Del proyecto Nightingale al profesional de enfermería latinoamericano en la actualidad

Dra. Natalia Martínez Medina

12 de mayo de 2023

Figura 1. Florence Nightingale retratada por Henry Hering, alrededor de 1860. Fuente: Dominio público

Lograr una disminución de 40% a 2% en la mortalidad durante la guerra no era una tarea fácil y ese fue uno de los mayores logros de la británica Florence Nightingale, pionera de la enfermería. Para ella, la salud iba más allá de alcanzar el bienestar, involucraba la capacidad del hombre para usar bien toda la energía que posee; además, rompió esquemas y logró que esta profesión tuviera un verdadero sentido dentro del ámbito hospitalario.

Para conmemorar su labor, desde hace 28 años se estipuló el 12 de mayo como el Día Internacional de la Enfermería, una profesión que tiene como lema propender por el cuidado del paciente y por generar un entorno saludable, y cuyo profesional debe tener aptitudes morales e intelectuales específicas.

Gloria Mabel Carrillo, Ph. D.

La carrera ha tenido varios cambios desde la fundación de la enfermería como profesión hasta nuestros días. Según la enfermera Gloria Mabel Carrillo, máster y doctora en Enfermería, decana de la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia*, en Bogotá, Colombia, la función de esta profesión se ha ampliado, pues pasó de ser de tradición asistencial y cuidado directo del paciente a tener un abanico de posibilidades para su ejercicio: funciones administrativas, educativas, de investigación y gestión de servicios. Estas funciones emergentes atienden las necesidades del sistema, de la población y mejoran el acceso a los servicios de cuidado primario.

Se sigue dando una fuerte formación integral técnica, pero también se desarrollan profesionales gestores, integradores y conectores de equipos de trabajo con un objetivo y bien común, el paciente, a quien se le acompaña continuamente, se le educa y se le ayuda a gestionar su acceso a los servicios, agregó Carrillo, Ph. D.

Gloria Carvajal Carrascal, Ph. D.

Por su parte, la enfermera Gloria Carvajal Carrascal, especialista en epidemiología, doctora en Enfermería y decana de la Facultad de Enfermería de la Universidad de la Sabana** en Cundinamarca, Colombia, menciona que la evolución de la enfermería desde Florence hasta hoy se basa en la importancia de la atención primaria. Con Florence se enfocaba en el cuidado, la curación, la promoción de hábitos saludables y ahora se enfoca no solo en el paciente, sino en las comunidades con desde un punto de vista innovador. Si bien es cierto que la enfermería es una disciplina práctica, actualmente se desarrollan intervenciones interdisciplinarias que antes no se lograban, que van más allá de trabajar en un hospital. Se forman profesionales que puedan crear empresa, que son parte de organizaciones como las farmacéuticas, que están en un continuo de transferencia del conocimiento, de gerencia estratégica y de desarrollo de proyectos investigativos que permiten unir el conocimiento y la práctica diferencial que el profesional ofrece al sistema de salud.

Trabajo en equipo con otros profesionales de la salud

Con Florence, la práctica de la enfermería estaba subordinada al quehacer de los médicos, pero eso también ha cambiado con los años, la relación entre el personal médico y el de enfermería, para Carvajal, está llegando al punto en donde deja de considerarse que el médico tiene mayor jerarquía y pasa a consolidarse un equipo en el que se reconoce la función del otro desde su formación epistemológica, filosófica y científica, porque las dos profesiones tienen formación en común desde diferentes enfoques. El del médico es más de diagnóstico y de tratamiento, mientras que el del enfermero está orientado al cuidado de la experiencia de la enfermedad que viven los pacientes; ahora el personal de enfermería cuenta con más autonomía, desempeña más roles de liderazgo e incluso son integradores de otros profesionales de la salud, pues entienden las necesidades de atención y optimizan procesos.

Ambas decanas concuerdan en que el desafío continúa siendo integrar y reconocer el dominio de acción propio de cada profesión de la salud, cómo se puede tener un enfoque interprofesional para favorecer la comunicación entre currículos y cómo esto se articula para evitar fragmentar los servicios, porque al final, desde cada rol, la meta es aportar para el bienestar del paciente.

Es claro que el imaginario social del médico en la punta de la pirámide se está perdiendo y ahora se entiende que estamos formados para ayudar y trabajar en equipo, recalcó Carrillo.

