¿Es la preeclampsia una bomba de tiempo cardiovascular para las madres?

Marcus A. Banks

Conflictos de interés

8 de febrero de 2023

Las mujeres que experimentan preeclampsia durante el embarazo tienen casi el doble de probabilidades de sufrir un infarto de miocardio o un ictus dentro de los 20 años posteriores al parto que las mujeres embarazadas sin preeclampsia, según un estudio publicado en European Journal of Preventive Cardiology.[1] Los riesgos son especialmente altos en la primera década después de dar a luz, encontraron los investigadores.

La preeclampsia es la presentación de hipertensión después de la semana 20 de embarazo, combinada con signos de daño en los órganos, como exceso de proteínas en la orina. Puede ocurrir hasta en 8% de los embarazos y es bien conocida la asociación entre la preeclampsia y los riesgos cardiovasculares a largo plazo, pero el nuevo estudio sugiere que estos aparecen mucho antes de lo esperado en la vida: desde los 30 años, en un momento en que las mujeres a menudo no son examinadas para detectar signos de problemas cardiacos.

"Las intervenciones dirigidas no pueden esperar hasta que las mujeres con preeclampsia sean elegibles para los programas de detección convencionales en la mediana edad", dijo a Medscape Noticias Médicas Sara Hallum, Ph. D., coautora del estudio.

Hallum, que era candidata a doctora en epidemiología en la University of Copenhagen en Dinamarca en el momento del estudio, y sus colaboradores evaluaron los antecedentes médicos de más de 1,1 millones de mujeres en Dinamarca que quedaron embarazadas 1 o 2 veces entre 1978 y 2017. De este grupo, 3% había experimentado preeclampsia. Compararon las tasas de infarto de miocardio e ictus entre los 2 grupos a lo largo del tiempo.

Mientras que 1,2% de toda la población del estudio había experimentado un infarto de miocardio o ictus dentro de los 20 años posteriores al parto, 2% de las mujeres con antecedentes de preeclampsia experimentaron tal evento. Dentro de la primera década después del parto, las mujeres con antecedentes de preeclampsia tenían 4 veces más probabilidades de sufrir un infarto de miocardio y 3 veces más probabilidades de sufrir un ictus que otras mujeres.

Las mujeres de 30 a 39 años con antecedentes de preeclampsia tenían casi 5 veces más probabilidades de sufrir un infarto de miocardio y 3 veces más probabilidades de sufrir un ictus que las mujeres de la misma edad. Y si una mujer dio a luz 2 veces y tuvo preeclampsia solo durante el segundo embarazo, tenía un riesgo especialmente alto de sufrir un infarto de miocardio, encontraron los investigadores.

"Las mujeres con antecedentes de preeclampsia deben ser monitoreadas de forma rutinaria para detectar factores de riesgo modificables, en particular para el aumento de la presión arterial", señaló la Dra. Hallum.

La población danesa de este estudio es homogénea racialmente, por lo que los investigadores no pudieron distinguir los efectos de la preeclampsia por grupo racial. En Estados Unidos, existe evidencia sólida que muestra que las mujeres negras experimentan los efectos de la preeclampsia más que otras.[2]

Una pista útil sobre el riesgo cardiaco

La Dra. Ellen Seely, endocrinóloga del Brigham and Women's Hospital en Boston, Estados Unidos, especialista en preeclampsia, comentó que es menos probable que los médicos pregunten a las mujeres embarazadas si han tenido preeclampsia que si fuman o tienen antecedentes familiares de infartos. Como resultado, pueden pasar por alto un evento cardiovascular inminente, especialmente en mujeres más jóvenes que parecen saludables.

"La presión arterial alta emergente no debe ignorarse" en una mujer joven aparentemente saludable, comentó la Dra. Seely, particularmente si esa mujer ha mencionado un historial de preeclampsia. El primer paso del médico debe ser verificar la presión, continuó la Dra. Seely. Si hay hipertensión evidente, se debe seguir un tratamiento inmediato, como promover una mayor actividad física y una dieta más saludable. La espera vigilante en tales casos es inapropiada, agregó.

Aunque la experiencia de tener preeclampsia es desagradable y aterradora, la Dra. Seely anotó que, al menos en un sentido, puede resultar ventajoso. Algunas mujeres que no experimentaron preeclampsia terminarán teniendo un infarto, a veces sin previo aviso de que algo andaba mal. Al menos un historial de preeclampsia proporciona una pista de que las mujeres deben cuidar su corazón.

"El paciente lleva su historia consigo dondequiera que vaya", anotó la Dra. Seely. Por ahora, esta realidad a menudo requiere que las mujeres mencionen su historial de embarazo incluso si un profesional no pregunta. Algún día, dijo la Dra. Seely, preguntar sobre este antecedente se volverá tan rutinario para los profesionales como preguntar sobre la historia familiar.

El estudio fue financiado por la Danish Heart Foundation. Hallum, Ph. D., y la Dra. Seely han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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