COMENTARIO

¿Cómo hablar de salud mental?

Dr. José J. Mendoza Velásquez

Conflictos de interés

25 de septiembre de 2023

Hola a todos y todas, bienvenidos y bienvenidas. Soy el Dr. José Javier Mendoza Velásquez, desde la Ciudad de México, para Medscape en español y hoy vamos a seguir hablando de salud mental desde los enfoques multidisciplinarios.

Hoy quiero tocar un punto que aunque es importante, a veces nos cuesta trabajo cuando hablamos de salud mental y dialogamos con otras profesiones, lo que significa que no estamos preparados para hablar sobre salud mental. Desde no saber qué preguntas sobre salud mental hacer hasta esperar encontrar de manera inicial el trastorno psiquiátrico y encontrarnos con una variedad de síntomas que no podemos identificar.

Hay maneras distintas para hablar sobre salud mental.

Quienes nos dedicamos a trabajar sobre la salud mental fuimos tomando diferentes formas y aprendiendo varias técnicas para encontrar mayor facilidad dentro de la comunicación de las situaciones que pueden ser difíciles, la mayoría de estas relacionadas principalmente con la calidad de la comunicación. Con esto quisiera referirme a los aspectos para mejorarla.

  1. Asegurar la privacidad: en primer lugar, dentro del proceso de trabajo en el área médica muchas veces nos encontramos en lugares que no nos permiten hablar fácilmente de situaciones emocionales y contemplamos estos puntos o identificamos algún punto que es importante desde el contexto emocional para los pacientes o para las personas que acuden buscando nuestra ayuda, por lo que un punto importante es ofrecer privacidad. En estos procesos es relevante considerar que si hallamos algún síntoma, como tristeza, cambio en el estado de ánimo o llanto, hay que ofrecer privacidad. Esto puede ser una forma importante para obtener mayor información. De ser posible, dar tiempo por separado al informante, sin excluir al paciente. Muchas veces a los pacientes los acompañan personas y es importante dividir la atención a la información que nos pueden brindar tanto cuidadores como familiares, desde la pediatría, en donde la madre nos da toda la información hasta el caso de los adultos mayores, donde el tutor o el cuidador termina siendo nuestro principal informante. Considerar la privacidad en todo momento. Para esto, expresarnos en palabras sencillas como: Quisiera hablar un poco de esto, Quisiera que tomáramos un tiempo a solas para hablar de esto, Me gustaría hablar de este tema más a fondo, quisiera que lo habláramos con menos personas, Me gustaría hacerle algunas preguntas a su familiar sobre este tema, ¿me permitiría?, pueden ser buen inicio y este tiempo de privacidad tendrá que ser culturalmente apropiado, por lo que estar acompañado de otro personal profesional nos puede asegurar la confianza.

  2. Contacto visual: otro punto importante es conservar el contacto visual. A lo largo del tiempo y en el contexto de la medicina en general, la salud ha ido cambiando. A través de muchos años el hecho de tener procesos administrativos complejos y una gran cantidad de lleva a perder el contacto visual con los pacientes. Ante una expresión emocional, responder con otra será una herramienta poderosa para demostrar la empatía: "Puedo ver que esto le causa emociones".

  3. Confidencialidad: igual es importante hacer clara la confidencialidad. Identificar expresamente los procesos de confidencialidad permite a las personas hablar mucho y más claramente de las cosas.

  4. Hablar en forma más sencilla: es importante mantener la conversación en el nivel en donde nuestros pacientes se sientan más cómodos.

  5. Atención a poblaciones especiales: cuando hablamos con niños o con personas adultas mayores debemos tratar de ser lo más claros posible. Los niños necesitan poder expresar lo que están sintiendo y tenemos que dar a los menores de edad la posibilidad de expresarse de la forma en la que manifiestan su malestar, independientemente de que en un inicio no podamos identificar lo que estábamos buscando, como observar irritabilidad, culpa o respuestas como: "Ni siquiera quería venir aquí". Sin embargo, esto nos irá indicando los caminos para poder llevar un interrogatorio que sea valioso en obtener información en la salud mental. Con los adultos mayores muchas veces pertenecemos a esta diferencia generacional en la que no estamos acostumbrados a hablar de salud mental y tenemos que trabajar poco a poco para hacerlo, porque una cuestión es clara: cuando la persona empieza hablar de salud mental se abre una puerta que si uno como servidor decide cerrar, probablemente el paciente no quiera volver a abrir en un sistema de salud.

  6. Atender el lenguaje no verbal: esto es muy importante. Creo que es muy funcional ser consciente de lo que hacemos. A lo largo de esta pandemia hemos aprendido mucho en el aspecto de estarnos viendo, cómo es nuestro lenguaje verbal y no verbal, nuestros gestos y si vemos a la cámara o si movemos las manos. Estar en línea de alguna manera nos ha hecho más conscientes de lo importante de esta nueva herramienta de comunicación en el proceso de identificación.

  7. Practicar la empatía: otro punto importante que no quiero dejar de mencionar es la empatía. Es la comunicación desde mi persona hacia la persona que está frente a mí; cuando contactamos desde nuestra persona al otro, es muy probable que no veamos a la enfermedad como como un objeto a quitar, sino como algo que está afectando la vida de la persona que está frente a mí, como lo haría si esa enfermedad la padeciera yo.

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