La electroporación irreversible elimina 85% de los tumores prostáticos sin incontinencia residual

Dr. Javier Cotelo

9 de marzo de 2023

MADRID, ESP. La electroporación irreversible logra un elevado control de los tumores de próstata a los 3 años, con excelentes resultados en cuanto a calidad de vida (continencia urinaria y potencia sexual), en un grupo de pacientes seleccionados.[1]

Ochenta y cinco por ciento de los pacientes con cáncer de próstata tratados con electroporación irreversible en la Clínica Universidad de Navarra ha controlado el tumor y mantiene una muy buena calidad de vida, ya que 100% conserva la continencia urinaria y casi 92% la potencia sexual, señala un estudio publicado en The Journal of Urology.[1]

Es la primera serie prospectiva de pacientes de un hospital español con esta terapia focal avalada por una revista de alta impacto. Se confirmó la eficacia y seguridad de esta tecnología para hacer frente al tumor más prevalente en varones. Se diagnosticaron 260.000 casos nuevos de cáncer de próstata en España en 2020, además es una de las principales causas de mortalidad oncológica, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

Dr. Bernardino Miñana/Fuente: Clínica Universidad de Navarra

El Dr. Bernardino Miñana, coordinador del Área de Cáncer de Próstata del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra (CCUN), y autor principal del estudio, comentó a Medscape en español: "La electroporación irreversible es una técnica de ablación de tejido que se fundamenta en el paso de una serie de pulsos eléctricos mediante un volumen de tejido que define el urólogo mediante la colocación, a través de la piel del periné, de unos electrodos".

"De esta forma, tras haber identificado donde está el tumor en el interior de la próstata gracias a una resonancia magnética y una biopsia con fusión transperineal, somos capaces de destruir el tumor con un margen de seguridad de una forma mínimamente invasiva", destacó.

Seguridad y calidad de vida

El objetivo del estudio fue evaluar los resultados de seguridad y calidad de vida del paciente con cáncer de próstata localizado tratado con la técnica de electroporación irreversible. Se trata de un estudio en fase 2 de un solo centro, cuyos criterios de inclusión de pacientes fueron cáncer de próstata grados 1 y 2, según la International Society of Urological Pathology, con una determinación del antígeno prostático específico menor o igual a 15 ng/ml y un estadiaje menor o igual a cT2b.

Dr. Claudio Martínez-Ballesteros/Fuente: AEU

El Dr. Claudio Martínez-Ballesteros, urólogo del Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda de Madrid, especialista ajeno al estudio, manifestó a Medscape en español: "El trabajo en sí mismo es interesante en tanto que es una serie de casos con tres años de seguimiento oncológico acerca de una técnica en desarrollo. Aunque hay pocas series publicadas y extraer conclusiones comunes a todas ellas es difícil por la heterogeneidad de las distintas muestras".

"El estudio que presentan tiene un tamaño muestral corto (el equipo de especialistas de Lyx Urología tiene casi el doble de pacientes tratados en el doble de periodo temporal) pero se ajusta a las consideraciones generales acerca de la terapia focal en cáncer de próstata en el mundo. Los resultados están en consonancia con los obtenidos por otros grupos, de ahí la validez científica".

Muy bajo impacto funcional

"Desde el punto de vista técnico, el tratamiento con electroporación irreversible es una modalidad interesante porque aun cuando los resultados en las distintas series publicadas se alejan un poco de los esperados en cuanto a preservación de funcionalidad sexual, el control oncológico es superponible al mostrado por otras modalidades energéticas en este campo", añadió el especialista.

"Además, a favor de la electroporación, es preciso matizar que el impacto funcional, sigue siendo inferior frente a otras técnicas. Este aspecto no ha sido demostrado científicamente, pues no hay ensayos aleatorizados que hayan comparado distintas técnicas frente a frente. Aun así, los datos de control oncológico parecen ser similares y el impacto sobre la función miccional y sexual tras el tratamiento favorece a la electroporación", destacó.

En el estudio se realizó una ablación de las lesiones índice con margen de seguridad y el objetivo final primario fue el control del cáncer, definido como la ausencia de cualquier tumor comprobado mediante biopsia de control a los 12 meses del procedimiento y ante la sospecha en base a la cifra del antígeno prostático específico y hallazgos en la resonancia magnética. Por otra parte, la calidad de vida se evaluó utilizando el dominio de continencia urinaria compuesto del índice de cáncer de próstata expandido.

Seguimiento de 36 meses

"El análisis incluyó un total de 41 pacientes consecutivos reclutados desde noviembre de 2014 hasta julio de 2021, con una mediana de seguimiento de 36 meses. La cohorte prospectiva publicada con el seguimiento más prolongado hasta la fecha con esta tecnología", según manifiesta una nota de prensa en la página web del centro el Dr. Miñana.[2]

Treinta de los pacientes (73%) tenía tumores de grado 1 según la clasificación de la Sociedad Internacional de Patología Urológica, 10 (24%) de grado 2 y únicamente uno de grado 3 (2,4%).

