Complicaciones durante el embarazo, enfermedades autoinmunes, depresión, cáncer de mama y calcificación arterial mamaria son factores de riesgo emergentes para enfermedades cardiovasculares en la mujer que deben evaluarse y tomarse en cuenta para lograr diagnósticos y tratamientos oportunos, afirmó la Dra. Dipti N. Itchhaporia, cardióloga intervencionista.[1]
Durante la mesa Cardiac care in women: Emerging risk factors, en el marco del CardioAcademic 2023, la expresidenta del American College of Cardiology enfatizó que la equidad de género en la atención de enfermedades cardiovasculares solo se alcanzará cuando los factores de riesgo se evalúen con perspectiva de género y cuando, además, se profundice en factores de riesgo novedosos y no reconocidos, no solamente en los tradicionales.
Aunado a ello, expresó, es completamente necesario educar a las mujeres y a profesionales de la salud de nivel primario sobre los síntomas de las enfermedades cardiacas, para estar alertas y proveer a las pacientes de tratamientos integrales cuando sea necesario. "Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte entre las mujeres, al menos en los Estados Unidos y a nivel mundial el panorama es similar, es por eso que necesitamos aconsejar a nuestras pacientes, ahondar cuando presentan un dolor en el pecho, recordar que el tabaquismo y la obesidad en la mujer representan un riesgo mayor para enfermedad cardiovascular que en un varón. Si tomamos en cuenta estos factores de riesgo realmente haremos una diferencia, con una atención más oportuna y específica", remarcó.
La ponente señaló que en el mundo, las enfermedades cardiovasculares representan 35% de las muertes entre las mujeres y recordó que, de acuerdo con la Comisión de la mujer y enfermedad cardiovascular de The Lancet, las afecciones cardiacas en esta población siguen siendo "poco estudiadas, poco reconocidas, poco diagnosticadas y poco tratadas; además, las mujeres están subrepresentadas en la clínica cardiovascular".[2]
Remarcó lo anterior porque a pesar de que entre 1980 y 1990 la legislación estadounidense exigió la inclusión de mujeres en los ensayos clínicos, entre 2010 y 2017 las mujeres representaron menos de 39% de los participantes en ensayos clínicos cardiovasculares, situación que, a decir de la experta, limita el potencial para desarrollar estrategias y recomendaciones específicas para las enfermedades cardiovasculares que las afectan.
Más allá de los factores de riesgo tradicionales: factores emergentes
En ese sentido, la Dra. Itchhaporia subrayó que por años se han identificado factores de riesgo tradicionales, como que 80% de las mujeres de 75 años o menores tienen hipertensión arterial, que solo 29% lleva un control adecuado de la presión, que aquellas que viven con diabetes tienen 45% más riesgo de padecer cardiopatía isquémica y que la obesidad confiere 64% más de riesgo de desarrollar cardiopatía isquémica en las mujeres frente a 46% en los varones.
Destacó que a estos se suman factores emergentes que deben ser evaluados con atención; por ejemplo, las mujeres que cursan complicaciones en el embarazo, como diabetes gestacional, tienen un riesgo más elevado de cardiopatía isquémica y de diabetes de tipo 2; mientras que con hipertensión y preeclampsia tienen un riesgo tres veces mayor de padecer cardiopatía isquémica.
"Realmente el embarazo puede ser una prueba de estrés importante para el corazón y creo que todos los profesionales de la salud debemos preguntar a una mujer si ha tenido complicaciones relacionadas con el embarazo, y no creo que eso sea algo que hagamos regularmente. En estadísticas sabemos que entre 10% y 20% de las mujeres embarazadas reportan complicaciones adversas durante la gestación y se han demostrado fuertes asociaciones entre hipertensión gestacional [y] preeclampsia".
La Dra. Dipti explicó que otro factor emergente, aunque cada vez más reconocido, es la depresión, estado que a nivel global afecta dos veces más a las mujeres que a los hombres. Ahondó que en las mujeres la depresión es un factor de riesgo importante para el desarrollo de un evento cardiaco adverso mayor o para la combinación de eventos de muerte cardiaca, infarto de miocardio relacionado con la lesión diana y revascularización de la lesión diana a causa de isquemia, sumado a que las mujeres que han experimentado un evento relacionado con el corazón tienen más probabilidades de sufrir depresión que los hombres.
"¿Qué pasa con la depresión? Pues cada vez es más reconocida como un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades coronarias. Si nos fijamos, la depresión conduce a cambios en los hábitos de comportamiento y en los mecanismos fisiológicos; las mujeres que viven con depresión tienen un mayor riesgo de fumar, no hacen tanto ejercicio, tienen tal vez menos cuidado con su higiene, no es probable que cumplan con sus medicamentos, no duermen tan bien y eso las acerca más a padecer una enfermedad cardiaca".
