Influenza, virus sincitial respiratorio y rinovirus: principales protagonistas de la temporada invernal 2022-2023 en Servicios de Urgencias mexicanos

Alicia Helena Márquez Bandala

12 de enero de 2023

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De acuerdo a la evaluación de datos oficiales de las temporadas 2019-2020 y 2020-2021, en comparación con el periodo prepandemia, el número total de casos de influenza disminuyó significativamente (p = 0,000) durante el 23 de febrero de 2020 y el 25 de febrero de 2021 (semana epidemiológica 9 de 2020 a semana epidemiológica 8 de 2021) y una correlación inversa entre los casos de COVID-19 e influenza ocurrió al inicio de la pandemia (-0,958; p < 0,001).[1]

No obstante, con la disminución paulatina de medidas sanitarias y el probable efecto de la brecha inmunitaria, el número de casos de infecciones por virus como influenza A y virus sincitial respiratorio ha incrementado convirtiéndolos en los principales protagonistas de la temporada actual. 

Según datos oficiales de la Dirección General de Epidemiología, al 29 de diciembre de 2022 (semana epidemiológica 52) un total de 7.148 casos de infecciones por influenza A había sido confirmado por laboratorio. En 93,5% de los casos estas infecciones fueron causadas por el subtipo H3N2 y las entidades federativas donde se ha detectado la mayoría de casos corresponden a Nuevo León, Querétaro, Ciudad de México, Aguascalientes y Zacatecas.

Además el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedades Respiratorias (SISVER) reporta un total de 1.597 casos positivos para otros virus respiratorios; 56% de estos casos corresponde a infecciones por virus sincitial respiratorio, mientras que 14% y 12% se asocian con infecciones por enterovirus/rinovirus y metapneumovirus, respectivamente.

Otros virus detectados durante la temporada en curso han sido parainfluenza y adenovirus, sin embargo, la incidencia de infecciones por estos dos agentes es menor a 10% del total de los casos registrados durante la temporada.

Diferentes virus con similar sintomatología y cuadros

Dr. Gustavo Adolfo Ramírez Garcés

Si bien los virus involucrados con el desarrollo de enfermedades respiratorias durante la reciente temporada causan cuadros clínicos similares, de acuerdo con el Dr. Gustavo Adolfo Ramírez Garcés, médico residente de neumología, existen características que en la práctica clínica permiten a médicos y especialistas diferenciar entre los diferentes agentes infecciosos. 

El especialista comentó: "Los síntomas de las enfermedades respiratorias virales son muy comunes o parecidos entre COVID-19, influenza, rinovirus, metapneumovirus y parainfluenza. Son cuadros muy parecidos, pero como ejemplo, algunas características que he observado entre los casos de influenza y COVID-19, dos infecciones que se presentan en este momento, podría mencionar que en COVID-19 la aparición de síntomas y la evolución de la enfermedad son un poco más lentas que en el caso de influenza".

"En COVID-19 la tos puede comenzar de manera leve y aumentar en intensidad; el dolor de cabeza y la fiebre se presentan de manera más tardía y la evolución de síntomas en el tiempo es un poco más tardada en comparación con influenza, donde los síntomas son más abruptos, prácticamente de aparición súbita. Lo que se conoce como mialgias, artralgias, pérdida de olfato o pérdida del gusto son síntomas más agudos y el deterioro clínico es más visible", señaló.

"Tal vez en los casos de rinovirus los síntomas son más leves, pero en ocasiones el cuadro llega a ser más molesto para el paciente, ya que el escurrimiento nasal, el dolor de cabeza, la poca ingesta y el ataque al estado general son más marcados y un síntoma común es la diarrea. Dentro de la valoración inicial, además de preguntar si ha tenido contacto con algún paciente positivo, llegamos a preguntar si existe la presencia de estos síntomas y eso nos orienta mucho a pensar cuál de los virus respiratorios puede estar causando el cuadro", agregó. 

"Hay que ser muy sutiles para saber a dónde nos orienta un síntoma y algo que en lo personal me gusta considerar es el antecedente de la vacunación. Pese a que con el alza de los casos se pueden presentar infecciones y síntomas aunque los pacientes estén vacunados, tal vez la enfermedad no se presente como grave o necesite de ingreso", continuó.

