MADRID, ESP. La inteligencia artificial es una gran aliada de la dermatología y en 4 o 5 años será imprescindible en la consulta. Las posibilidades del dermaverso pueden ser infinitas, desde un robot asistente en consulta hasta el nuevo universo que ofrece en formación virtual y simulación.
Algunos dermatólogos expertos en nuevas tecnologías se dieron cita en el 50º Congreso Nacional de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV) para abordar el tema del metaverso, ese espacio virtual colectivo que fusiona realidad física y digital, en el que los usuarios interactúan a través de sus avatares, con el que están surgiendo nuevas oportunidades en el manejo de sus pacientes.[1] El metaverso y la inteligencia artificial (IA) abren una gran oportunidad para la mejora de las teleconsultas, la planificación quirúrgica inmersiva, o la formación virtual con modelos 3D de la piel, como algunos ejemplos de lo que puede llegar a dar de sí esta tecnología.

Dra. Miriam Fernández-Parrado/Fuente: AEDV
"Las posibilidades que ofrece el metaverso en el campo de la dermatología pueden ser infinitas", explicó la Dra. Miriam Fernández-Parrado, dermatóloga del Hospital de Navarra. Para ella, "el metaverso puede significar un paso hacia delante en la teledermatología, que se ha impulsado y afianzado con la pandemia". Estos últimos años nos han demostrado que es posible realizar on-line una parte de las revisiones, lo que ha supuesto un importante ahorro de tiempos y costes, junto a una mayor eficacia en el cribado inicial y la detección precoz de las patologías graves.
En conjunto, se estima que el porcentaje de casos potencialmente manejables a distancia podría superar 70%.[2] "No se trata de sustituir la consulta presencial, sino de buscar una alternativa de calidad que, lejos de deshumanizar la relación médico-paciente, responda a las necesidades crecientes de estos últimos", aclaró la dermatóloga.
La inteligencia artificial, una inexorable asistente

Dr. Julián Conejo-Mir/Fuente: AEDV
Por su parte, el Dr. Julián Conejo-Mir, catedrático y jefe de servicio de Dermatología del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, comentó a Medscape en español que la inteligencia artificial nos va ayudar en el día a día con nuestros pacientes es ya hoy una realidad. "Pero afirmar que con una simple foto podremos solucionar sin presencia física con el paciente un 70% de los casos dermatológicos creo que no será una realidad en los próximos 20 años".
Por ahora tenemos algoritmos que nos dan cifras altas (80-90%) de aciertos en tumores por fotografías y dermatoscopias (cuando nos mandan ambas la cifra aumenta notablemente), ya que son de morfología estática, "pero en patología inflamatoria no llega en general a superar 60%, ya que se trata de procesos que evolutivamente, de un día a otro, puede cambiar mucho su morfología, igual que según sea su topografía o edad de la paciente".
Quizás cuando tengamos metaclínicas, con realidad virtual 3D y podamos ver al paciente en tiempo real desde nuestra consulta alcanzaremos ese 70%, sobre todo en pacientes que tienen limitada su movilidad o son de zonas lejanas al hospital. "Pero a eso le quedan de 10 a 15 años [más], ya que precisaran computadores más potentes seguramente cuánticos", matizó el Dr. Conejo-Mir.
El dermoverso se alía con el paciente
En el ámbito de la práctica clínica, facilitar el acceso al dermoverso (juego de palabras que aúna dermatología y metaverso) puede ayudar a reducir el dolor y abstraer la mente del paciente, en especial durante las consultas presenciales que requieren intervenciones molestas o incómodas. "Esto es particularmente efectivo en dermatología pediátrica, ya que los ambientes inmersivos de la realidad virtual pueden contribuir a la relajación de los niños", explicó la Dra. Fernández-Parrado, quien también ve posibles aplicaciones para los pacientes que necesitan ser intervenidos quirúrgicamente, a quienes el metaverso permitiría vivir simulaciones de sus operaciones, antes de someterse a ellas, con el fin de reducir la ansiedad y las dudas inherentes a estos procesos.
En el momento actual, contamos con dos líneas: el diagnóstico automático para teleconsultas, fundamentalmente en tumores y los robot-asistentes de consulta.
Si bien, "la primera la estamos usando ya en la práctica clínica y conseguimos de 85% a 90% de aciertos", la segunda es mucho más compleja, "y nos está costando mucho trabajo sacarla adelante en nuestro equipo de investigación ya que no se trata de un solo algoritmo, sino que necesita cinco que funcionen simultáneamente (chatbot, escritura automática, analizador de imágenes, elección del tratamiento más idóneo, poder dar recomendaciones e incluso uno más sobre sentimientos)", indicó el Dr. Conejo-Mir.
Avatar: un sabio consultor
Alguno ejemplo de dispositivo que podremos tener en un futuro próximo aventurado por el Dr. Conejo-Mir, es "estar sentados delante de un ordenador o tu smartphone, hablar con un avatar que podremos elegir (sexo, su morfología, edad, simpático/serio), mostrarle tus lesiones y que nos indique una orientación diagnostica básica e incluso su tratamiento, en menos de 5 años".
Por otra parte, con el aprendizaje virtual, los médicos podrán adquirir también nuevos conocimientos, o actualizarlos, a través de modelos de piel en realidad aumentada de tumores y otras lesiones dermatológicas, o mediante cursos de simulación inmersiva que faciliten el aprendizaje. Además, el uso de modelos digitales que copian la anatomía, elasticidad de la piel, u otras características propias del paciente, pueden utilizarse para tomar decisiones quirúrgicas y practicar las intervenciones, antes de entrar en quirófano, explicó el Dr. Fernández-Parrado.
