un grupo de chat con voluntarios, investigadores, un trabajador social y cinco residentes de Tosa de entre 64 y 85 años. Se indicó a los participantes que usaran teléfonos inteligentes y se les animó a compartir fotografías y mensajes relacionados con sus comidas. Los resultados fueron alentadores.
El mensaje que queda, en mi opinión, es la necesidad de incluir la lucha contra la soledad y el aislamiento social en los programas de prevención y combate de las enfermedades. ¡Volveré pronto a este tema!
Este contenido fue publicado originalmente en la edición en portugués de Medscape.
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CRÉDITOS
Imagen principal: Dreamstime
Medscape © 2023
Citar este artículo: El impacto de la soledad en la dieta de las personas mayores en Japón - Medscape - 3 de nov de 2023.
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