Hola a todos y todas, bienvenidos y bienvenidas. Soy el Dr. José Javier Mendoza Velásquez, especialista en psiquiatría, para Medscape en español.
Hoy vamos a dar continuidad a un importante tema: el alcoholismo.
La Organización Mundial instauró el 15 de noviembre como el Día Mundial sin Alcohol, con la finalidad es concientizar a las personas sobre los efectos negativos que ocasiona el alcohol, de manera particular en poblaciones que usualmente tienen más riesgo, como los adolescentes; igualmente se intenta fomentar las actividades que puedan proteger a estas poblaciones de desarrollar problemas relacionados con el consumo de alcohol.
Es importante identificar que existe una diferencia clara entre situaciones directamente relacionadas con el alcohol (intoxicación o abstinencia) y aquellas que pudieran de alguna manera indirecta estar relacionadas con el alcohol (efectos sobre otras condiciones y afecciones médicas).
Por tanto, en el proceso de evaluación de nuestros pacientes, cuando llega una persona a solicitar apoyo relacionado con el consumo de alcohol, es relevante identificar la demanda terapéutica. Es muy probable que identifiquemos que muchos pacientes que acuden por primera vez (la mayoría de las personas, en realidad) tienen una queja o una demanda terapéutica no relacionada con alcoholismo.
En la consulta usualmente nos encontramos con situaciones que incluyen síntomas de tristeza, de ansiedad, síntomas que de inicio no parecieran problemas ocasionados por el consumo de alcohol. Es por eso que algunas escuelas, como la colombiana o el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) de Estados Unidos, buscan darnos algunas herramientas para poder identificar estos puntos.
Antes que nada, el primer paso consiste en tener presente que el alcoholismo es frecuente en todas las poblaciones y en todas las edades. Es una situación que debemos tener clara para poder pensar que el alcohol puede ser una de las causas de los síntomas de la enfermedad mental.
Cuando una persona llega con una de las quejas que mencionamos, el primer paso es identificar si la queja de la persona de alguna manera está relacionada con algún otro factor, como enfermedades o consumo de sustancias y no considerar el cierre prematuro a la psicopatología como primaria.
Cuando una persona solicita ayuda con problemas relacionados a la salud mental siempre debemos preguntar si está consumiendo sustancias, particularmente alcohol y si lo hace, determinar el nivel de consumo para valorar su relación con los síntomas. En muchas ocasiones los pacientes no comentan el consumo, por lo que es importante interrogar a familiares o amigos sobre este o las posibles consecuencias que haya tenido, que el paciente no considere relevantes.
Hay que preguntar directamente. Hablar sobre situaciones que previamente le hayan llevado el consumo de alcohol en todos los niveles de atención, ya que esto también debe diagnosticarse desde el primer nivel de atención o con otras áreas, particularmente cuando se presenta un síntoma, pero si este no tiene ninguna evidencia física de origen debemos considerar el historial de consumo.
Otro punto importante es cuando a través de pruebas de laboratorio (p. ej., química sanguínea en forma indirecta o exámenes toxicológicos de forma directa) identificamos algún resultado que orienta al consumo de alcohol.
Todas estas herramientas nos pueden indicar que el paciente ha estado consumiendo alcohol.
El siguiente paso es identificar si las causas están directamente relacionadas con el alcohol, como la abstinencia o la supresión o si son secundarias.
1. Cuando están relacionadas al alcohol de manera directa, como la abstinencia o la supresión, requerimos tratamientos basados principalmente en el soporte. Es importante que en cada ocasión dediquemos tiempo a trabajar, brindar herramientas de prevención y disminuir la posibilidad de recaída ante una nueva situación como la descrita.
2. Existe otro punto que vale la pena cuestionar: cuando en los diagnósticos dobles o múltiples identificamos síntomas independientes, dentro de los cuales los más frecuentes son la depresión, la ansiedad y muchos otros de diversas causas, entre los que se encuentran trastornos específicos, como los obsesivo-compulsivos.
Les comparto algunos datos de temáticas sobre algoritmos para evaluar el alcoholismo, que en los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos se han desarrollado para el consumo de alcohol y a continuacuón se presenta un abordaje general para proporcionar atención al paciente.
Demanda terapéutica: "¡Auxilio! Me siento triste/ansioso/en problemas. 1. Considere la participación del alcohol en el problema: a. Tamizaje para problemas relacionados con el alcohol. b. Interrogatorio indirecto (familiares/amigos). c. Revisar historial médico. d. Evidencia del consumo en el examen físico. e. Exámenes de laboratorio. 2. ¿Existe un síndrome psiquiátrico? a. Solo síntomas. i. Soporte. ii. Medidas terapéuticas. iii. Vigilancia b. Síndromes: distinguir si son inducidos por el alcohol o independentes. i. Inducidos por el alcohol. 1. Abstinencia. 2. Supresión. 3. Prevención de recaída. ii. Independientes/comórbidos. 1. Tratamiento de ambas condiciones. 3. Seguimiento. |
Fuente: Adaptado de Arthenelli, 1997[1]
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CRÉDITO
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Citar este artículo: Abordaje de los trastornos relacionados al consumo de alcohol - Medscape - 6 de nov de 2023.
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