Misterio de la historia: ¿Mató un hematoma subdural a Tomás de Aquino?

Randy Dotinga

Conflictos de interés

11 de mayo de 2023

LOS ANGELES, USA. Hace casi 750 años una misteriosa enfermedad se cobró la vida del teólogo italiano Tomás de Aquino antes de que alcanzara la sexta década de vida. Ahora un equipo de estudiantes de medicina y un neurocirujano creen haber identificado la causa de su fallecimiento: un hematoma subdural crónico.[1]

Los investigadores llegaron a esta conclusión tras analizar informes sobre los últimos días del santo católico y examinar un cráneo en una abadía italiana que podría (o no) ser el suyo.

"En última instancia esta es una historia típica de hematoma subdural crónico", dijo el estudiante de medicina del University of Kansas Medical Center, Gabriel J. LeBeau, quien presentó los hallazgos el 22 de abril en el Congreso de la American Association of Neurological Surgeons (AANS) de 2023.

Tomás de Aquino por Carlos Crivelli en 1476 (Dominio público)

Si están en lo cierto, los investigadores habrán precisado la causa del deceso de una de las personas más influyentes que han existido en el mundo occidental, un fraile dominico que escribió millones de palabras en el siglo XIII y que aún hoy es venerado como filósofo, reformador del pensamiento cristiano y hombre de fe.

Precursor de las batallas ideológicas del siglo XXI, Tomás de Aquino trató de conciliar ciencia y religión. Una de sus creencias fundamentales era: "La razón y la fe son eminentemente compatibles, porque Dios no puede ser la fuente de una contradicción o de un error", según el libro de 2022 The New Cambridge Companion to Aquinas.

Tomás de Aquino falleció el 7 de marzo de 1274 a la edad de 48 años en una abadía a medio camino entre Roma y Nápoles. Según los relatos históricos recogidos por el equipo de investigación, aproximadamente cinco semanas antes se había golpeado la cabeza con la rama de un árbol caída de lado mientras viajaba de Nápoles al Segundo Concilio de Lyon, una reunión de líderes católicos en una localidad francesa.

Aquino quedó "aturdido" y cayó al suelo, según los relatos y permaneció cerca del lugar durante cuatro o cinco días. Aunque estaba débil y había perdido el apetito, seguía lúcido y no tenía fiebre ni disfunciones neurológicas focales. Fue trasladado a la abadía de Fossanova, Italia, donde permaneció un mes. Su estado empeoró presentando debilidad, falta de apetito por náusea y somnolencia. Después falleció.

Existen múltiples teorías sobre la causa de muerte de Tomás de Aquino. Según LeBeau, el poeta italiano Dante acusó a un monarca llamado Carlos de Anjou de envenenarlo para impedir que se convirtiera en cardenal o Papa. Pero no hay pruebas que apoyen esta teoría, comentó LeBeau a Medscape Noticias Médicas.

En tiempos modernos un informe de 2017 publicado en The Lancet Neurology señala que Aquino sufrió ictus o ictus isquémicos transitorios antes de su accidente con la rama del árbol.[2] En el informe se conjetura que estos ictus provocaron la contracción del cerebro y empeoraron los efectos cuando la rama del árbol le causó un hematoma epidural.

Para el nuevo informe LeBeau y sus colaboradores examinaron relatos sobre la enfermedad del santo y visitaron la abadía de Fossanova para ver un cráneo parcial que se cree suyo.[3]

"Faltan la mandíbula y grandes porciones del hueso occipital, el parietal y gran parte de la base del cráneo. Sin embargo, el hueso cigomático, los huesos faciales y el hueso frontal estaban prácticamente intactos", señaló LeBeau.

Las pruebas convencieron al equipo de que Tomás de Aquino falleció de un hematoma subdural crónico causado por el traumatismo craneal anterior.

"Hubo un traumatismo menor seguido de un periodo de lucidez y relativa normalidad y luego un deterioro gradual", destacó LeBeau, lo que encaja con la teoría de un hematoma creciente. Y Aquino presentaba "síntomas característicos", como debilidad generalizada, pérdida de la capacidad para hablar o entender el lenguaje, náusea, falta de apetito y somnolencia.

No está claro si sufrió una conmoción cerebral inicialmente, aunque es posible, agregó LeBeau.

Los hematomas subdurales crónicos crecen lentamente con el tiempo y pueden comprimir el cerebro e hincharlo, manifestó a Medscape Noticias Médicas el neurocirujano de la Mayo Clinic, Dr. Teodoro Forcht Dagi, maestro en salud pública.

El Dr. Dagi, que estudia historia de la medicina, comentó que el diagnóstico de hematoma tiene sentido. No hay indicios de fractura de cráneo y tampoco parece probable que se tratara de un derrame cerebral. Se habría producido bruscamente (de ahí el nombre de "ictus", que hace referencia a lo repentino de la afección) y habría dañado inmediatamente la salud del santo.

¿Y si Tomas de Aquino viviera en tiempos modernos y sufriera ahora un hematoma subdural crónico? "Si no hubiera factores de complicación obtendríamos imágenes, se sometería a cirugía y habría sobrevivido", puntualizó el especialista.

Si bien la teoría sobre el deceso del santo es "un diagnóstico clínico contundente", LeBeau indicó que se necesitan más pruebas. Los investigadores esperan utilizar la espectrometría de fluorescencia de rayos X no invasiva para examinar el cráneo en Italia y otro cráneo en Toulouse, Francia, que también se cree que pertenece a Aquino.

No se declaró fuente de financiación del estudio. Los autores y el Dr. Dagi han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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