Los pacientes bajo tratamiento con glucocorticoesteroides a largo plazo en dosis bajas para la artritis reumatoide durante 2 años tuvieron un aumento de peso relativo muy ligero, pero ningún aumento relativo de la presión arterial, en comparación con los pacientes sin este tratamiento, según las conclusiones de un estudio combinado de ensayos aleatorizados y controlados.[1]
"Este análisis conjunto de cinco ensayos aleatorizados y controlados en artritis reumatoide reveló que 2 años de tratamiento con dosis bajas de glucocorticoesteroides [7,5 mg/día o menos] conduce a un ligero aumento de peso de aproximadamente 1 kg, pero no tiene ningún efecto sobre la presión arterial", afirmaron el autor principal del estudio Dr. Andriko Palmowski, médico e investigador en reumatología e inmunología clínica de la Charité-Universitätsmedizin de Berlín, y sus colaboradores en el ensayo publicado en Annals of Internal Medicine.[1]

Dra. Leslie Crofford
"Muchos médicos temen utilizar incluso dosis bajas de glucocorticoesteroides debido a los efectos adversos que conlleva su uso a largo plazo en dosis más altas", señaló la Dra. Leslie J. Crofford, profesora de medicina, patología, microbiología e inmunología, y directora de la división de reumatología e inmunología de la Vanderbilt University, en Nashville, Estados Unidos.
"De hecho, el uso a largo plazo de incluso estas dosis bajas aumenta el riesgo de muchos efectos adversos importantes, como la osteoporosis y las cataratas en cohortes de observación", añadió la Dra. Crofford, que no participó en el estudio.
Los estudios se combinaron para obtener resultados más sólidos
Los estudios observacionales son propensos a tener factores de confusión y los ensayos aleatorizados y controlados en la literatura han sido pequeños, lo que resulta en una baja potencia estadística, explicaron los autores.
Para superar estas limitaciones, el Dr. Palmowski y sus colaboradores combinaron los datos de participantes individuales de cinco ensayos aleatorizados y controlados de tratamiento con glucocorticoesteroides para la artritis reumatoide en 12 países de Europa. Los 1.112 participantes padecían artritis reumatoide temprana y establecida, tenían una edad promedio de 61,4 años y 68% eran mujeres. El ensayo GLORIA, un ensayo aleatorizado y controlado que aportó alrededor de 40% de la población total del estudio, "incluyó explícitamente a pacientes de edad avanzada y con multimorbilidad que suelen quedar excluidos de los ensayos sobre artritis reumatoide", resaltaron los autores.[2]
Los participantes en el grupo de intervención utilizaron dosis bajas de glucocorticoesteroides (equivalente de prednisona: ≤ 7,5 mg/día; 3 ensayos utilizaron una dosis de 5 mg de equivalente de prednisona al día) y los pacientes de los grupos de control utilizaron placebo, fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad o ambos. Los investigadores compararon el cambio en el peso corporal y la presión arterial media en el transcurso de dos años entre los grupos.
A los dos años, ambos grupos aumentaron de peso, pero los participantes que utilizaron glucocorticoesteroides aumentaron un promedio de 1,1 kg (p < 0,001) más que los controles. La presión arterial media aumentó alrededor de 2 mm Hg en ambos grupos, con una diferencia de -0,4 mm Hg entre estos (p = 0,187).
El Dr. Daniel G. Arkfeld, profesor de medicina clínica en la División de Reumatología de la University of Southern California, en Los Ángeles, Estados Unidos, lo consideró "un análisis fascinante" y calificó de importante el que no hubiera cambios en la presión arterial.
"Los esteroides se utilizan menos en la artritis reumatoide debido a los efectos secundarios percibidos. Sin embargo, muchos pacientes tienen sinovitis persistente y necesitan esteroides para poder trabajar y realizar otras actividades", dijo el Dr. Arkfeld, que tampoco participó en el estudio. "Los antiinflamatorios no esteroideos son más problemáticos, ya que hasta 10% de ellos elevan la presión arterial. ¿Deberíamos utilizar más esteroides y menos antiinflamatorios no esteroideos?".
Al Dr. Arkfeld también le preocupaba que el pequeño aumento de peso a los dos años pudiera llegar a ser importante con el tiempo.
La Dra. Kim Marie Huffman, Ph. D., profesora asociada de medicina en la Duke University, en Durham, N.C., estuvo de acuerdo.
"Más investigaciones y periodos más largos —o más cortos— podrían haber mostrado hallazgos adicionales", afirmó la Dra. Huffman, que tampoco participó en el estudio. "Hay que tratar de reducir al mínimo el uso de prednisona a largo plazo para minimizar el impacto en el aumento de peso y las consecuencias resultantes".
Puntos fuertes, puntos débiles y reflexiones sobre futuras investigaciones
"Agrupar ensayos puede ser complicado, pero estos investigadores utilizaron datos a nivel individual, lo que aumenta el rigor de los análisis", reconoció la Dra. Crofford. "Había diferencias en las poblaciones de pacientes y con las dosis de glucocorticoesteroides y las vías de administración. El hecho de que los pacientes de cada uno de los estudios fueran aleatorizados es muy importante para determinar si los resultados pueden atribuirse a los fármacos o podrían ser el resultado de otras exposiciones".
Al Dr. Arkfeld le gustaría saber si los pacientes con artritis reumatoide temprana o tardía pueden tener resultados diferentes porque eso representaría mecanismos fisiopatológicos distintos.
La Dra. Huffman está interesada en los efectos de las dosis bajas de glucocorticoesteroides sobre la homeostasis de la glucosa, la densidad ósea, las infecciones y otros efectos adversos comunes.
En un editorial acompañante, el Dr. David Fernández, Ph. D., del Hospital for Special Surgery de Nueva York, comentó: "Estos hallazgos proporcionan una evaluación más cuantificable de los posibles efectos adversos del tratamiento con esteroides de la que existía hasta ahora y serán útiles para proveedores y pacientes al momento de decidir sobre los riesgos y beneficios relativos de los glucocorticoesteroides como parte de su plan terapéutico en la artritis reumatoide".
El estudio no recibió financiación específica. Cuatro de los 13 autores del estudio declararon relaciones económicas con empresas farmacéuticas. El Dr. Fernández y todos los expertos externos que comentaron el estudio han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
Este artículo fue publicado originalmente en MDedge.com, parte de la Red Profesional Medscape.
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CRÉDITOS
Imagen principal: Adam88x/Dreamstime
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Citar este artículo: Ligero aumento de peso, sin incremento de la presión arterial con dosis bajas de esteroides para la artritis reumatoide - Medscape - 4 de sep de 2023.
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