COMENTARIO

La salud en los desastres naturales

El blog de la salubrista

Dra. Sonia López Álvarez

Conflictos de interés

14 de noviembre de 2023

Los desastres naturales incluyen una variedad de eventos, como temblores, huracanes, inundaciones, incendios, calor y frío extremos, y erupción de volcanes, entre otros, ocasionando pérdidas millonarias en la economía y la infraestructura y, desgraciadamente, también pérdidas humanas.

México no es la excepción en cuanto a estos eventos. La temporada de huracanes comenzó el 1 de junio y terminará aproximadamente el 30 de noviembre, al menos eso esperamos después de la destrucción que ocasionó el huracán Otis.

En este pequeño artículo quiero enfocarme en los huracanes y la forma en que su paso deja destrucción y caos, no solo a nivel infraestructura, sino en todo lo que implica un huracán en cuanto a la salud de la población.

Los huracanes provocan destrucción y colapso de infraestructura causando lesiones, trauma y ahogamiento, además de un efecto negativo en la salud mental de los afectados y riesgo de aparición o aumento de enfermedades transmitidas por vector; en el caso de Acapulco, dengue y enfermedades trasmitidas por agua contaminada, como diarrea y cólera, entre otras, sin dejar de lado el daño a los servicios de salud.

Antes, durante o después de un desastre, las acciones de salud pública van enfocadas a la atención integral para mitigar daños y riesgos a la salud de la población ante brotes y enfermedades tanto emergentes como reemergentes. Todas estas acciones se engloban en vigilancia epidemiológica, saneamiento y control de riesgos sanitarios, promoción de la salud, vacunación, control de vectores y acciones de laboratorio.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda tener un plan nacional de manejo de emergencias de salud, un plan de preparación y respuesta ante múltiples amenazas para la salud, equipos multidisciplinarios de respuesta de salud identificados y capacitados, además de materiales, guías y procedimientos normalizados de trabajo.

En salud, en México tenemos un Programa de Urgencias Epidemiológicas y Desastres que se aloja en la Dirección de Urgencias Epidemiológicas y Desastres del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (CENAPRECE), dirección que tiene un Programa de Acción Específico de Emergencias en Salud que contiene diferentes objetivos, estrategias y acciones puntuales para la respuesta ante desastres naturales.

Los riesgos específicos para la salud pasado el desastre natural son las enfermedades transmitidas por vector por la acumulación de agua; en México la principal es el dengue, el cual es endémico. Hasta la semana 43 del año los casos confirmados son 40.145, distribuidos en todo el país. El problema del dengue y los huracanes consiste en la acumulación de agua, que facilita la reproducción de los mosquitos; por otro lado tenemos las acciones de fumigación y control del vector, que dejan de realizarse por lo menos en las primeras semanas después del huracán, pero que son muy importantes para evitar los criaderos y la reproducción del mosquito. Actualmente en Guerrero se tienen 1.855 casos confirmados.

Asimismo, tenemos las enfermedades transmisibles en piel, problemas oculares, diarreas asociadas al agua contaminada, resfriados, enfermedades respiratorias, heridas (que podrían infectarse) y leptospirosis (enfermedad bacteriana que puede causar enfermedades graves, como insuficiencia renal o hepática, meningitis, dificultad para respirar y sangrado), las cuales pueden estar relacionadas al agua contaminada, a la falta de agua o a su disponibilidad, que es insegura para utilizar.

Para evitar la acumulación del agua se recomienda secado y limpieza de objetos, lavado frecuente de manos y uso de alcohol gel. Una parte muy importante de la salud es la salud mental; después de un desastre es normal sufrir insomnio, estrés, ansiedad, enojo, hiperactividad, tristeza, letargia o apatía para realizar actividades, afecciones que posiblemente desaparecerán con el tiempo. Si no desaparecen o se intensifican es necesario acudir con un especialista de la salud mental para recibir apoyo.

Querido lector, mil palabras no me alcanzan para mencionar lo que implica el riesgo de los desastres naturales en la salud pública, pero deseo resaltar la relevancia de que todos los países cuenten con la preparación para atender un desastre.

La Dra. Sonia López Álvarez es especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Actualmente es directora general de PanAmerican Clinical Research Cuernavaca y profesora de Salud Pública en la Facultad de Ciencias de la Salud en la Universidad Autónoma de Tlaxcala y la Universidad Latinoamericana Campus Cuernavaca.

Contenido relacionado

Comentario

3090D553-9492-4563-8681-AD288FA52ACE
Los comentarios están sujetos a moderación. Por favor, consulte los Términos de Uso del foro

procesando....