A estos factores se agregan las enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide y el lupus eritematoso sistémico, en donde la proporción entre mujeres y hombres para la artritis reumatoide es de 2,5:1 y para lupus eritematoso sistémico es de 9:1. Detalló que las pacientes con artritis reumatoide tienen entre 2 y 3 veces más riesgo de sufrir un infarto de miocardio y 50% más riesgo de sufrir un ictus. En el caso del lupus sistémico, el riesgo de infarto de miocardio aumenta entre 7 y 50 veces más que en la población general. La ponente advirtió que los sistemas de puntuación del riesgo cardiovascular subestiman la carga de riesgo en pacientes con estas enfermedades.
Finalmente, mencionó el cáncer de mama y la calcificación arterial mamaria como otros factores de riesgo emergentes. Precisó que las mujeres con cáncer de mama tienen más probabilidades de desarrollar hipertensión y diabetes, en comparación con las que nunca han sido diagnosticadas, y que aquellas con hipertensión o diabetes antes del cáncer de mama tienen un doble de riesgo de problemas del corazón después del cáncer.
Añadió que 12.7% de las mujeres sometidas a un cribado de cáncer de mama tienen algún grado de calcificación mamaria; precisó que esta ocurre cuando se acumula calcio en la capa media de la pared arterial de la mama, está relacionada con el envejecimiento, la diabetes de tipo 2 o la hipertensión arterial, y puede ser un marcador de la rigidez de las arterias que refleja una enfermedad cardiovascular.
"Es muy importante tomar en cuenta los datos que sugieren una fuerte asociación entre calcificaciones mamarias y enfermedades cardiovasculares, independientemente de otros factores de riesgo de enfermedad cardiovascular conocidos. Es necesario que mejoremos las pruebas de detección de enfermedades cardiovasculares para las mujeres, que hagamos preguntas específicas y no pasemos por alto estos factores emergentes", acentuó.
Acción para mejorar los desenlaces en la salud de la mujer
Al respecto, la panelista Dra. María Guadalupe Parra Machuca, cardióloga especializada en cardiopatías de la mujer, coincidió en que ha llegado el momento de que desde la clínica se logre hacer eco en las políticas públicas de salud, a fin de que los esfuerzos para diagnosticar y tratar con mayor eficacia las enfermedades cardiovasculares en la mujer pase del discurso a la realidad.
"Nosotros como médicos no podemos permitir que se siga haciendo política pública ajena a nuestras realidades, tenemos que lograr incidir en la toma de decisiones, que todo lo que vemos en el día a día, lo que aprendemos en estos congresos, lo pongamos en práctica, porque de lo contrario todo lo que se habla y todas las acciones para mejorar la atención desde el nivel primario hasta el de alta especialidad para detectar y atender enfermedad cardiovascular en la mujer se quedará meramente en retórica".
El Dr. Víctor Leal, especialista en cardiología clínica, alertó que México no escapa de estos factores emergentes para enfermedad cardiovascular en la mujer, de acuerdo con resultados preliminares de la Encuesta Nacional para la detección de Factores de Riesgo Cardiovascular en la mujer mexicana. Más de la mitad de las mujeres mexicanas tienen factores de riesgo tradicionales, entre los que prevalece la hipertensión, obesidad y diabetes, mientras que otros específicos por sexo los encabezan los trastornos hipertensivos del embarazo.
"No solo es que están aumentando estos factores, sino que el tenerlos incrementa el riesgo de un peor pronóstico que nos deja un panorama muy difícil. Ante ello, lo que nos queda es educar a las pacientes acerca de los factores de riesgo tradicionales, pero también sobre los que no están tan presentes en el radar; tenemos que lograr que las mujeres los vinculen con enfermedad cardiovascular y con la posibilidad de tener desenlaces mucho más adversos, para aumentar nuestra fortaleza en el diagnóstico y tratamiento".
En entrevista con Medscape en español, la Dra. Itchhaporia remarcó que las enfermedades cardiovasculares presentan una cara cambiante para las mujeres, quienes tienen peores resultados a corto y largo plazo que los hombres atribuido a que en la atención inicial no se hacen preguntas específicas al sexo y a que tienen mayores retrasos prehospitalarios.
Señaló que es forzoso crear conciencia no solo en los profesionales de la salud respecto de los factores de riesgo emergentes, sino que mediante campañas de información las mujeres también los tengan en cuenta, y en caso de tener algún factor de riesgo emergente, lo comenten con el médico tratante.
"Tenemos que evaluar los factores de riesgo tradicionales, pero también los novedosos, los poco reconocidos, incluir los antecedentes de embarazo, las complicaciones durante este periodo, educar a las mujeres sobre los síntomas de enfermedades cardiacas como dolor en el pecho, dificultad para respirar, fatiga creciente, asesorar sobre el estilo de vida, la dieta, los niveles de activación física, prestar atención al estrés, a los síntomas de depresión, solo así vamos a avanzar en la concientización de que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte entre las mujeres y en revertir estas tendencias", finalizó.
Los doctores Itchhaporia, Parra y Leal han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
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CRÉDITOS
Imagen principal: Anastasiia Usenko/Dreamstime
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Citar este artículo: Complicaciones en el embarazo, depresión, cáncer de mama y otros, son factores de riesgo para enfermedad cardiovascular en mujeres - Medscape - 4 de sep de 2023.
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