Óptimas formación virtual y simulación
En torno a este prometedor campo de la formación con estos dispositivos, sin duda, jugarán un papel destacado la realidad virtual y la simulación. "Habrá clínicas dermatológicas virtuales o metaclínicas, donde con pacientes simulados virtuales podrás hacer de todo, desde coger pericia en las entrevistas y/o historias clínicas (incluso con pacientes difíciles de trato) como hacer biopsias e intervenciones", relató el Dr. Conejo-Mir.
Un reciente estudio titulado "Cómo ve el mundo el metaverso y la realidad extendida", recoge los datos de 29 países para los próximos 10 años, uno de los mayores impactos de esta tecnología se prevé en el ámbito de los recursos relacionados con la salud (59%), por delante incluso del comercio de activos digitales. A pesar de que es difícil predecir cuándo estará operativo el dermaverso, la Dra. Fernández-Parrado asegura ser tecno-optimista y está convencida, al igual que el Dr. Héctor Perandones, dermatólogo en el Complejo Asistencial Universitario de León, con quien comparte la autoría del artículo A new universe in Dermatology: From metaverse to Dermoverse, de que, "si podemos imaginarlo, podemos crearlo".[3]
Un gran diagnosticador diferencial
La inteligencia artificial se ha convertido en los últimos 10 años en una gran aliada de la especialidad de la Dermatología, con la aportación de novedosas técnicas que facilitan el diagnóstico y tratamiento de los pacientes. Son muchas las aplicaciones donde aporta ya un gran valor a la práctica dermatológica: para establecer diagnósticos diferenciales precisos frente a patologías comunes como la psoriasis, la dermatitis atópica o el acné, así como para el desarrollo de protocolos terapéuticos personalizados y la predicción de resultados a medio y largo plazo.
También, en dermatología oncológica, la inteligencia artificial ha contribuido a automatizar el diagnóstico de los tumores cutáneos, al permitir diferenciar entre lesiones melanocíticas y no melanocíticas, favorecer el diagnóstico temprano y ayudar a generar sistemas de cribado capaces de priorizar los casos en función de su gravedad.
Preguntado sobre algún grupo que haya publicado alguna herramienta interesante con buenos resultados preliminares, el Dr. Conejo-Mir refiere con modestia que su grupo cuenta ya con tres artículos publicados en revistas de primer cuartil, donde "exponemos nuestra experiencia con inteligencia artificial para cirugía de Mohs, para diagnostico automático y para calcular el espesor de los melanomas". Todo gracias a un equipo de investigación de ocho personas, que integra a dermatólogos e ingenieros informáticos, que llevamos trabajando en esta línea desde hace 4 años.
Decisor en dermatología estética
A diferencia de otros especialistas, el dermatólogo tiene una visión 4D en cuanto a la estética, ya que además es expertos en la piel. La inteligencia artificial juega un papel fundamental en la dermatología estética, ayuda a esta especialidad con una mayor capacidad de análisis, valoración del procedimiento y la técnica a aplicar. "Nos va a ayudar a pensar y a tomar decisiones. En dermatología estética se ha avanzado mucho sobre todo en técnicas y productos. Llegaron productos como el colágeno, el ácido hialurónico, después los hilos tensores… y también llegaron técnicas diferentes, como por ejemplo el bótox. El bótox antes se aplicaba de una manera y ahora hay otras", apuntó el Dr. Conejo-Mir.
El catedrático explicó que "hemos hecho análisis de la imagen facial para ver las arrugas, manchas, poros dilatados, etc., para ver si existen lesiones y con lo que la máquina dice que tienes, te personaliza el tratamiento. Te dice los patrones de cuidado que ha de tener el paciente. Te dice también lo que tú vayas a hacer, el problema o no que puede tener dependiendo del sitio y como sea la persona, etc. Después para el seguimiento, se le pasa un programa de inteligencia artificial y te dice si va bien o mal y, por último, recomendaciones de productos".
"Somos de las especialidades que más estamos evolucionando", aseguró el experto.
¿Una tecnología intrusista?
La inteligencia artificial va a ayudar enormemente en la forma de pensar y en la toma de decisiones, hasta el punto de que "en 4 o 5 años será imprescindible, como antes fue la lupa y después el dermatoscopio". Pero que la máquina dependa del ser humano será obligada, "no van a sustituirnos, pero van a ser un ayudante inexcusable en nuestro día a día en medicina".
En otro orden de cosas, sobre los posibles peligros de estas nuevas tecnologías en cuanto a disminuir la ratio de dermatólogo por habitantes, y si podrían favorecer el intrusismo, el Dr. Conejo-Mir se muestra rotundo "nunca servirá la inteligencia artificial para reducir especialistas, esto es falso. Cuando la IA nos ayuda en la teledermatología ya en el día de hoy en nuestro grupo, aporta datos, pero el que toma decisiones es el facultativo, no la máquina".
La inteligencia artificial es un instrumento, pero no en sí mismo algo para tratar pacientes. Es como si hubiéramos tenido miedo del uso del dermatoscopio o similar. Se usan en el día a día, ayudan a elegir un diagnóstico en determinados casos de duda, pero no son en sí mismo un sustituto del ser humano. "Al menos para los próximos 50 años, luego ya veremos, ya que hablan que la inteligencia artificial supera en inteligencia y forma de razonar a la del ser humano a partir del 2050", concluyó el experto.
El Dr. Julián Conejo-Mir ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
Siga al Dr. Javier Cotelo de Medscape en español en Twitter @Drjavico.
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CRÉDITO
Imagen principal: Dreamstime
Figura 1: Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV)
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Citar este artículo: El metaverso se alía con la dermatología y en pocos años será imprescindible - Medscape - 30 de mayo de 2023.
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