Los impresionantes efectos del cambio climático

Neil Osterweil

Conflictos de interés

17 de mayo de 2023

Basta con acudir a la clínica pulmonar más cercana para comprobar de primera mano los efectos nocivos del cambio climático.[1]

Las causas y los efectos son inequívocos: las tormentas de polen hacen que las personas con alergias inunden los consultorios de los alergólogos. El aumento de los niveles de contaminación atmosférica incrementa el riesgo de enfermedades obstructivas de las vías respiratorias, complicaciones cardiopulmonares y cáncer de pulmón de células no pequeñas. El deshielo y los ríos atmosféricos inundan los barrios y dejan a su paso restos mohosos e incipientes infecciones micóticas.

"La razón por la que creemos que el cambio climático va a modificar el tipo de patrones de enfermedad y la gravedad que vemos en los pacientes con enfermedades respiratorias es porque altera tanto al medio ambiente como la exposición a estas", expresó la Dra. Bathmapriya Balakrishnan de la Sección Pulmonar de Cuidados Intensivos y Medicina del Sueño en el Departamento de Medicina de la West Virginia University en Morgantown, Estados Unidos.

"Lo que vamos a ver no son solo nuevas enfermedades, sino también la exacerbación de enfermedades crónicas, como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). También existe la preocupación de que pacientes que por lo demás están sanos, al estar ahora más expuestos debido al cambio climático, puedan presentar estas enfermedades", declaró a Medscape Noticias Médicas.

La Dra. Balakrishnan es la autora principal de una revisión exhaustiva publicada en Chest, basada en evidencia, centrada en los efectos del cambio climático y la contaminación atmosférica en todo el espectro de los trastornos pulmonares.[1]

"Como neumólogos, comprender y mejorar la concientización sobre los efectos adversos del cambio climático y la contaminación atmosférica son pasos cruciales. Para informar a los profesionales asistenciales de los métodos basados en la evidencia y mejorar el asesoramiento a los pacientes, es necesario seguir investigando sobre las medidas que limitan la exposición. Capacitar a los pacientes con recursos para controlar la calidad del aire y minimizar la exposición es una medida preventiva clave para disminuir la morbilidad y la mortalidad al tiempo que se mejora la calidad de vida", afirmaron la Dra. Balakrishnan y sus colaboradores.

Asimismo, en una declaración sobre los efectos del cambio climático en la salud respiratoria, la American Public Health Association resumió sucintamente el problema: "Las temperaturas más cálidas provocan un aumento de los contaminantes y los alérgenos. La mala calidad del aire reduce la función pulmonar, aumenta el riesgo de complicaciones asmáticas, infartos de miocardio, insuficiencia cardiaca y muerte. La contaminación atmosférica y los alérgenos son las principales exposiciones que afectan a la salud pulmonar y cardiaca en este clima cambiante".

Principios de primavera

El Dr. Stanley Fineman, expresidente del American College of Allergy, Asthma & Immunology y alergólogo privado de Atlanta, Estados Unidos, ha visto de primera mano cómo el calentamiento global y el adelanto de la temporada de alergias primaverales afectan a sus pacientes.

"La temporada, al menos en nuestra área metropolitana de Atlanta, empezó antes y ha durado más. Los recuentos de polen son muy altos", comentó a Medscape Noticias Médicas.

"En febrero empezamos a ver recuentos de polen superiores a 1.000 [gramos por metro cúbico], algo inaudito, y en marzo aproximadamente la mitad de los días contamos niveles superiores a 1.000, algo también inaudito. En abril se superaron los 1.000 casi la mitad de los días".

El Dr. Fineman y otros profesionales de la salud, tanto en Atlanta como en todo el país, han informado sobre aumentos bruscos en la proporción de nuevos pacientes adultos y de pacientes existentes que han experimentado una exacerbación de la enfermedad previamente leve. "Probablemente, lo que ha ocurrido es que pueden haber tenido alguna sensibilidad alérgica que dio lugar a manifestaciones más leves, pero este año están teniendo manifestaciones importantes", indicó.

En un artículo publicado en 2014 en European Respiratory Review, el Dr. Gennaro D'Amato, del Antonio Cardarelli Hospital- Azienda Ospedaliera, en Nápoles, Italia, y sus colaboradores esbozaron los principales efectos del clima en los niveles de polen, a saber:[2]

1) Un aumento del crecimiento de las plantas y un crecimiento más rápido de estas.

