No obstante que los cardiólogos poseen el conocimiento sobre enfermedad cardiovascular y factores de riesgo, tienen una alta prevalencia de estos, destacando para ambos sexos la disconformidad en las condiciones laborales y para las cardiólogas una alta prevalencia de violencia de género laboral, de acuerdo a un estudio realizado por la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) publicado en la Revista Argentina de Cardiología.[1]

Dra. Bibiana Rubilar
"La encuesta es rica y medible en una población que está en cautiverio y refleja una realidad de lo que se vive en esta", mencionó la Dra. Bibiana Rubilar, delegada del Área Mujer de la Sociedad Argentina de Cardiología para la Sociedad Interamericana de Cardiología y una de las autoras del trabajo.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de morbimortalidad en la sociedad actual y la mayoría puede prevenirse si se controlan los factores de riesgo tradicionales, como consumo de tabaco y alcohol, mala alimentación e inactividad física.[2] Debido a esto los especialistas en cardiología se esfuerzan día a día para controlar estos factores en sus pacientes y disminuir la patología.
Sin embargo, los profesionales de la salud no están exentos de padecer los factores de riesgo y en el caso de los cardiólogos no siempre ponen en práctica las recomendaciones que formulan a sus pacientes.
Con este antecedente, el objetivo del trabajo fue detectar el nivel de bienestar, equidad laboral y violencia de género, así como conocer la prevalencia de los factores de riesgo cardiovasculares en los especialistas en cardiología argentinos.
"Esta encuesta no se hizo inicialmente para ver violencia de género en la mujer ni mucho menos; en primera instancia la habíamos elaborado en cuanto a los factores de riesgo no tradicionales que llevan a la enfermedad cardiovascular, pensando en el estrés y formulamos la pregunta para conocer sobre la violencia de género para ambos sexos; justamente como la planteamos, vimos que la había sufrido más la mujer y perteneciendo a dicha área nos cuestionamos de qué se trata esto", comentó la Dra. Rubilar.
El estudio fue observacional, de corte transversal, realizado a través de una encuesta en un formulario digital, anónima y de participación voluntaria distribuida durante el mes de septiembre de 2021.
Se obtuvieron datos personales, medidas antropométricas, factores de riesgo tradicionales y antecedentes propios y familiares de enfermedad cardiovascular.
Se recabó información sobre profesión, años de especialidad, densidad de la población del sitio donde ejercen y localidad, carga horaria semanal, guardias médicas de 12 o 24 horas y tiempo de traslado al lugar de trabajo, así como hábitos, controles de salud y otros factores de riesgo no tradicionales.
Se les consultó acerca de bienestar profesional, violencia de género laboral y doméstica y adicionalmente a las mujeres sobre su historia obstétrica, menopausia y crecimiento profesional en función de la maternidad.
Participaron 611 especialistas en cardiología, de los cuales 59,5% fue de sexo masculino y 40,5% de sexo femenino.

Dra. Verónica Crosa
"Uno de los principales desafíos que enfrentamos consistió en que los especialistas en cardiología aceptaran tomarse el tiempo para participar en la encuesta, ya que en general los profesionales de la salud, al menos en nuestro país, están sobrecargados en su agenda y no suelen pensar en su propia salud cardiovascular", comentó la Dra. Verónica Crosa, directora del área Corazón y Mujer de la Sociedad Argentina de Cardiología y primera autora de la investigación.
Sesenta y tres por ciento de los encuestados reportó trabajar más de 44 horas a la semana sin diferencias por sexo; sin embargo, predominaron las especialistas mujeres (38% frente a 28%) en las guardias médicas de 12 o 24 horas.
"Vimos que por no dejar la actividad dentro de su familia, las mujeres agrupan las horas; por ejemplo, en vez de trabajar cinco días de la semana algunas horas, trabajaban dos días completos las 24 horas de corrido", explicó la Dra. Rubilar, señalando que la alteración del sueño también es un factor predisponente de enfermedad cardiovascular.