"No está por demás ayudarnos con ciertos estudios complementarios, como el panel viral respiratorio, un estudio en el que nos apoyamos en muchos casos para poder identificar el virus y orientar nuestra terapéutica y en algunas ocasiones un estudio de imagen, más que nada para descartar que no haya algo agregado en ese momento que haga que los síntomas se presenten de mayor intensidad", destacó.

Población pediátrica: principal grupo en salas de urgencia

Aunque los datos de la Secretaría de Salud sugieren que el grupo de edad más afectado corresponde a personas entre 25 y 29 años de edad, de acuerdo con el Dr. Ramírez, el mayor índice de pacientes atendidos en el Servicio de Urgencias respiratorias corresponde a los niños.

"Por lo general durante la temporada invernal ocurre un repunte de casos de enfermedades respiratorias virales. Hay casos tanto de niños como de adultos jóvenes y adultos mayores, sin embargo, la población con mayor incidencia durante las guardias que he cubierto en el área de urgencias es la pediátrica".

"Una alta tasa de niños llega a la sala de urgencias por enfermedad respiratoria y los pacientes son ingresados al menos para vigilancia y observación. La cantidad de niños que evolucionan a enfermedad grave es poca, la mayoría no llega a tener desenlaces letales o fatales, pero existe la excepción de requerir algún ingreso hospitalario para vigilancia", agregó.

Dr. Bulmaro Carvallo Lázaro

En relación a este fenómeno, el Dr. Bulmaro Carvallo Lázaro, médico pediatra catedrático de la Universidad Veracruzana, mencionó que este fenómeno puede estar relacionado con la falta de pruebas en este grupo de edad. "A nivel pediátrico tenemos un incremento de pacientes con infecciones virales por la edad de los pacientes y por la temporada. La temporada pasada no incrementó tanto porque no hubo mucha exposición; ahora que se han abierto las puertas de las casas vemos pacientes con los síntomas clásicos, como obstrucción nasal, rinorrea hialina, estornudos, febrícula y tos húmeda o seca, pero como en el caso de COVID-19, el problema es que ya no se hacen pruebas. Mandamos a los pacientes a que se hagan la prueba y no lo hacen".

Especial atención a medidas de alarma y no automedicación

El Dr. Ramírez mencionó que debido a que la temporada invernal no ha finalizado, es recomendable continuar con medidas básicas, como lavado frecuente de manos, uso de mascarillas y estornudo de etiqueta. El especialista hizo énfasis en la importancia de la ventilación para prevenir el contacto con los diferentes virus.

"Durante esta temporada es común que no queramos ventilar las habitaciones para evitar el frío, pero a final de cuentas eso propicia que los microorganismos estén en el ambiente y al momento de estornudar, si hay gotas aerosolizadas, prácticamente los que estemos dentro de una habitación o casa las estamos respirando".

El especialista hizo un llamado a estar atentos ante cualquier síntoma de alarma y a no implementar medidas sin acudir a un especialista. 

"Creo que después de la pandemia todas las familias mexicanas deberían contar con un oxímetro en casa. Para monitorizar nuestra oxigenación en casa no necesitamos un conocimiento tan amplio y también ante la sensación de falta de aire podemos acudir a un Servicio de Urgencias para una valoración", agregó.

"Una de mis recomendaciones como médico es tener esa atención de primer contacto, ya que algo que he escuchado en la práctica es que los pacientes que llegaban a urgencias decían que dormían boca abajo, lo que llamamos prono, pero esta medida no es para todos y corresponde al médico decidir para quién es conveniente y bajo qué criterios. La terapia con oxígeno también debe estar indicada por un médico", puntualizó.

El Dr. Ramírez Garcés enfatizó en la importancia de la no automedicación. "Debemos evitar los fármacos que sabemos que no ayudan, como azitromicina, ivermectina e hidroxicloroquina. Toda terapia antibiótica debe ser valorada por el médico. Es importante no hacer mal uso de antibióticos, principalmente por el problema de resistencia a antibióticos y a que en cierto momento también puede llegar a haber resistencia a los antivirales. Algo que tampoco debemos hacer es oponernos a la vacunación, pues esta es una de las estrategias más importantes y está probado que previene enfermedades graves".

El Dr. Ramírez y el Dr. Carvallo han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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