Las personas con antecedentes de síntomas depresivos tienen 46% más de riesgo de ictus que las que no tienen antecedentes de depresión, según sugiere una nueva investigación.[1]
Los datos del estudio internacional INTERSTROKE también mostraron que las personas con síntomas depresivos antes de un ictus tenían peores desenlaces, incluida una tasa de mortalidad significativamente mayor en el primer mes después del ictus.
Estos hallazgos se basan en investigaciones previas sobre la asociación entre la depresión y el ictus, incluido un estudio que mostró un mayor riesgo de ictus incidente entre aquellos con una gran cantidad de síntomas depresivos y otro que encontró que el empeoramiento de la depresión puede preceder al ictus en adultos mayores.

Dr. Robert Murphy
"La depresión es un factor de riesgo importante para el ictus agudo y es potencialmente un contribuyente modificable a la carga global del ictus", dijo a Medscape Noticias Médicas el investigador principal, Dr. Robert Murphy, consultor en medicina geriátrica e ictus, e investigador del centro de investigación clínica de la University of Galway, en Irlanda. "En este estudio, incluso los síntomas depresivos leves se asociaron con un mayor riesgo, y esto se suma a la literatura sobre que en toda la gama de síntomas depresivos existe una asociación con un mayor riesgo de ictus".
Los hallazgos se publicaron en versión electrónica el 8 de marzo en Neurology.[1]
Riesgo significativo de ictus
Para el análisis, los investigadores recopilaron datos sobre 26.877 casos y controles en 32 países que participaron en INTERSTROKE, un estudio internacional de casos y controles sobre los factores de riesgo de un primer ictus agudo. Los participantes fueron reclutados entre 2007 y 2015 y completaron una serie de cuestionarios sobre factores de riesgo de ictus, incluidas medidas que evaluaron síntomas depresivos experimentados en los últimos 12 meses.
Después de ajustar por ocupación, educación, índice de riqueza, dieta, actividad física, consumo de alcohol y antecedentes de tabaquismo, tener síntomas depresivos previos al ictus se asoció con mayores probabilidades de sufrir un ictus agudo (odds ratio ajustado [ORa]: 1,46; intervalo de confianza [IC] de 95%: 1,34 a 1,58), incluyendo tanto la hemorragia intracerebral (ORa: 1,56; IC 95%: 1,28 a 1,91) como el ictus isquémico (ORa: 1,44; IC 95%: 1,31 a 1,58).
El riesgo de ictus fue mayor con el aumento de la gravedad de la depresión, pero incluso aquellos con depresión leve tenían un aumento del riesgo de 35% (ORa: 1,35; IC 95%: 1,19 a 1,53).
El aumento en el riesgo se mantuvo incluso después de ajustar aún más según la diabetes, hipertensión, fibrilación auricular, el índice de masa corporal y el estrés en el trabajo, el hogar y financiero.
La asociación fue consistente en todas las regiones geográficas y grupos de edad, pero fue más fuerte en los hombres y en los que no tenían hipertensión.
"Este estudio analiza diferentes constructos sobre la depresión e identifica que en todo el espectro de síntomas depresivos leves, moderados y graves existe una asociación con el ictus agudo, y que surge un gradiente biológico con una carga creciente de síntomas depresivos asociados con un aumento en el riesgo", apuntó el Dr. Murphy.
¿Un efecto mediador de los antidepresivos?
Si bien los síntomas depresivos previos al ictus no se asociaron con mayores probabilidades de una peor gravedad de este, sí se asociaron con peores desenlaces (p < 0,001) y una mayor mortalidad (10% frente a 8,1%; p = 0,003) un mes después del ictus.
En un análisis de subgrupos, los investigadores no encontraron asociación entre los síntomas depresivos y el riesgo de ictus en pacientes que tomaban antidepresivos.
Si bien no se pueden hacer suposiciones de causalidad a partir de estos hallazgos, "este análisis de subgrupos sugiere que existe un mayor riesgo de ictus para las personas con depresión, lo cual podría atenuarse si el paciente recibe el tratamiento adecuado", señaló el Dr. Murphy. "Esta es un área que merece seguir siendo explorada".
Los mecanismos que vinculan la depresión con el ictus no están claros, pero estos hallazgos ofrecen una fuerte evidencia de que existe ese vínculo, continuó el Dr. Murphy.
"Ajustamos los factores de confusión potenciales en modelos secuenciales y, después de ajustar los factores de riesgo cardiovasculares tradicionales, hubo una asociación constante entre los síntomas depresivos y el ictus, lo que identificó que probablemente haya una asociación independiente entre ambos padecimientos", dijo el Dr. Murphy.
Todavía quedan preguntas sin resolver
Al comentar el estudio para Medscape Noticias Médicas, el Dr. Daniel T. Lackland, doctor en salud pública, profesor de la División de Neurociencias Traslacionales y Estudios de Población, Departamento de Neurología, de la Medical University of South Carolina, en Charleston, Estados Unidos, dijo que se suma a un cuerpo de investigación cada vez mayor sobre la asociación de ictus y depresión.
"En este caso, la depresión podría ser un factor de riesgo de sufrir un ictus", dijo el Dr. Lackland, que no formó parte del estudio. Además, el estudio sugiere que "tratar la depresión puede tener beneficios adicionales más allá de la salud mental, en este caso, la reducción de los riesgos de ictus".
Sin embargo, es importante, como con cualquier estudio observacional, que puede haber factores de confusión que pueden ofrecer una explicación alternativa para los hallazgos.
"Además, a menudo es difícil evaluar con precisión la depresión en las personas, y específicamente en las personas que han tenido un ictus", dijo el Dr. Lackland. "Si bien este estudio en particular agrega la depresión como un factor de riesgo y sugiere su tratamiento para reducir los riesgos, es importante enfatizar que los factores de riesgo de ictus tradicionales, incluida la hipertensión, deben reconocerse y tratarse con gran rigor".
El estudio INTERSTROKE fue financiado por Canadian Institutes of Health Research, Heart and Stroke Foundation of Canada, Canadian Stroke Network, Swedish Research Council, Swedish Heart Lung Foundation, AFA insurance, The Health & Medical Care Committee of the Regional Executive Board, Region Västra Götaland y a través de subvenciones sin restricciones de varias compañías farmacéuticas con importantes contribuciones de AstraZeneca, Boehringer Ingelheim (Canadá), Pfizer (Canadá), Merck Sharp & Dohme, Swedish Heart Lung Foundation, Chest Heart & Stroke Scotland y Stroke Association (Reino Unido). Los Dres. Murphy y Lackland han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
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CRÉDITO
Imagen principal: Dreamstime
Imagen 1: Dr. Robert Murphy
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Citar este artículo: Los síntomas depresivos se asocian con un mayor riesgo de ictus y peores desenlaces - Medscape - 17 de marzo de 2023.
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