Tampoco hubo diferencias por sexo en la percepción de bienestar laboral, donde dos de cada tres cardiólogos consideraron que la carga de trabajo era excesiva. La misma proporción opinó que su remuneración no era acorde a su formación académica, con 75% de mujeres frente a 60% de hombres.
De acuerdo al reporte de Women as one aún existe una brecha salarial importante en la retribución económica en el personal médico, que llega a ser casi 30% menos que al hombre en algunos casos.
Esta percepción de inequidad opera como un factor de estrés crónico, calificado como un factor de riesgo para enfermedad cardiovascular no tradicional.
Sobre el efecto que tuvo la pandemia de COVID-19, 84% de los encuestados consideró que les generó sobrecarga tanto laboral como personal, sin embargo, entre las mujeres esta percepción también fue mayor (88% frente a 80%).
"Este año sufrimos la pandemia, lo que la mujer, por el simple hecho de ser madre además de médica y cardióloga, tenía que hacer labores y quehaceres domésticos y en muchos casos estar a cargo de niños, de su educación y realmente se vieron sobrepasadas por la situación y no había algo equitativo, no se puede decir que el hombre lo sufrió igual que la mujer", manifestó la Dra. Rubilar.
Sobre otros factores de riesgo, los hombres tuvieron más antecedentes de enfermedad cardiovascular propia, sobrepeso y obesidad, con una mediana mayor de triglicéridos, mientras que las mujeres fueron más sedentarias, con una mediana mayor en colesterol, padecieron mayor dificultad para dormir, así como desinterés, pensamientos negativos e infelicidad.
La carga laboral que reportaron los especialistas puede explicar la falta de adherencia a hábitos saludables.
"Teníamos la hipótesis de que los especialistas en cardiología no cumplíamos con las mismas pautas que indicábamos a los pacientes, la cual se confirmó; somos más sedentarios, nos adherimos menos a las pautas saludables y no hacemos controles periódicos", aclaró la Dra. Crosa.
Sesenta y dos por ciento de las cardiólogas consideró que la maternidad limitó su desarrollo profesional, visibilizando la desigualdad que enfrentan las mujeres para cumplir su trabajo sumada a la asignación del papel de cuidado en el ámbito familiar.
"Hay una asignación histórica de papeles de cuidados en la mujer en el núcleo familiar, sobre los hijos, sobre el marido y sobre los padres y esa asignación hace bastante incompatible que podamos además alcanzar un desarrollo profesional equiparable al del hombre, porque tenemos una carga de trabajo en el domicilio y en el núcleo de los afectos que no tiene el varón", describió la Dra. Crosa.
La exposición a violencia de género fue significativamente más frecuente en mujeres tanto en el trabajo (58% frente a 10%) como en sus hogares (16% frente a 10%).
"Nos sorprendió la alta prevalencia de violencia de género en el ámbito laboral; suponíamos que estaba presente, pero el porcentaje de cardiólogas que hicieron referencia a haber tenido alguna situación de violencia de género es realmente alarmante", señaló la Dra. Crosa.
Este tipo de violencia tiene graves consecuencias al impedir que la mujer participe plenamente en el espacio donde se desempeña, además de que la afectación emocional asociada a esta ha sido ampliamente demostrada como un factor de riesgo cardiovascular con alteraciones en la reactividad plaquetaria y mayor riesgo de enfermedad coronaria y de incrementar la incidencia de depresión y suicidio.
