
Dr. Fernando Wyss
SAN JOSÉ, CRI. "Si los cardiólogos tuvieran tan afinada la visión como los dermatólogos, abordar al detalle enfermedades como obesidad y sobrepeso y su relación con la inflamación evitaría mucho más la enfermedad cardiovascular",comentó el Dr. Fernando Wyss, director de la Unidad de Cardiología de Servicios y Tecnología Cardiovascular de Guatemala en su ponencia Luchar contra la obesidad y la inflamación en el riesgo cardiometabólico, durante el último ACC Latin America 2023 junto a la Asociación Costarricense de Cardiología, celebrado en esta ciudad del 10 al 12 de agosto.[1]
El especialista destacó que la obesidad produce una cantidad significativa de efectos sistémicos afectando no solo las estructuras y las funciones cardiacas, sino que tiene un papel importante en el desarrollo de síndrome metabólico, acumulación de lípidos ectópicos (grasa visceral, hepática, pancreática, renal, intramuscular), alteraciones pulmonares, infecciosas, oncológicas, vasculares y por supuesto reacciones inflamatorias con aumento de marcadores como proteína C reactiva, activación de macrófagos en tejido adiposo que al final lleva a desenlaces cardiovasculares, como enfermedad coronaria, falla cardiaca, fibrilación auricular, muerte súbita e incluso trombosis venosa.
El Dr. Wyss recalcó la importancia de hacer un abordaje detallado del paciente sobre factores de riesgo, comorbilidades, características demográficas, tipo de alimentos que consume y práctica de ejercicio, ya que un paciente con obesidad "que no hace ejercicio tiene mayor riesgo de mortalidad".
Asimismo, agregó que para entender la relación obesidad-inflamación en la enfermedad cardiovascular es necesario recordar que el signo más significativo es la disfunción del endotelio, que desencadena una serie de cambios a nivel celular sobre los leucocitos, produciendo transmigración y adhesión y sobre los grandes protagonistas, los adipocitos, que sufren hiperplasia e hipertrofia, aumento de la captación del líquido intravascular y producción de citoquinas proinflamatorias llevando a la formación de ateromas y de la placa vulnerable, lo que no solo produce lesiones de isquemia, sino cambios estructurales y funcionales del corazón, como dilatación e hipertrofia del ventrículo izquierdo e hipertensión pulmonar disfunción sistólica y diastólica.
Aunque en la actualidad existen algunas terapias para controlar la inflamación, como colchicina, estatinas, canakinumab e inhibidores de la proproteína convertasa subtilisina/kexina de tipo 9 y se avecinan otros tratamientos que modifican el microbioma, como las terapias micro ARN, la gran conclusión del Dr. Wyss es la siguiente: "Es obligatorio generar cambios de estilos de vida (ejercicio), lograr una óptima restricción calórica y mantener un peso adecuado".
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Citar este artículo: El papel de la obesidad y la inflamación en el riesgo cardiometabólico - Medscape - 22 de agosto de 2023.
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