2) Un aumento de la cantidad de polen producido por cada planta.

3) Un aumento de la cantidad de proteínas alergénicas contenidas en el polen.

4) un aumento de la época de inicio del crecimiento de las plantas y, por tanto, del inicio de la producción de polen.

5) Una estación polínica más temprana y más larga

6) Un cambio en la distribución geoespacial del polen, es decir, en las áreas de distribución de las plantas y en el transporte atmosférico a larga distancia que se desplaza hacia los polos.

Mala calidad del aire

Además del polen, el aire ambiente de muchos lugares está cada vez más saturado de proteínas bioalergénicas como bacterias, virus, caspa de animales, insectos, mohos y especies vegetales, listaron la Dra. Balakrishnan y sus colaboradores, y añadieron que "también se ha observado que los niveles atmosféricos de dióxido de carbono aumentan la productividad del polen. Estos cambios provocan un mayor uso de fármacos sin receta, visitas a los servicios de urgencias y consultas externas por enfermedades respiratorias".

Es probable que la racha de tormentas violentas que ha azotado gran parte de Estados Unidos en los últimos meses aumente también la incidencia del llamado "asma de las tormentas eléctricas", provocado cuando se liberan grandes cantidades de partículas respirables antes o durante una tormenta eléctrica.

La contaminación atmosférica procedente de la quema de combustibles derivados del carbono y de los incendios forestales provocados por condiciones más cálidas y secas aumenta las partículas en suspensión en el aire que pueden agravar considerablemente el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y otras afecciones obstructivas de las vías respiratorias.

Además, como ya informó anteriormente Medscape, la exposición a partículas se ha implicado como posible causa de cáncer de pulmón de células no pequeñas en personas que nunca han fumado.

Desafíos de los cuidados críticos

Entre la miríada de otros efectos del cambio climático postulados en la evidencia enumerada por la Dra. Balakrishnan y sus colaboradores, se encuentran las infecciones torácicas y las enfermedades pleurales como la aspergilosis, que se produce tras inundaciones catastróficas; mayor incidencia de infecciones por el complejo Mycobacterium avium y neumonitis por hipersensibilidad; aumento de la demanda de especialistas en cuidados intensivos por catástrofes naturales y paros cardiacos inducidos por la contaminación; y postración e insolación por olas de calor cada vez más frecuentes.

Los revisores también examinaron las pruebas que sugieren vínculos entre el cambio climático y la hipertensión pulmonar, la enfermedad pulmonar intersticial, los trastornos del sueño y los trastornos pulmonares ocupacionales.

Poder para los pacientes

"Los neumólogos deben aconsejar a los pacientes sobre las formas de minimizar la contaminación exterior e interior, utilizando respiradores ajustados y sistemas de purificación del aire domésticos sin invadir las creencias y elecciones de los pacientes", aconsejaron los autores.

"Dotar a los pacientes de recursos para controlar la calidad del aire a diario, en condiciones meteorológicas adversas y durante las catástrofes ayudaría a minimizar la exposición y, por tanto, a mejorar la salud en general. El neumólogo puede desempeñar un papel importante haciendo hincapié en el impacto del cambio climático en los trastornos pulmonares durante los encuentros de atención al paciente", afirmaron.

La Dra. Balakrishnan comentó a Medscape Noticias Médicas que otra importante medida paliativa que puede adoptarse hoy es la educación: "Al menos en mi generación de médicos, el cambio climático o el calentamiento global no formaban parte del plan de estudios de medicina, pero ahora creo que los estudiantes de medicina están llevando a cabo una gran labor de promoción para que se les eduque más sobre el cambio climático y sus efectos en las enfermedades pulmonares".

El estudio de la Dra. Balakrishnan y colaboradores no tuvo financiamiento. La Dra. Balakrishnan ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente. La coautora Dra. Mary-Beth Scholand ha recibido honorarios personales por formar parte de juntas de asesores y oficinas de conferenciantes para Genentech, Boehringer Ingelheim, Veracyte y United Therapeutics. El Dr. Sean Callahan, coautor, ha recibido honorarios personales por formar parte de juntas de asesores de Gilead y Boehringer Ingelheim. El Dr. Fineman ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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