COMENTARIO

Algunos cambios por venir en el manejo de los síntomas vasomotores de la menopausia

Dr. José Gotés Palazuelos

Conflictos de interés

15 de noviembre de 2023

El texto ha sido editado para su mejor comprensión.

Hola, buen día, soy el Dr. José Gotés, grabando para Medscape en español.

Se estima que antes y después de la menopausia, entre 70% y 80% de las mujeres presentarán algún tipo de síntoma vasomotor. Asimismo, se calcula que un cuarto de aquellas con síntomas vasomotores padece una sintomatología muy molesta que afecta su día a día y que puede ser muy duradera, incluso por varios años.

Síntomas vasomotores de la menopausia, sudoración, despertares nocturnos, insomnio, cansancio, resequedad vaginal, dispareunia o disuria son algunos de muchos síntomas que se asocian a la menopausia y que sin duda impactan a quien los presenta.

Por años la terapia de reemplazo hormonal con estrógenos en monoterapia o en combinación con progesterona ha sido el tratamiento base para mujeres con síntomas vasomotores moderados e intensos asociados a la menopausia y que además sean candidatas a recibirla; es muy efectiva para la resolución de los síntomas vasomotores de la menopausia y genitourinarios, además de que los estudios muestran que genera una mejora de la calidad de vida en las mujeres en menopausia sintomática.

Es claro que si la terapia de reemplazo hormonal se usa en mujeres menores de 60 años y que se encuentren en menos de diez años del inicio de la menopausia los beneficios superan a los riesgos asociados al tratamiento y, por tanto, puede ser considerada como una primera línea de manejo para los síntomas menopáusicos.

Sin embargo, existen mujeres que por sus condiciones clínicas no son candidatas a recibir la terapia, como aquellas con cáncer de mama con receptores positivos para estrógeno, con evento agudo de tromboembolia pulmonar o trombosis venosa profunda, con trombofilia activa, con cuadros de afección hepática, como hepatitis, migraña con aura no controlada o quienes tienen antecedentes donde su uso debe tener mucha precaución, como aquellas con eventos previos de infarto de miocardio o evento vascular cerebral isquémico o pacientes que no quieran usar la terapia.

En todos los casos anteriores es claro que si las pacientes presentan sintomatología moderada a intensa es conveniente tener alternativas terapéuticas. En este sentido, las opciones incluyen tanto terapia farmacológica como tratamientos no farmacológicos, como cambios en el estilo de vida o alimentación, actividad física, terapia cognitiva-conductual y técnicas de relajación, entre otras, cuya eficacia es variable de persona a persona, pero que sin duda pueden dar alivio en algunos casos.

Dentro de las opciones todas contienen fármacos "reprogramados", es decir, que poseen otra indicación y se usan porque han tenido cierto beneficio, como los inhibidores de la recaptura de serotonina y serotonina-norepinefrina. Dentro de estos, paroxetina, citalopram, escitalopram, venlafaxina o duloxetina han sido probados en diferentes estudios y poseen una eficacia muy variable con rango de 25% a 60% en reducción de la frecuencia e intensidad de los bochornos.

Los gabapentinoides, como gabapentina o pregabalina, también se han usado en este contexto, pero su eficacia es muy variable, con media que ronda 50%. Como vemos, existe una necesidad para generar fármacos específicos para el manejo no hormonal de los síntomas vasopresores de la menopausia.

Hace unos meses comenté sobre una molécula innovadora, fezolinetant, un antagonista selectivo del receptor de neurocinina B-3 en el sistema nervioso central. Si bien el mecanismo de acción no es totalmente claro, el fármaco parece bloquear una vía de señalización de neurocinina B exacerbada por el hipoestrogenismo de la menopausia que incrementa los  síntomas vasomotores de la menopausia en el centro regulador hipotalámico de la temperatura. Los estudios de fase 3 con fezolinetant en dosis de 30 a 45 mg al día han mostrado una eficacia superior a 50% en la disminución de la frecuencia e intensidad de los síntomas vasomotores de la menopausia en pacientes con episodios de intensidad moderada a grave.

De manera interesante, los efectos se produjeron de forma rápida, en alrededor de una semana del inicio y se mantuvieron en un periodo de un año de tratamiento. En general ambas dosis del fármaco fueron bien toleradas y no se encontraron señales preocupantes de seguridad. Por estos trabajos, fezolinetant fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos para el manejo de los síntomas vasomotores moderados a graves asociados a la menopausia y ha recibido una recomendación positiva para su aprobación en Europa.

Este es un desarrollo interesante, dado que se trata de un fármaco que afecta una vía fisiopatogénica específica relacionada a los síntomas vasomotores de la menopausia. Su eficacia parece estar a la par con otros fármacos, pero podría dar resultados más consistentes y al parecer este sería el primer fármaco de una clase terapéutica que podría generar un alto impacto en el tratamiento no hormonal de los síntomas vasomotores de la menopausia, situación que es una buena noticia.

Espero esto les haya sido de interés, soy el Dr. José Gotés, para Medscape en español.

El Dr. José Gotés Palazuelos es médico cirujano por la Universidad Juárez del Estado de Durango, campus Gómez Palacio. Realizó la residencia de Medicina Interna y Endocrinología en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, en la ciudad de México. Terminó la maestría en farmacología y terapéutica por la Universidad de Manitoba, en Canadá. Actualmente es médico adscrito a la Dirección Médica del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. Es miembro de la Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología, y de la American Association of Clinical Endocrinologists (AACE).

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