Los pacientes tratados mediante procedimientos de cirugía bariátrica para la obesidad mostraron descensos significativos en el uso de fármacos hipolipemiantes y antidiabéticos hasta 15 años después de la intervención, en comparación con los pacientes con obesidad que no se sometieron a dicho tratamiento. Sin embargo, estos descensos no se extendieron al uso del tratamiento farmacológico cardiovascular.[1]
"En este estudio, someterse a tratamiento quirúrgico bariátrico se asoció con una reducción sustancial y duradera en el uso de fármacos hipolipemiantes y antidiabéticos en comparación con el tratamiento no quirúrgico para la obesidad, mientras que en el caso de los fármacos cardiovasculares esta reducción fue solo transitoria", informaron los autores en una investigación publicada el 24 de mayo en JAMA Surgery.[1]
"Los resultados pueden ayudar en la toma de decisiones informada al considerar la cirugía bariátrica para pacientes con obesidad patológica e informar a los pacientes y profesionales sobre los efectos esperados a largo plazo que conlleva el uso de fármacos para las comorbilidades relacionadas con la obesidad", afirmaron.
El estudio "resalta los beneficios de las bases de datos obligatorias que informan sobre la cirugía bariátrica metabólica, las comorbilidades relacionadas con la obesidad y los fármacos", escribió la Dra. Paulina Salminen en un editorial adjunto.[2]
Sin embargo, entre las principales limitaciones se incluye la falta de datos sobre el peso, lo cual es importante en vista de estudios previos que muestran que una reducción de peso no óptima tras el procedimiento de cirugía bariátrica está relacionada con una mayor incidencia de diabetes de tipo 2, dislipidemia e hipertensión, explicaron la Dra. Salminen, del Departamento de Cirugía Digestiva del Hospital de la Universidad de Turku, en Turku, Finlandia, y sus colaboradores.
Datos suecos y finlandeses sobre obesidad
Cuando se logra una reducción de peso significativa, está bien documentado que la cirugía bariátrica se asocia a mejoras en diversas comorbilidades, la calidad de vida e incluso la esperanza de vida. Entre las principales comorbilidades que mejoran con el tratamiento quirúrgico figuran la hiperlipidemia, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes de tipo 2. Sin embargo, faltan datos sobre la asociación entre la cirugía bariátrica y el uso de fármacos para esas afecciones, sobre todo en comparación con las personas con obesidad que no se someten a procedimientos de cirugía bariátrica.
Para investigarlo, el primer autor, Dr. Joonas H. Kauppila, Ph. D., de Cirugía Gastrointestinal Superior en el Hospital Universitario Karolinska, en Estocolmo, Suecia, y sus colaboradores realizaron un estudio de cohortes basado en la población, en el que evaluaron los datos de 26.396 pacientes que se sometieron a cirugía bariátrica con derivación gástrica o gastrectomía en manga en Suecia, entre 2005 y 2020, o en Finlandia entre 1995 y 2018.
En general, 66,4% de los pacientes era de sexo femenino y su mediana de edad era de 50 años.
Se les comparó con un número de controles homólogos cinco veces mayor con diagnóstico de obesidad sin tratamiento mediante cirugía bariátrica; procedían de las mismas bases de datos de población, lo que representaba un total de 131.980 pacientes equiparados por edad, país, sexo, año natural y uso de fármacos.
En cuanto al tratamiento farmacológico hipolipemiante, las tasas de uso tras cirugía bariátrica disminuyeron de 20,3% inicial a 12,9% a los 2 años y repuntaron un poco hasta 17,6% a los 15 años. En comparación, en el grupo sin tratamiento quirúrgico, el uso inicial de hipolipemiantes de 21,0% aumentó a 44,6% a los 15 años, más del doble que en el grupo de asignado a cirugía bariátrica en el mismo periodo.
De los pacientes del grupo asignado a cirugía bariátrica, 27,7% se encontraba con tratamiento antidiabético al inicio del estudio, con un descenso a 10,0% a los 2 años, seguido de un aumento a 23,5% a los 15 años. En el grupo no asignado a cirugía bariátrica, la tasa de uso de tratamiento farmcológico antidiabético aumentó de forma constante desde 27,7% al inicio, hasta 54,2% a los 15 años, lo que de nuevo, a los 15 años, fue casi el doble de la tasa de uso de los fármacos antidiabéticos en el grupo asignado a cirugía bariátrica.
Mientras tanto, 60,2% de los pacientes asignados al tratamiento quirúrgico bariátrico utilizaban tratamiento farmacológico cardiovascular al inicio del estudio, porcentaje que disminuía a 43,2% a los 2 años y aumentaba a 74,6% a los 15 años. En los pacientes no asignados a la intervención bariátrica, el uso de fármacos cardiovasculares aumentó de 54,4% al inicio a 83,3% a los 15 años.
¿Causas?
En cuanto a la causa de la falta de disminución del uso de fármacos cardiovasculares frente a otros fármacos en los pacientes operados, los autores conjeturaron que el efecto "puede estar relacionado con el envejecimiento y la recuperación de peso con el tiempo tras el tratamiento quirúrgico bariátrico, un fenómeno causado por factores hormonales, dietéticos, físicos y conductuales".
"Por el contrario, como era de esperar, conforme pasó el tiempo se observó un aumento gradual del uso de los tres grupos de tratamientos farmacológicos entre los pacientes con tratamiento no quirúrgico para la obesidad", señalaron.
El menor uso de fármacos con el tratamiento no quirúrgico bariátrico también puede traducirse en beneficios económicos, añadieron. "Desde el punto de vista económico, las reducciones duraderas en el uso de medicación para la hiperlipidemia, la morbilidad cardiovascular y la diabetes indican que el tratamiento quirúrgico de la obesidad patológica puede conllevar ahorros en gastos de medicación para los pacientes, la atención médica y la sociedad", informaron los autores.
"La investigación futura puede centrarse en los subgrupos que tienen más probabilidades de beneficiarse del tratamiento quirúrgico bariátrico, incluyendo la resolución y la gravedad de las comorbilidades", continuaron.
En su editorial, la Dra. Salminen y sus colaboradores indicaron que investigaciones anteriores han mostrado una remisión de la dislipidemia en hasta 70% de los pacientes tras la operación bariátrica que ha sido independiente de la pérdida de peso, lo que parece apoyar la reducción sostenida de la medicación hipolipemiante tras la intervención quirúrgica observada en el estudio actual, y señaló algunos beneficios sobre los lípidos aparte de la reducción de peso.
Sin embargo, otras limitaciones incluyen que el grupo del estudio asignado a cirugía bariátrica era mayor y tenía más comorbilidades que los de estudios anteriores sobre cirugía bariátrica. "Los estudios futuros deberían evaluar esto en una cohorte más joven con menos enfermedad al inicio y diferenciación dentro de las enfermedades cardiovasculares en lo que respecta al menos a hipertensión, cardiopatía isquémica e insuficiencia cardiaca", concluyeron los autores.
Los autores han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente. La Dra. Salminen ha declarado haber recibido becas de la Fundación Sigrid Jusélius, la Academia de Finlandia, la Fundación Gubernamental de Becas para la Investigación (EVO) y la Universidad de Turku.
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CRÉDITO
Imagen principal: Dreamstime
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Citar este artículo: Menor uso de antidiabéticos e hipolipemiantes a 15 años de la cirugía bariátrica - Medscape - 1 de jun de 2023.
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