MADRID, ESP. El estilo dietético es en cierta medida el "hilo conductor" que vincula e interrelaciona a la diabetes de tipo 2 con la esteatosis hepática y cada vez hay más evidencias del papel negativo que el creciente consumo de alimentos ultraprocesados juega en este nexo. Así se puso de manifiesto durante el XXXIV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Diabetes (SED).[1]
En el caso concreto de la esteatosis hepática metabólica los datos justifican que actualmente suponga un importante motivo de preocupación para los endocrinólogos españoles tanto por su alta prevalencia como por su tendencia al alza, expusieron los especialistas participantes en una mesa redonda sobre esta enfermedad organizada conjuntamente por la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Sociedad Española de Diabetes.

Dr. Rubén Nogueiras/Fuente: CIBEROBN
"La esteatosis hepática metabólica se ha convertido en la causa más común de patología hepática crónica y se calcula que 25% de la población mundial la padece. Sin embargo, lo peor está por venir, ya que se estima que los casos se incrementarán en 56% en los próximos 10 años, lo que posiblemente la convertirá en la principal causa de cirrosis", comentó el Dr. Rubén Nogueiras, del Centro de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CIMUS) de la Universidad de Santiago de Compostela e investigador del CIBEROBN.
El especialista declaró a Medscape en español: "Entre las causas implicadas en el incremento de casos de esta enfermedad, la esteatosis hepática metabólica se debe a múltiples factores, siendo los más comunes sobrepeso, obesidad, resistencia a la insulina o diabetes de tipo 2, niveles anormales de triglicéridos y colesterol, síndrome metabólico o tener uno o más rasgos de este síndrome y también intervienen causas genéticas. Presentar alguna de estas afecciones aumenta las posibilidades de desarrollar esteatosis hepática metabólica".
Las preocupantes perspectivas de futuro respecto a la incidencia de esta enfermedad se ven en cierta medida "mitigadas" por los avances que se registran sobre todo en dos aspectos: a nivel diagnóstico y en la investigación básica y clínica.
"Hasta hace poco el diagnóstico fiable requería una biopsia, pero ahora se dispone de una tecnología de ecografía que mide la rigidez del hígado (dureza) y los cambios grasos que se producen en este. Dicha técnica, junto con un análisis sanguíneo, permite obtener un diagnóstico bastante fiable del estadio en el que se encuentra la enfermedad", afirmó el Dr. Nogueiras.
Respecto a la investigación, el experto apuntó que la mayoría de los estudios se centra en el hepatocito (la célula más abundante en el hígado). "Consideramos que otras células también pueden ser importantes para proporcionar las claves para evitar que la enfermedad siga progresando a estadios más graves e incluso para mejorar la situación".
En esta línea, el equipo del Dr. Nogueiras centra sus esfuerzos en estudiar la reprogramación de las células estrelladas, que normalmente están inactivas, pero que cuando hay un daño en el hígado se activan y son responsables de la fibrosis hepática que se produce cuando la esteatosis hepática metabólica progresa, ocasionando un daño más grave.
"Dependiendo del tipo de reprogramación podemos activar o inactivar estas células y, por tanto, inducir o revertir la fibrosis hepática en animales de experimentación", destacó.
El reto de la terapia farmacológica
En cuanto a las principales líneas de trabajo abiertas actualmente en esta enfermedad, el Dr. Nogueiras comentó que hay varios objetivos principales en los que muchos grupos realizan investigación: "Uno de ellos es buscar marcadores fiables que puedan predecir la evolución de la enfermedad y estratificar a los pacientes (ya que no todas las personas con esteatosis hepática metabólica son iguales ni responderán de la misma forma al tratamiento) de acuerdo a biomarcadores. También se llevan a cabo diferentes ensayos clínicos con distintos fármacos y a más largo plazo se trabaja en la búsqueda de nuevas moléculas que puedan ser usadas como objetivos terapéuticos. Otro objetivo es encontrar el fármaco más adecuado para cada uno de ellos, es decir, aplicar la medicina personalizada".
Los especialistas coincidieron en que a pesar de estos avances, hasta hoy la gran asignatura pendiente en el abordaje de la esteatosis hepática metabólica es encontrar un tratamiento farmacológico realmente eficaz, ya que "actualmente no existe ningún fármaco aprobado para tratar esta enfermedad. Hay ensayos clínicos que han probado diferentes fármacos sobre distintos objetivos terapéuticos, pero no han conseguido dar el paso a la comercialización", destacó el Dr. Nogueiras.
Sobre las perspectivas respecto a la posibilidad de materializar un tratamiento farmacológico a mediano-largo plazos, el Dr. Nogueiras puntualizó: "Es la pregunta del millón de euros. Se trata de una enfermedad muy compleja y como hemos dicho, multifactorial; por tanto, encontrar un fármaco con eficacia y pocos efectos secundarios es una tarea difícil. Hasta ahora los ensayos clínicos que han probado diferentes fármacos, algunos de los cuales parecían bastante prometedores, no han logrado el éxito esperado por diferentes razones. Tendremos que esperar los resultados de los ensayos que hay en marcha, pero se prevé que a mediano plazo tengamos una opción que funcione, por lo menos en un porcentaje notable de pacientes".
