El uso regular de internet autonotificado, pero no el uso excesivo, en adultos mayores está relacionado con un menor riesgo de demencia, sugiere una nueva investigación.[1]
Los investigadores siguieron a más de 18.000 personas mayores y descubrieron que el uso regular de internet se asoció con una reducción de alrededor de 50% en el riesgo de demencia, en comparación con sus contrapartes que no usaban internet con regularidad.
También encontraron que una mayor duración del uso regular de internet se asoció con un menor riesgo de demencia, aunque el uso diario excesivo de internet pareció afectar negativamente el riesgo de demencia.
"La participación en línea puede desarrollar y mantener la reserva cognitiva (resistencia contra el daño fisiológico del cerebro) y una mayor reserva cognitiva puede, a su vez, compensar el envejecimiento del cerebro y reducir el riesgo de demencia", dijo el investigador del estudio Gawon Cho, candidato a doctorado en Nueva York. a la Escuela Universitaria de Salud Pública Global de Nueva York, a Medscape Noticias Médicas.
El estudio se publicó en versión electrónica el 3 de mayo en Journal of the American Geriatrics Society.[1]
Beneficios sin evaluar
Investigaciones anteriores han demostrado que los adultos mayores usuarios de internet tienen "un mejor rendimiento cognitivo general, razonamiento verbal y memoria", en comparación con los no usuarios, señalan los autores. Sin embargo, dado que este cuerpo de investigación consta de análisis transversales y estudios longitudinales con breves periodos de seguimiento, los beneficios cognitivos a largo plazo del uso de internet permanecen "sin evaluar".
Además, a pesar de la "amplia evidencia de una carga desproporcionadamente alta de demencia en personas de color, personas sin educación superior y adultos que experimentaron otras dificultades socioeconómicas, se sabe poco sobre si internet ha exacerbado las disparidades en la salud cognitiva a nivel de población", agregan los investigadores.
Otra pregunta se refiere a si el uso excesivo de internet en realidad puede ser perjudicial para los resultados neurocognitivos. Sin embargo, "la evidencia existente sobre los efectos adversos del uso de internet se concentra en poblaciones más jóvenes cuyos cerebros aún están madurando".
Cho dijo que la motivación para el estudio fue la falta de estudios longitudinales sobre este tema, especialmente aquellos con suficientes periodos de seguimiento. Además, destacó, no hay pruebas suficientes sobre cómo los cambios en el uso de internet en la vejez se asocian con el riesgo potencial de demencia.
Para el estudio, los investigadores recurrieron a los participantes del Estudio de Salud y Jubilación, una encuesta longitudinal en curso de una muestra representativa a nivel nacional de adultos mayores en Estados Unidos (edad ≥ 50 años). Todos los participantes (n = 18.154; 47,36% hombres; mediana de edad: 55,17 años) eran adultos mayores sin demencia que vivían en la comunidad y completaron una evaluación cognitiva inicial de 2002 y se les preguntó sobre el uso de internet cada 2 años a partir de entonces.
Los participantes fueron seguidos desde 2002 hasta 2018 durante un máximo de 17,1 años (mediana: 7,9 años), que es el periodo de seguimiento más largo hasta la fecha. Del total de la muestra, 64,76% eran usuarios habituales de internet.
El resultado primario del estudio fue la demencia incidente, según el desempeño en la Entrevista telefónica modificada para el estado cognitivo (TICS-M), que se administró cada 2 años.
La exposición examinada en el estudio fue el uso acumulativo de internet en la edad adulta tardía, definida como "la cantidad de oleadas bienales en las que los participantes usaron internet con regularidad durante las 3 primeras oleadas".
Además, se preguntó a los participantes cuántas horas pasaron usando internet durante la última semana para actividades distintas a ver programas de televisión o películas.
Los investigadores también investigaron si el vínculo entre el uso de internet y el riesgo de demencia variaba según el nivel educativo, la raza y el origen étnico, el sexo y la cohorte generacional.
Las covariables incluyeron la puntuación TICS-M inicial, la salud, la edad, los ingresos familiares, el estado civil y la región de residencia.
Curva en forma de U
Más de la mitad de la muestra (52,96 %) no mostró cambios en el uso de internet desde el inicio durante el periodo de estudio, mientras que una quinta parte (20,54 %) sí mostró cambios en el uso.
Los investigadores encontraron un vínculo sólido entre el uso de internet y un menor riesgo de demencia (hazard ratio por causa específica [HRcs]: 0,57; IC 95%: 0,46 a 0,71), un hallazgo que se mantuvo incluso después de ajustar la autoselección en el uso inicial (HRcs: 0,54; IC 95%: 0,41 a 0,72) y signos de deterioro cognitivo al inicio del estudio (csHR: 0,62; IC 95%: 0,46 a 0,85).
Cada ola adicional de uso regular de internet se asoció con una disminución de 21% en el riesgo de demencia (IC 95%: 13% a 29%), donde los periodos regulares adicionales se asociaron con un riesgo reducido de demencia (HRcs: 0,80; IC 95 %: 0,68 a 0,95).
"La diferencia en el riesgo entre los usuarios regulares y no regulares no varió según el nivel educativo, la raza y el origen étnico, el sexo y la generación", señalan los investigadores.
Se encontró una asociación en forma de U entre las horas diarias de participación en línea, donde el riesgo más bajo se observó en aquellos con 0,1 a 2 horas de uso (en comparación con 0 horas de uso). El riesgo aumentó de manera "monótona" después de 2 horas, con 6,1 a 8 horas de uso mostrando el mayor riesgo.
Este hallazgo no se consideró estadísticamente significativo, pero la "tendencia constante en forma de U ofrece una sugerencia preliminar de que la participación excesiva en línea puede tener efectos cognitivos adversos en los adultos mayores", señalan los investigadores.
"Entre los adultos mayores, los usuarios habituales de Internet pueden experimentar un menor riesgo de demencia en comparación con los usuarios no habituales, y los períodos más largos de uso regular de Internet en la edad adulta pueden ayudar a reducir los riesgos de una incidencia de demencia posterior. Sin embargo, el uso excesivo de Internet a diario puede afectar negativamente el riesgo de demencia en los adultos mayores", dijo Cho.
¿Relación bidireccional?
En un comentario para Medscape Noticias Médicas, Claire Sexton, doctora en filosofía, directora sénior de programas científicos y divulgación de la Alzheimer's Association, señaló que algunos factores de riesgo de la enfermedad de Alzheimer u otras demencias no se pueden cambiar, mientras que otros son modificables, "ya sea a nivel personal o de población".
Llamó a la investigación actual "importante" porque "identifica un factor potencialmente modificable que podría influir en el riesgo de demencia".
Sin embargo, advirtió Sexton, que no participó en el estudio, los hallazgos no pueden establecer causa y efecto. De hecho, la relación puede ser bidireccional.
"Puede ser que el uso regular de internet se asocie con una mayor estimulación cognitiva y, a su vez, un menor riesgo de demencia; o puede ser que las personas con un riesgo más bajo de demencia sean más propensas a usar internet con regularidad", dijo. Por lo tanto, "los estudios de intervención pueden arrojar más luz sobre la causalidad".
El HRS (Estudio de Salud y Jubilación) está patrocinado por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento y es realizado por la Universidad de Michigan. Cho, sus coautores y Sexton han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
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Medscape © 2023
Citar este artículo: ¿Es el uso de internet un factor de riesgo de demencia modificable en adultos mayores? - Medscape - 18 de mayo de 2023.
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