REVISIÓN DE ARTÍCULOS

Nanomedicina: ¿hacia dónde van la tecnología y la salud? Revisiones del 2022 y perspectivas para 2023

Alejandra Anahí Martínez Delgado

6 de marzo de 2023

En este contenido

Nanomedicina en tratamientos

El objetivo terapéutico ha sido uno de los más perseguidos dentro de la nanotecnología. Durante 2022 se publicaron varios trabajos relacionados con el desarrollo de vacunas y la encapsulación de componentes activos con fines terapéuticos, así como trabajos para la inmovilización y liberación de fármacos en sitios específicos para la mejora de su efecto.

Estudios preclínicos han mostrado la efectividad de nanopartículas con tratamientos quimioterapéuticos como abraxane o doxil. Entre la diversidad de fármacos, doxil fue el primero aprobado en 1995 por la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos y posteriormente surgieron otros, como paclitaxel, basado en nanopartículas de paclitaxel estabilizadas con albúmina para el manejo de distintos tipos de cáncer.

Algunos ejemplos de fármacos: peginterferon beta-1a desarrollado para el tratamiento de esclerosis múltiple, pegfilgrastim en el tratamiento de neutropenia, rurioctocog alfa pegol para hemofilia, estradiol emulsión tópica en micela polimérica desarrollada para el tratamiento de síntomas de la menopausia, así como otros basados en liposomas, como irinotecan liposomal para el tratamiento del sarcoma de Kaposi.

Un desarrollo de vacunas microparticuladas y nanoparticuladas es el correspondiente al desarrollado en Estados Unidos contra el virus del papiloma humano 16; de acuerdo con su publicación en septiembre de 2022, después de las pruebas preclínicas en ratones encontraron que las formulaciones evaluadas lograron una respuesta inmune sostenida.[6]

El National Institute of Allergy and Infectious Diseases (NIAID) se encuentra actualmente en la evaluación de fases 1 y 2 de la vacuna elaborada con nanopartículas de ferritina gp350 contra el virus de Epstein-Barr, causante de mononucleosis infecciosa; el ensayo multicéntrico implementará la vacuna en un esquema de 2 dosis en 60 participantes con el fin de determinar su efectividad y seguridad.

Otro ejemplo de nanovacunas fue el presentado por Velarde en la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH) para la prevención de amibiasis, el cual consistió en el desarrollo de una vacuna experimental con la funcionalización de nanotubos de carbono con péptidos derivados de lectina de 220 kDa de Entamoeba histolytica evaluada en ratones vacunados, sin encontrar toxicidad en los organismos.

Después de la pandemia de COVID-19 la nanoterapia ha sido una herramienta para nuevas investigaciones; un ensayo clínico de fase 2a en Estados Unidos evaluó en 24 pacientes con COVID-19 la eficacia y seguridad de un conjugado de dendrímero-N-acetilcisteína hidroxilopoliamidoamina (OP-101) dirigido a macrófagos activados, que fue administrado en dosis única intravenosa. En dicho estudio encontraron una disminución de los marcadores proinflamatorios y de lesión neurológica, además de la reducción del riesgo de mortalidad y ventilación mecánica, principalmente en las dosis de 4 y 8 mg/kg.[7]

En México un trabajo de investigación del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California (CICESE) reportó la síntesis de nanopartículas luminiscentes funcionalizadas con quitosano y ácido fólico contra el cáncer de mama, que descartó in vitro la citotoxicidad del preparado además de realizaruna evaluación farmacocinética en modelo murino, presentando una disminución de células cancerígenas.

Por su parte, el Centro francés Jean Perrin realiza un ensayo clínico fases 1 y 2 (NANO-GBM) para encontrar la mejor dosis de la combinación de nanopartículas de gadolinio Gd-quelatos de polisiloxano (AGuIX) combinado con temozolomida y radioquimioterapia para el tratamiento de glioblastoma.

Otro ensayo clínico en fase 1 planea la evaluación de la eficacia de nanoliposomas de ceramida C6 (CNL) en pacientes con leucemia mieloide aguda con baja respuesta al tratamiento inicial. De acuerdo con lo reportado en la literatura, el aumento de la ceramida puede ayudar a contrarrestar la resistencia a los fármacos en tumores tratados con quimioterapia.

Nanopartículas con defasirox también fueron evaluadas en línea celular contra el cáncer de mama, las cuales mostraron una actividad antitumoral.[8]

El efecto citotóxico por inducción de apoptosis se reportó en un estudio contra el mieloma múltiple, que cual evaluó 3 sistemas de nanocompuestos: As4S4/ZnS/Fe3O4 (1:4:1), As4S4/ZnS/Fe3O4 con ácido fólico y As4S4/ZnS/Fe3O4 con ácido fólico y albúmina en líneas celulares.[9]

Las aplicaciones de nanopartículas se encuentran hasta en campos como el de la oftalmología; el último año se solicitó la patente en España de un sistema de nanopartículas funcionalizadas con aminosilanos para aplicaciones oftalmológicas.

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