Alimentos ultraprocesados: en el punto de mira

Shira Zelber-Sagim/Fuente: SED
La esteatosis hepática no alcohólica fue el tema de la conferencia plenaria con la que concluyó el congreso y que estuvo a cargo de la nutricionista Shira Zelber-Sagim, de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Haifa, en Israel.
La experta centró su intervención en analizar el impacto que tiene el tipo de alimentos que se consumen habitualmente con el riesgo de desarrollar esteatosis hepática no alcohólica y diabetes de tipo 2 y comentó las últimas evidencias sobre la estrecha relación que existe entre ambas enfermedades, puntualizando: "El tratamiento más beneficioso para la esteatosis hepática no alcohólica es la reducción de peso conseguida mediante una dieta mediterránea combinada con actividad física, por lo cual las personas con esta enfermedad deben mantener un patrón de alimentación saludable que incluya productos mínimamente procesados o sin procesar (frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, carnes y pescado sin procesar, etcétera), bajos en azúcar y grasas saturadas y ricos en polifenoles, vitaminas, aceites saludables (como el de oliva) y algunos tipos de grasas (como los ácidos grasos omega-3)".
Asimismo, la nutricionista hizo hincapié en que la dieta mediterránea engloba todos estos principios: "Se ha demostrado que incluso el cumplimiento parcial al patrón dietético mediterráneo puede ser beneficioso".
Sin embargo, esta evidencia se enfrenta a una realidad cada vez más creciente entre la población mundial: la exposición a los alimentos ultraprocesados industrializados "que ha provocado un alejamiento de la dieta mediterránea, favoreciendo la adopción de una alimentación menos saludable".
Investigaciones como la del Estudio Prospectivo Europeo sobre el Cáncer y la Nutrición (EPIC), llevado a cabo en diez países y en el que se incluyó un total de 36.034 personas de 35 a 74 años de edad, han demostrado un incremento "dramático" del consumo de alimentos ultraprocesados a nivel mundial.[2] Según la investigación, estos alimentos constituyeron entre 61% (España) y 78% a 79% (Países Bajos y Alemania) de las ingestas energéticas medias.
En la misma línea, en Estados Unidos entre los 9.317 participantes en el estudio NHANES 2009-2010 se vio que los alimentos ultraprocesados comprendían 57,5% de las calorías de la ingesta diaria de energía.
"Son productos ultraprocesados típicos las bebidas carbonatadas, los aperitivos envasados, los cereales de desayuno, las salsas instantáneas y muchos productos listos para calentar", agregó la especialista.
Efecto "dosis-dependiente" en diabetes y esteatosis hepática no alcohólica
Zelber-Sagim explicó que varios estudios llevados a cabo en diversas poblaciones han demostrado una asociación entre la proporción dietética de alimentos ultraprocesados y el riesgo de desarrollar varias enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación, como obesidad y cáncer, así como trastornos gastrointestinales, factores de riesgo cardiovascular, fragilidad y mortalidad.
"Por tanto, limitar el consumo de estos alimentos puede ser una estrategia eficaz para la prevención y el tratamiento de la obesidad y de otras enfermedades asociadas, como diabetes y esteatosis hepática no alcohólica.
En relación con esto, la experta destacó que un número creciente de investigaciones ha probado la asociación directa y "dosis-dependiente " entre el consumo de alimentos ultraprocesados y la enfermedad de hígado graso no alcohólico.
"También se ha evidenciado el nexo entre la carne roja y procesada y esta enfermedad. Además el consumo excesivo de alimentos procesados con alto contenido en grasa, azúcar y fructosa, preparados a altas temperaturas, conduce a una mayor ingesta de productos finales de glicación avanzada, que aceleran los daños hepáticos"
La especialista también se refirió a otros factores derivados del vínculo esteatosis hepática no alcohólica-alimentos ultraprocesados que pueden favorecer una mayor prevalencia de esta enfermedad: "Los bajos ingresos y los déficits alimentarios pueden estar relacionados con una mayor prevalencia de la esteatosis hepática no alcohólica y de la fibrosis avanzada, muy probablemente por la asequibilidad de los alimentos procesados, de alto contenido calórico y muy ricos en grasas/azúcares, así como una disminución general de la dieta de calidad".
"En base a estos datos, es necesario que las autoridades hagan un esfuerzo extra y decidido en el sentido de establecer medidas educativas y políticas que faciliten el acceso a la población de las opciones más saludables y ayuden a reducir el consumo de alimentos ultraprocesados no solo para prevenir la esteatosis hepática no alcohólica y la diabetes, sino para mejorar la salud general", enfatizó.
"Urge ‘plantar cara’ a los productos ultraprocesados. Están formulados a partir de ingredientes industriales y contienen pocos o ningún alimento intacto, así que por su naturaleza no son saludables y deben evitarse. Además a menudo se caracterizan por una menor calidad nutricional, una alta densidad energética y la presencia de aditivos, sustancias de los envases (en contacto con los alimentos) y compuestos formados durante la producción, el procesamiento y el almacenamiento", concluyó.
El Dr. Nogueiras y Zelber-Sagim han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
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CRÉDITO
Imagen principal: Dreamstime
Figura 1: Centro de Investigación Biomédica en Red Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN)
Shira Zelber-Sagim: Congreso SED
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Citar este artículo: Diabetes, esteatosis hepática y consumo de alimentos ultraprocesados: un vínculo a tener cada vez más en cuenta - Medscape - 23 de mayo de 2023.
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