Las siestas largas y cortas se asocian con el riesgo de fibrilación auricular

Heidi Splete

Conflictos de interés

17 de mayo de 2023

Dormir siestas de más de media hora durante el día se asoció con un aumento de 90% del riesgo de fibrilación auricular, pero las siestas más cortas se vincularon con un riesgo reducido, según datos de más de 20.000 personas.

"Las siestas diurnas cortas son un hábito común y saludable, especialmente en los países mediterráneos", dijo el Dr. Jesús Díaz-Gutiérrez, del Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez, en Huelva, España, en una presentación en el Congreso Anual de la European Association of Preventive Cardiology (EAPC).

Estudios anteriores han mostrado un vínculo potencial entre la duración específica de las siestas diurnas y el riesgo de fibrilación auricular, expuso. El Dr. Díaz-Gutiérrez y sus colaboradores utilizaron datos del proyecto de Seguimiento de la Universidad de Navarra (SUN), una cohorte prospectiva de graduados universitarios españoles, para explorar el posible vínculo entre las siestas y la fibrilación auricular. La población del estudio contó con 20.348 personas sin fibrilación auricular al inicio que fueron seguidas durante una mediana de 13,8 años. La edad promedio de los participantes al inicio del estudio fue de 38 años y 61% eran mujeres.

Los patrones de siesta diurna se evaluaron al inicio del estudio y los participantes se dividieron en grupos de siestas cortas (definidas como menos de 30 minutos por día) y siestas más largas (30 minutos o más por día) y aquellos que informaron no tomar siestas.

Los investigadores identificaron 131 casos incidentes de fibrilación auricular durante el periodo de seguimiento. En general, el riesgo relativo de incidentes de fibrilación auricular fue significativamente mayor para los que dormían siestas largas (hazard ratio instantáneo ajustado [HRa]: 1,90), en comparación con los que dormían siestas cortas en un análisis multivariado, mientras que no apareció ningún riesgo significativo entre los que no dormían siestas en comparación con los que dormían siestas cortas (HRa: 1,26).

Luego, los investigadores excluyeron a los que no tomaban siestas en un análisis secundario para explorar el impacto de una duración más específica de la siesta en el riesgo de fibrilación auricular. En un análisis multivariado, encontraron una reducción de 42% en el riesgo de fibrilación auricular entre los que tomaron una siesta de menos de 15 minutos, y 56% de reducción en el riesgo de los que tomaron una siesta de 15 a 30 minutos, en comparación con los que tomaron una siesta de más de 30 minutos (HRa: 0,56 y 0,42, respectivamente).

Las posibles explicaciones de las asociaciones incluyen el papel de los ritmos circadianos, dijo el Dr. Díaz-Gutiérrez en un comunicado de prensa que acompaña a la presentación en la reunión. "Las siestas largas durante el día pueden alterar el reloj interno del cuerpo (ritmo circadiano), lo que lleva a un sueño nocturno más corto, más despertares nocturnos y una actividad física reducida. Por el contrario, las siestas cortas durante el día pueden mejorar el ritmo circadiano, reducir los niveles de presión arterial y reducir el estrés". Se necesita más investigación para validar los hallazgos y la duración óptima de la siesta, y si una siesta corta es más ventajosa que no dormir la siesta, en términos de reducción del riesgo de fibrilación auricular, acotó.

Los resultados del estudio sugieren que las siestas de 15 a 30 minutos representan "un nuevo hábito potencial de estilo de vida saludable en la prevención primaria de la fibrilación auricular", indicó el Dr. Díaz-Gutiérrez en su presentación. Sin embargo, los resultados también sugieren que las siestas diarias se limiten a menos de 30 minutos, concluyó.

Los hábitos de sueño pueden servir como bandera roja

"A medida que envejecemos, la mayoría de nosotros, si no todos, desarrollaremos trastornos del sueño, como insomnio, apnea obstructiva del sueño y otros problemas", explicó en una entrevista el Dr. Lawrence S. Rosenthal, de la University of Massachusetts, en Worcester, Estados Unidos.

Por lo tanto, "este estudio es cercano y querido por la mayoría de las personas, y la mayoría estaría de acuerdo en que los malos hábitos de sueño afectan nuestra salud". En particular, la apnea obstructiva del sueño se ha relacionado con la fibrilación auricular, aunque eso no se midió en el estudio actual, aclaró.

El Dr. Rosenthal agregó que los hallazgos del estudio actual no lo sorprendieron. "Parece que una recarga rápida de su 'batería' durante el día es más saludable que tomar una siesta diurna larga y profunda", anotó. Además, "las siestas más largas podrían ser un marcador de apnea obstructiva del sueño", observó.

Para los médicos, el mensaje final del estudio actual es la necesidad de considerar las condiciones médicas subyacentes de los pacientes que regularmente toman siestas largas por la tarde y considerar las siestas más largas como un marcador potencial de fibrilación auricular, añadió el Dr. Rosenthal.

De cara al futuro, una "inmersión más profunda en la composición de las poblaciones estudiadas" sería útil como base para investigaciones adicionales, finalizó.

El Proyecto SUN reveló la financiación del Gobierno de España-Instituto de Salud Carlos III y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), el Gobierno Regional de Navarra, el Plan Nacional Sobre Drogas, la Universidad de Navarra y el Consejo Europeo de Investigación. Los investigadores y el Dr. Rosenthal han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

Este contenido fue originalmente publicado en MDedge.com, parte de la Red Profesional de Medscape.

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