La Dra. Rubilar y la Dra. Crosa trabajan en expandir la encuesta a otras especialidades para investigar si se repite el patrón y con esto implementar la gestión de alguna campaña política en función de cambiar la realidad de las médicas en un mundo que tiende a la feminización en esta área.[3]

Dra. Lucía Kazelian
"No teníamos conocimiento de lo que pasaba con los profesionales en Argentina, por lo que este trabajo nos permite ver un poco lo que pasa con nuestra realidad. Fue interesante ver una participación bastante pareja entre varones y mujeres: 40% de sexo femenino y en el padrón de la sociedad hay 30%, un poco más de representatividad que en el padrón general", comentó la Dra. Lucía Kazelian, jefa de la unidad de internación de Cardiología del Hospital Argerich, en Buenos Aires y miembro fundadora del Área Corazón y Mujer de la Sociedad Argentina de Cardiología, quien no forma parte de los autores de este trabajo.
"Los datos en los que se centraron no estaban vistos; como la mayoría del mundo, aún tenemos un alto porcentaje de cardiólogos sobre cardiólogas. Y vemos que la curva de mujeres que han decidido dedicarse a la cardiología es creciente en una proyección a cinco años. Si vemos el padrón de la Sociedad Argentina de Cardiología encontramos que en el grupo de mayor edad siempre predominan los varones y si proyectamos esto, dentro de unos años tendremos igual proporción entre hombres y mujeres", compartió la Dra. Kazelian.
Asimismo, coincidió en que los datos obtenidos en el trabajo corresponden a un punto de partida sobre el que se pueden plantear estrategias para mejorar las condiciones laborales en general, resaltan la necesidad de generar acciones para el periodo de la maternidad, que al estar históricamente asociado a un papel de género ejercido por las mujeres, sin acciones al respecto, genera un retraso en la carrera profesional de las cardiólogas.

Dr. Eduardo Perna
El Dr. Eduardo Perna, jefe de la División de Insuficiencia Cardiaca e Hipertensión Pulmonar del Instituto de Cardiología de Corrientes, en Corrientes, Argentina, quien tampoco participó en este trabajo, señaló que la encuesta realizada arrojó resultados muy valiosos sobre la inequidad en las condiciones laborales de las y los cardiólogos.
"El primer mensaje es reconocer la situación del impacto que tiene el género en el contexto de las sociedades científicas, así podemos hacer un diagnóstico y a partir de ahí instrumentar conductas para cambiar lo que ocurre. Cada vez aumenta más la proporción de mujeres en relación con hombres en cardiología. En formación, 70% de los estudiantes de la facultad de medicina es de sexo femenino e inclusive en las residencias la mitad la integran hombres y la mitad mujeres y esto seguramente cambiará. Es una tendencia que merece reconocimiento siempre y cuando podamos instrumentar algo para cambiarlo" destacó el Dr. Perna.
Resalta que por esta tendencia es necesario que como sociedad científica se analice cómo se pueden brindar oportunidades equitativas a las mujeres, que la dedicación y las características individuales, independientemente del género, definan el ascenso profesional, pero también en otros sectores tanto del ejercicio de la cardiología como de la investigación científica.
"La inequidad no solamente se ve en la parte laboral, sino también en la científica; cuando necesitamos un artículo de opinión, un editorial o una revisión, se pide más a los hombres que a las mujeres. El hecho de hacer estos análisis nos sirve para saber dónde debemos trabajar y entender que esto no es solamente aplicable a Argentina, sino que debemos verlo en todos los países y aprovechar esta información para poder hacer cambios culturales", concluyó el Dr. Perna.
Este trabajo obtuvo el premio Raúl Borracci en el 48.° Congreso Argentino de Cardiología. La Dra. Rubilar, la Dra. Crosa, la Dra. Kazelian y el Dr. Perna han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
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CRÉDITO
Imagen principal: Dreamstime
Figura 1: Dra. Bibiana Rubilar
Figura 2: Dra. Verónica Crosa
Figura 3: Dra. Lucía Kazelian
Figura 4: Dr. Eduardo Perna
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Citar este artículo: Factores de riesgo de enfermedad cardiovascular en cardiólogos argentinos: sobrecarga laboral y violencia de género - Medscape - 6 de feb de 2023.
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