Por su parte, Carvajal también mencionó que antes los egresados de la licenciatura en enfermería solo hacían sus prácticas con enfermeros, y tenían un verdadero contacto con otros profesionales cuando comenzaban a trabajar en el hospital, pero ahora hay una constante interacción entre enfermeros, médicos, fisioterapeutas y otros profesionales de la salud desde que están formándose académicamente, con lo cual se logra entender por qué generar buenas relaciones y prácticas hace que todo sea más efectivo.

Enfermería: vocación, habilidades de liderazgo y de gestión

El perfil del profesional en enfermería, de igual manera, ha cambiado desde Florence hasta ahora, pues esta persona debía tener conocimientos teóricos y habilidades prácticas exclusivas para observar a los pacientes y su entorno, proporcionarles los cuidados necesarios para su salud e influir en la modificación de esta, con vocación y hasta caridad, pero el profesional de hoy, señaló Carvajal, no solo debe tener vocación sino también habilidades comunicativas, de liderazgo y de gestión que se fortalecen con el plan de estudios universitarios que cada institución propone.

Para Carrillo, ahora los contenidos de la carrera se construyen de acuerdo con las necesidades de atención, de la realidad de la sociedad, de cómo está conformado el sistema de salud, el papel de la tecnología y, por supuesto, las expectativas de los estudiantes, qué quieren, qué entienden y cómo reconocen el importante papel que desempeñarán una vez que se gradúen.

Respecto a ello, la Universidad de la Sabana, para dar cumplimiento al perfil profesional de Enfermería, incluye el desarrollo de conocimientos que permiten ver de manera integral a las personas, una formación en asignaturas básicas: morfofisiología, fármaco, ciencias básicas para fundamentar la experiencia de enfermedad de la persona y luego brinda formación troncal, es decir, el desarrollo de competencias para que los enfermeros acompañen a la persona que experimenta una enfermedad o un proceso de salud, desde la gestación hasta la muerte. Aunque el corazón de la profesión sigue siendo el cuidado, se ha incorporado el modelo de Callista Roy, que se basa no solo en el cuidado sino también en la adaptación a un proceso de enfermedad, hasta lograr que el paciente también tenga autonomía en este, sostuvo Carvajal.

Por otra parte, el plan de la Universidad Nacional, que estaba organizado por ciclo vital, ahora se conforma de acuerdo con el fenómeno de la salud, crónico, agudo y crítico; con el componente de la salud pública, mental o materno-perinatal; la gestión de enfermedades, los servicios de salud, las áreas de unidad fundamentales que se acercan al paciente de acuerdo con la condición de la enfermedad, expuso Carrillo.

La visión de la enfermería para los próximos años

Ambas decanas resaltan que, desde sus facultades, diseñan el perfil del profesional y le dan uno u otro enfoque siempre basado en la mejor evidencia posible y en la necesidad de la realidad del país en todos los contextos, social, económico y político, que determinan la categoría salud.

La visión de la enfermería para los próximos años, según Carrillo, estará enfocada en que los profesionales conecten equipos de salud, que puedan ser guía e integradores de profesionales y sus diferentes saberes, que salgan de la zona de confort y desarrollen más habilidades y competencias enfocadas en estudios de alta complejidad, maestrías y doctorados. Además, deben propender por que se reconozca el talento del personal de enfermería y su especialización y, lo más importante, que se reconozca la profesión como la disciplina y la ciencia del cuidado del paciente que aporta para la resolución de problemas, que conecta sistemas de acuerdo con las políticas públicas, que es 100% humanista; profesionistas que creen, vigilen y fomenten el cuidado de la salud y sean sensibles a las necesidades de los otros, es decir, que sea una profesión transformadora que articula.

Desde su perspectiva, Carvajal considera que la enfermería afrontará los desafíos del aumento de la prevalencia de enfermedades crónicas, así como su papel en la atención primaria en el campo, en las escuelas, en la coordinación de atención y cuidado de transición del hospital a la casa, para garantizar un adecuado cuidado y recuperación, tanto en las esferas de salud mental como de cuidado paliativo, porque a esas dimensiones de enfermedad nos seguiremos enfrentando. Asimismo, el futuro va a estar enfocado en atraer más talento, porque hay escasez de enfermeros, profesionales que se empoderen no solo de la práctica clínica sino investigativa y educativa, para que el sistema sea más equitativo y seguro, de acuerdo con el rediseño que se necesita para atender las condiciones del país.

*La Universidad de Colombia es una de las universidades públicas más importantes del país.  **La Universidad de la Sabana es una universidad privada con larga trayectoria en formación de profesionales en enfermería.

Carrillo, Ph. D., y Carvajal, Ph. D., han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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