Entre los resultados se observó recurrencia en 39% (16 de 41) de toda la cohorte y 16 de los 33 (48,4%) a los que se les realizó biopsia. Se detectó recurrencia local en cinco (15%) y fuera del campo en once (33,3%).

Además en diez de los 41 (24,6%), tres de cinco (60%) que presentaron recurrencias en el campo tenían tumores significativos (escala de Gleason entre 4 y 5; más de un núcleo o cualquiera de ellos mayor de 5 mm).

La mediana de sobrevida sin recurrencia fue de 32 meses (IC 95%: 6,7 a 57,2), así como 26 pacientes (63,4%) no tuvieron un tratamiento de rescate.

Pleno de continencia urinaria

Todos los pacientes (100%) del estudio mantuvieron la continencia urinaria y la potencia permaneció conservada en casi 92% de ellos.

"Realmente esos resultados no parecen muy superponibles a los de series más largas en centros con más experiencia. En lo que respecta a la incontinencia, hay que matizar en qué grado se considera la misma. Hasta donde se conoce, es cierto que no se han comunicado datos acerca de incontinencia urinaria total con esta técnica, ni en nuestra experiencia, con 91 casos tratados desde 2016, hemos tenido ningún caso similar", señaló el Dr. Martínez Ballesteros.

"Dicho esto, es probable que ningún paciente tenga que ser sometido a tratamiento quirúrgico para una incontinencia permanente, pero los datos de toxicidad en este sentido en la fase precoz del tratamiento no son detallados y es ahí donde está el matiz. Este impacto en la continencia urinaria es aparentemente inferior a otras técnicas de ablación focal, pero no hay comparaciones directas publicadas", puntualizó.

Función sexual superior a otras técnicas

"En lo referente al deterioro en la función sexual, solo en la capacidad de tener erección suficiente para penetrar, la electroporación parece superior a otras técnicas. Si bien las series publicadas hasta ahora oscilan en índices similares o ligeramente superiores", añadió el urólogo.

El impacto en cualquiera de las dos esferas funcionales mencionadas depende de la localización de las lesiones tratadas y su relación anatómica con las estructuras críticas relacionadas con el control de estas funciones. "En este artículo no se detalla con precisión la localización de las lesiones tratadas. Más aún, si se hiciera se debería comparar el impacto en función de la localización de la lesión, pero en un trabajo de solo 41 pacientes las concusiones carecerían de valor extrapolable al resto".

Sin contraindicaciones y repetible

El Dr. Miñana puntualizó: "Los pacientes que más se benefician de este abordaje son aquellos con un tumor de bajo riesgo o intermedio localizados en un lugar de la próstata que permita su tratamiento de forma segura. A priori es una técnica sin contraindicaciones si se cumplen los criterios referidos".

"Asimismo, el procedimiento puede ser repetido en varias ocasiones y no impide la aplicación en el futuro de otras técnicas de rescate, como la prostatectomía o la radioterapia", agregó.

El especialista resaltó algunas ventajas de la técnica frente a otros abordajes no invasivos. "Se puede realizar de una forma prácticamente ambulatoria. El paciente puede ser dado de alta en 24 horas sin sonda y prácticamente sin síntomas y como ya comenté, no impide tratamientos de rescate posteriores en caso de que haya una recidiva".

Precisa de seguimientos prolongados

El artículo también recoge que existe una proporción de pacientes con riesgo de desarrollar nuevos tumores en las zonas no tratadas, lo cual obliga a realizar seguimientos prolongados para conseguir su detección precoz.

"En aquellos pacientes que no responden al tratamiento, dependiendo de la agresividad del tumor y su localización dentro de la próstata, puede repetirse el tratamiento con la electroporación, someterse a una prostatectomía radical, radioterapia o incluso realizar una vigilancia activa", añadió el Dr. Miñana.

"La electroporación irreversible en próstata es una técnica ablativa con demostrada validez oncológica y con un perfil de toxicidad inferior al de otras fuentes de energía, pero los resultados en nuestro medio no son tan óptimos como los que teóricamente deberían ser, teniendo en cuenta que esta técnica preserva el tejido neurovascular", concluyó el Dr. Martínez-Ballesteros.

El Dr. Bernardino Miñana ha recibido honorarios personales y apoyo no financiero de GSK, Astellas Pharma, Werfen y Jannsen. El Dr. Claudio Martínez-Ballesteros ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

Siga al Dr. Javier Cotelo de Medscape en español en Twitter @Drjavico.

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