A pesar de la pandemia de SARS-CoV-2 en curso, los investigadores lograron avances importantes en 2022 en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares, según la revisión anual de los desarrollos científicos fundamentales en el campo realizada por la American Heart Association (AHA).
"La investigación científica es clave para reducir la carga mundial de enfermedades cardiacas e ictus. El año pasado nos trajo algunos hallazgos muy valiosos que creo que tendrán un impacto real", declaró en un comunicado de prensa la Dra. Mariell Jessup, directora científica y médica de la American Heart Association.
Aquí hay un breve resumen de algunos de los desarrollos más notables del año, según la American Heart Association.
Mayor comprensión de cómo comienza la enfermedad cardiovascular en la niñez
Por primera vez, datos sólidos proporcionaron un vínculo directo entre los factores de riesgo infantiles y los eventos cardiovasculares más adelante en la vida.
El International Childhood Cardiovascular Cohort Consortium (i3C) informó que varios factores de riesgo tradicionales de enfermedades cardiovasculares presentes en niños y adolescentes se asociaron con eventos cardiovasculares tres o más décadas después. El estudio se centró en el índice de masa corporal (IMC), la presión arterial sistólica, el tabaquismo y los niveles totales de colesterol y triglicéridos.
Los investigadores del i3C encontraron asociaciones claras entre un alto nivel de cada factor de riesgo infantil y la aparición de enfermedades cardiovasculares más adelante en la vida, a partir de los 40 años. El riesgo de tener un evento cardiovascular en la edad adulta casi se triplicó por cada unidad más alta en la puntuación combinada del factor de riesgo infantil.
Las personas con el nivel más alto de factores de riesgo infantiles tenían el riesgo más alto de tener eventos cardiovasculares posteriores. Sin embargo, incluso las puntuaciones de riesgo ligeramente elevadas que se considerarían promedio para los niños se asociaron con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares, en comparación con aquellos que tenían los niveles más bajos de factores de riesgo en la infancia.
El estudio fue publicado en mayo en The New England Journal of Medicine.[1]
Fuerte apoyo para tratar la hipertensión leve en el embarazo
Los beneficios y la seguridad de la terapia antihipertensiva para la hipertensión crónica leve (presión arterial <160/100 mm Hg) durante el embarazo son inciertos.
El estudio Chronic Hypertension and Pregnancy (CHAP) mostró que las mujeres embarazadas, incluso con hipertensión leve, deben recibir medicamentos para bajar la presión arterial con la finalidad de reducir la probabilidad de resultados adversos para la madre y el niño.
El estudio de aproximadamente 2.400 mujeres embarazadas mostró que un tratamiento con un objetivo de presión arterial <140/90 mm Hg se asoció con mejores resultados del embarazo en comparación con ningún tratamiento, sin aumento en el riesgo de bajo peso al nacer según la edad gestacional.
El estudio, publicado en The New England Journal of Medicine y reportado por Medscape Noticias Médicas, ya está generando cambios en la práctica y en las guías de práctica clínica.[2]
Se encuentran pistas sobre la salud del corazón de la madre en la placenta
Para las mujeres con malos resultados de embarazo, las pistas sobre su salud cardiovascular a largo plazo podrían estar presentes en la placenta, según un estudio publicado en Hypertension.[3]
Una década después del parto, los investigadores encontraron que las mujeres con lesiones vasculares placentarias tenían un perfil cardiovascular deficiente que incluía rarefacción microvascular, presión arterial más alta y lípidos más aterogénicos.
Los resultados sugieren que la histopatología placentaria puede revelar la trayectoria temprana de una mujer hacia una enfermedad vascular posterior.
Progreso en la comprensión de las disparidades raciales en las enfermedades cardiovasculares tempranas
Utilizando más de 30 años de datos de aproximadamente 5.000 participantes en el estudio Coronary Artery Risk Development in Young Adults (CARDIA), los investigadores cuantificaron la contribución de los factores socioeconómicos, de vecindario, clínicos y de estilo de vida a las disparidades en la enfermedad cardiovascular.
Encontraron un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular prematura en hombres y mujeres negros frente a blancos. Los contribuyentes más significativos a las diferencias raciales fueron los factores clínicos y de vecindario en las mujeres y los factores clínicos y socioeconómicos en los hombres.
Abordar cómo estos factores contribuyen a las disparidades en la salud pública y los niveles individuales puede ayudar a guiar las estrategias para reducir las disparidades de salud y mejorar la atención médica para las personas afectadas, dijo el equipo del estudio en Circulation.[4]
Polipíldoras para la prevención secundaria de enfermedades cardiovasculares
El ensayo prevención secundaria de la enfermedad cardiovascular en el adulto mayor (SECURE) mostró que el tratamiento con una polipíldora que contiene ácido acetilsalicílico, ramipril y atorvastatina dentro de los 6 meses posteriores al infarto de miocardio resultó en un riesgo significativamente menor de eventos cardiovasculares adversos importantes que la atención habitual.
Como se esperaba, quienes tomaron la polipíldora tuvieron mayor adherencia al tratamiento, lo que llevó a un riesgo 27% menor de eventos cardiovasculares, informó el equipo del estudio en The New England Journal of Medicine.[5]
Ampliación del grupo de pacientes para inhibidores de SGLT2
Varios estudios que indican que la terapia con inhibidores del cotransportador de sodio y glucosa 2 (SGLT2), desarrollada originalmente para la diabetes, es útil en una población de pacientes más amplia, figuraron en la lista de desarrollos importantes de la American Heart Association en 2022.
