Los pacientes que se someten a cirugía por cáncer pueden tener un mayor riesgo de suicidio, especialmente los hombres blancos solteros o divorciados y aquellos con tumores malignos de cabeza/cuello, vejiga, esófago y páncreas, muestra una nueva investigación.[1]
En comparación con la población general, la incidencia de suicidio fue significativamente mayor desde el punto de vista estadístico entre los pacientes que se sometieron a cirugía por 10 de los 15 tumores sólidos más mortales que fueron analizados.
Aproximadamente la mitad de los suicidios ocurrieron durante los tres años posteriores a la cirugía, un periodo en el que los pacientes a menudo aún realizan un seguimiento regular con su equipo de atención médica después de la cirugía, informaron los investigadores.
El estudio se publicó en versión electrónica el 12 de enero en JAMA Oncology.[1]

Dr. Chi-Fu Jeffrey Yang
Los hallazgos sugieren que el suicidio es "un riesgo importante después de la cirugía del cáncer e ilustran la necesidad de mejorar el acceso a los grupos de apoyo y de implementar evaluaciones periódicas durante la etapa posoperatoria", dijo a Medscape Noticias Médicas el autor principal, Dr. Chi-Fu Jeffrey Yang, de la División de Cirugía Torácica del Massachusetts General Hospital, en Boston, Estados Unidos.
"Varias sociedades profesionales médicas importantes recomiendan el cribado de malestar emocional para todos los pacientes con cáncer. Sin embargo, los esfuerzos para implementar la detección del malestar emocional psicosocial en la práctica clínica se han centrado en gran medida en hacerlo parte de las prácticas de oncología médica y no en las de oncología quirúrgica", comentó el Dr. Yang a Medscape Noticias Médicas.
Agregó que muchos pacientes con cáncer en etapa inicial que se someten a una cirugía reciben atención primaria de su cirujano y muchos nunca ven a un médico oncólogo. En consecuencia, es posible que la detección del malestar emocional implementada en las prácticas de oncología médica nunca llegue a los pacientes que se someten a operaciones de cáncer.
"Por lo tanto, creemos que se necesita más trabajo para desarrollar e implementar programas de detección de malestar emocional en las prácticas de oncología quirúrgica, para garantizar que aborden adecuadamente las necesidades psicosociales únicas de los pacientes que se someten a operaciones para tratar el cáncer", indicó el Dr. Yang.
Este estudio destaca la importancia de evaluar a los pacientes con cáncer para detectar afecciones psiquiátricas y riesgo de suicidio y garantizar el acceso a tratamientos psicológicos y conductuales basados en evidencia tanto antes como después de la cirugía del cáncer, afirmaron los autores en un editorial adjunto.[2]
Craig Bryan, doctor en psicología, y los coautores, de la Ohio State University, señalaron que los tratamientos centrados en el suicidio, como la terapia cognitivo-conductual breve, son "demostrablemente efectivos para prevenir el comportamiento suicida entre los pacientes que han sobrevivido a un intento de suicidio, pero podrían ser menos eficaces en la reducción de las conductas suicidas entre los pacientes con enfermedades terminales".
Piden una investigación destinada a comprender las similitudes y diferencias entre los estados suicidas, tal como se definen clásicamente, y las consideraciones sobre el final de la vida entre los pacientes con enfermedades terminales.
"Tal investigación podría mejorar la comprensión del suicidio y cómo prevenirlo mejor en las poblaciones de pacientes y revelar pistas para brindar atención compasiva y efectiva a los pacientes con cáncer", concluyeron.
Suicidio entre pacientes con cáncer sometidos a cirugía
Varios estudios han demostrado que la incidencia de morbilidad psiquiátrica entre los pacientes que se someten a cirugía oncológica es alta. Se estima que de 6% a 38% de los pacientes desarrollan síntomas depresivos mayores después del tratamiento quirúrgico.
"Sin embargo, el riesgo de suicidio entre los pacientes que se someten a operaciones de cáncer sigue siendo en gran parte desconocido", compartió el Dr. Yang.
Para investigar, los investigadores utilizaron la base de datos SEER para identificar a aproximadamente 1,8 millones de adultos (74% mujeres; mediana de edad: 62 años) que se sometieron a cirugía por cáncer en Estados Unidos entre 2000 y 2016.
Durante una mediana de seguimiento de 4,6 años, 1494 (0,08%) pacientes se suicidaron después de su cirugía, una tasa de 14,5 suicidios por 100.000 años-persona.
La incidencia de suicidio entre los pacientes de cirugía oncológica en general fue significativamente elevada desde el punto de vista estadístico (tasa de mortalidad estandarizada [TME]: 1,29), en comparación con la incidencia de suicidio en la población general de Estados Unidos, ajustada por edad, sexo, raza y año calendario de la muerte.
La incidencia de suicidio fue significativamente mayor, desde el punto de vista estadístico, entre los pacientes que se sometieron a cirugía por cáncer de laringe (TME: 4,02), cavidad oral/faringe (TME: 2,43), esófago (TME: 2,25), vejiga (TME: 2,09), páncreas (TME: 2,08), pulmón (TME: 1,73), estómago (TME: 1,70), ovario (TME: 1,64), cerebro (TME: 1,61) y colon/recto (TME: 1,28).
Aproximadamente 3% de los suicidios se cometieron durante el primer mes después de la cirugía de cáncer, alrededor de 21% en el primer año y aproximadamente 50% en los primeros tres años después de la cirugía.
El tiempo promedio desde la cirugía hasta el suicidio varió según el sitio del cáncer, desde 11,5 meses para pacientes con tumores cerebrales hasta 78,0 meses para aquellos con cáncer de cuello uterino.
Los pacientes de cáncer con mayor riesgo de cometer suicidio después de la cirugía eran hombres, blancos y solteros o divorciados.
La incidencia de suicidio tendió a ser menor entre los pacientes que tenían tumores malignos asociados con tasas de sobrevida de más de 5 años. Para los tumores malignos asociados con tasas de sobrevida superiores a 80%, no hubo un aumento estadísticamente significativo en la incidencia de suicidio en comparación con la población general de Estados Unidos.
En particular, hubo un menor riesgo estadísticamente significativo de suicidio entre los pacientes que se sometieron a radioterapia o quimioterapia adyuvantes que entre los pacientes que no recibieron radioterapia o quimioterapia.
Esto puede deberse a que los pacientes estaban más comprometidos con su tratamiento contra el cáncer y a que el equipo de atención médica mantuvo una vigilancia más estrecha durante el periodo perioperatorio, según los investigadores.
El estudio no contó con financiamiento comercial. Los autores han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente. Bryan, Psy. D., declaró que ha recibido honorarios personales de Oui Therapeutics y Anduril LLC.
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CRÉDITO
Imágenes: Bowie15/Dreamstime
Imagen 1: Massachusetts General Hospital
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Citar este artículo: ¿Evaluar el riesgo de suicidio de los pacientes con cáncer que se someten a cirugía? - Medscape - 25 de enero de 2023.
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