Los resultados del estudio DELIVER brindaron un sólido apoyo a la terapia con inhibidores del cotransportador de sodio y glucosa 2 en pacientes con insuficiencia cardiaca, independientemente de su función ventricular izquierda.
En el estudio, el tratamiento con dapagliflozina redujo el riesgo combinado de empeoramiento de la insuficiencia cardiaca o muerte cardiovascular durante una mediana de 2,3 años en pacientes con insuficiencia cardiaca con una fracción de eyección conservada o levemente reducida. Ya se ha demostrado que los inhibidores del cotransportador de sodio y glucosa 2 benefician a los pacientes con insuficiencia cardiaca grave.
El estudio fue publicado en The New England Journal of Medicine y presentado en el Congreso de la European Society of Cardiology (ESC), que fue cubierto por Medscape.[6]
Un metanálisis de cinco ensayos controlados aleatorizados publicado en The Lancet proporcionó más evidencia de que los inhibidores del cotransportador de sodio y glucosa 2 podrían beneficiar a una gama más amplia de pacientes con insuficiencia cardiaca.[7]
"Los inhibidores del cotransportador de sodio y glucosa 2 son la base de la terapia para la insuficiencia cardiaca, independientemente de la fracción de eyección o el entorno de atención", escribieron los coautores de un comentario en The Lancet.[8]
El estudio EMPA-KIDNEY mostró que el inhibidor del cotransportador de sodio y glucosa 2, empagliflozina, es eficaz en una gama más amplia de pacientes con enfermedad renal crónica que lo que se había estudiado anteriormente, incluyendo personas sin diabetes y personas con enfermedad renal menos grave.
En general, los autores encontraron que los pacientes que tomaron empagliflozina tenían menos probabilidades de experimentar un empeoramiento de la enfermedad renal o muerte por causas cardiovasculares durante los 2 años de seguimiento.
Los resultados del ensayo EMPA-KIDNEY se presentaron durante Kidney Week de 2022, se publicaron simultáneamente en el The New England Journal of Medicine y se reportaron en Medscape.[9]
Dos fármacos son mejor que uno para el síndrome de Marfan
El síndrome de Marfan es un trastorno hereditario del tejido conectivo que puede afectar muchas partes del cuerpo, especialmente el sistema cardiovascular.
Un análisis de datos de pacientes individuales de 1.442 pacientes con síndrome de Marfan encontró que los bloqueadores de los receptores de angiotensina (BRA) y los bloqueadores beta son igualmente efectivos y que usarlos en combinación es más efectivo para retardar el agrandamiento aórtico que usar cualquiera de los medicamentos solos.[10]
Avances en la prevención de la discapacidad después de un ictus
Un ensayo de fase 3 publicado en The Lancet proporcionó evidencia de que el trombolítico de última generación, tenecteplasa, es tan eficaz como alteplasa, el tratamiento de referencia actual.[11]
En una comparación directa, ambos medicamentos fueron igualmente seguros y efectivos para prevenir una mayor discapacidad 90 días después de un ictus.
"Los resultados mostraron claramente la no inferioridad de tenecteplasa frente a alteplasa para los desenlaces funcionales a los 90 días, con una tendencia hacia la superioridad, y la seguridad fue similar para los dos medicamentos", compartió el Dr. Rick Swartz, Sunnybrook Health Sciences Centre, Toronto, Canadá, en un informe de los resultados del ensayo ACT en la European Stroke Organisation Conference (ESOC).
Mientras tanto, en el ensayo CHOICE, la administración de alteplasa intraarterial después de una trombectomía exitosa en pacientes con ictus isquémico agudo condujo a un gran aumento en el número de pacientes que lograron un resultado neurológico excelente a los 90 días.
El estudio se publicó en JAMA y coincidió con la presentación en la International Stroke Conference (ISC) 2022, donde recibió una ronda de aplausos, según se informó en Medscape Noticias Médicas.[12]
La American Heart Association también cita el ensayo RESCUE-JAPAN LIMIT, que mostró que los pacientes con infartos cerebrales grandes tenían mejores desenlaces funcionales con la terapia endovascular que con la atención médica sola.[13]
Nuevos datos sobre la sal y la enfermedades cardiovasculares
Un estudio en China encontró que reducir la ingesta de sodio mediante el uso de un sustituto de la sal de mesa con bajo contenido de sodio, que contiene 25% de cloruro de potasio, redujo el riesgo de ictus y redujo los costos de atención médica. Los autores dijeron que esta estrategia debería ser una prioridad en cualquier país en el que el sodio dietético se pueda reducir sustancialmente mediante el uso de un sustituto de la sal.
El estudio Salt Substitute and Stroke Study (SSaSS) se publicó en Circulation.[14]
¿Medicamento para la obesidad a la par de la cirugía?
En el ensayo SURMOUNT-1, una inyección semanal de tirzepatida, un novedoso polipéptido insulinotrópico dependiente de la glucosa y agonista del receptor del péptido 1 similar al glucagón, condujo a una pérdida de peso significativa similar a la lograda mediante la cirugía bariátrica en personas con obesidad.
Los resultados se presentaron en junio en el Congreso de la American Diabetes Association (ADA) y se publicaron simultáneamente en The New England Journal of Medicine y se reportaron en Medscape.[15]
Una revisión completa de las principales selecciones de la American Heart Association para los principales logros de investigación relacionados con el sistema cardiovascular publicados en 2022 está disponible en versión electrónica.
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CRÉDITO
Imagen principal: iStock/Getty Images
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Citar este artículo: La American Heart Association nombra los principales avances de 2022 en enfermedades cardiovasculares - Medscape - 5 de enero de 2023.
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