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Ola de contagios y fallecimientos en China: subreportes y preocupación de la OMS
Aproximadamente 10.000 personas fallecieron por COVID-19 en el mundo en la semana del 26 de diciembre de 2022 al 1 de enero de 2023, con más de 3 millones de nuevos casos, según el último reporte de situación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero lo que más desvela por estos días al organismo es la explosión de contagios, hospitalizaciones, ingresos en cuidados intensivos y decesos en China, que no estarían siendo reportados por las autoridades del país de manera transparente. Este martes 3, por ejemplo, China informó 5 nuevas muertes por COVID-19, lo que lleva el total oficial a poco más de 5.000. Pero para la consultora británica Airfinity, la cifra real de decesos diarios ronda los 9.000.
"La OMS está preocupada por el riesgo para la vida en China y ha reiterado la importancia de la vacunación, incluidas las dosis de refuerzo para proteger contra hospitalización, enfermedad grave y muerte", dijo este miércoles 4 su director, Tedros Adhanom Ghebreyesus, Ph. D. El presidente de Estados Unidos Joe Biden, y la Unión Europea, compartieron la preocupación, mientras otros países, como España, Australia o Francia, se han sumado a la exigencia de testeos negativos para viajeros provenientes de China.
Según análisis chinos difundidos por la OMS, las sublinajes de ómicron que predominan en el país (97,5% de las infecciones locales) son BA.5.2 y BF.7, ya conocidos en otras partes del mundo. "Los hechos han demostrado que de acuerdo con los principios de legalidad, oportunidad, apertura y transparencia, China siempre ha mantenido una comunicación estrecha y ha compartido información y datos relevantes con la OMS de manera oportuna", aseguró este jueves 5 el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, quien añadió que la situación epidémica del país es "controlable".
"Impresionante aumento" del sublinaje XBB.1.5
Más de 40% de los casos de COVID-19 en Estados Unidos en los últimos días de 2022 fue causado por el altamente contagioso sublinaje de ómicron XBB.1.5, lo que duplicó la proporción de la semana previa y decuplicó los niveles de comienzos de mes, informó Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de Estados Unidos el pasado viernes 30 de diciembre. El dato encendió las alarmas. "Es un aumento impresionante", señaló en un hilo de Twitter el Dr. Ashish Jha, coordinador de respuesta de la Casa Blanca para COVID-19,
Científicos de la OMS confirmaron este miércoles que XBB.1.5 (un descendiente de XBB, a su vez recombinante de BA.2.10.1 y BA.2.75) tiene una "ventaja de crecimiento" sobre las otras subvariantes. Extendido al menos a 29 países, "es la forma más transmisible de ómicron hasta la fecha", señaló este miércoles 4 la Dra. Maria Van Kerkhove, epidemióloga y líder técnica de la OMS sobre COVID-19, como consignó CNN en español. De todos modos, el organismo expresó que no hay indicios de que sea más peligrosa que otras variantes de ómicron.
Preocupa en Estados Unidos la perspectiva de un triple rebrote
Con 400 decesos diarios por COVID-19, especialistas de Estados Unidos coinciden en que habrá un aumento adicional de nuevos casos. Y aunque no sea tan letal como en olas anteriores, esta vez podría sumar la participación de otros virus respiratorios, como influenza y virus sincitial respiratorio. "Esperamos un repunte de Navidad y nos preocupa que pueda ser un repunte triple", dijo el Dr. William Schaffner, profesor de enfermedades infecciosas en el Vanderbilt University Medical Center, en Nashville, Estados Unidos. Pocos países han logrado eludir esta triple epidemia, para la que existen algunas autopruebas en el mercado que pueden ayudar en el diagnóstico diferencial.
Para hacer frente, el Dr. Schaffner recomienda una estrategia de reducción de daños, especialmente en los mayores de 65 años: aplicarse el refuerzo bivalente y la vacuna contra la influenza. Idealmente hacerse pruebas rápidas antes de viajar o reunirse en ambientes cerrados con personas vulnerables y reinstaurar las medidas de salud pública. "Mírate a ti mismo. ¿Quién eres? Si eres gestante, tienes más de 65 años, padeces una enfermedad subyacente o tienes inmunocompromiso, vuelve a ponerte la mascarilla y piensa en el distanciamiento social. Podría ser hora de ver una película en casa en lugar de ir al cine", aconsejó.
Tratamientos experimentales para síntomas persistentes
Aunque no existen tratamientos probados para aliviar distintos síntomas de COVID-19 persistente, afección que padece una de cada cinco personas que atravesó la fase aguda, resultados de estudios preliminares y otros ensayos clínicos en marcha ofrecen una luz de esperanza. Algunas intervenciones promisorias incluyen nirmatrelvir/ritonavir, guanfacina (para niebla mental), litio (para niebla mental y fatiga), vacunas contra la COVID-19 (para síndrome inflamatorio multisistémico infantil) y efgartigimod (para síndrome de taquicardia ortostática postural).
De todas formas, expertos advierten que las soluciones no llegarán de la noche a la mañana. "Sospecho que si bien veremos algunos tratamientos nuevos en los próximos uno o dos años, pueden pasar varios años antes de que se puedan identificar los objetivos y se realicen ensayos clínicos completos para ver los resultados. Obtener buenos datos lleva tiempo", señaló el Dr. Aaron Friedberg, codirector clínico del programa de rehabilitación pos-COVID-19 de Ohio State University Wexner Medical Center, en Columbus, Estados Unidos.
Por qué el frío favorece la infección por SARS-CoV-2 y otros virus respiratorios
Aunque la estacionalidad de COVID-19 ha sido discutida desde el comienzo de la pandemia, hay evidencias de que en regiones de climas templados hay más contagios durante los meses de frío, reportó Medscape en español hace un año. Ahora un nuevo estudio de autores de Estados Unidos y Egipto publicado en The Journal of Allergy and Clinical Immunology "nos señala el primer mecanismo biológico que explica por qué virus como el del resfriado común, la gripe y la COVID-19 son más propensos a aumentar en las estaciones más frías", explicó en su cuenta de Instagram el Dr. Manuel Viso, médico español, hematólogo y especialista en nutrición.
"Los investigadores de este estudio encontraron y pudieron demostrar algo que ya se sospechaba y es que las bajas temperaturas disminuyen la respuesta inmune en las fosas nasales, la principal puerta de entrada de los virus invernales", puntualizó el Dr. Viso, quien añadió que el frío también facilita que las personas se reúnan o hacinen en espacios interiores, lo que favorece la transmisión vírica.
La infección por VIH per se no es factor de riesgo para desenlaces adversos de COVID-19
La presentación, la evolución y el desenlace de la COVID-19 en personas que viven con el virus de inmunodeficiencia humana no difieren mayormente de los resultados que se verifican en la población general, especialmente cuando toman antirretrovirales y tienen baja carga viral, según los datos finales de un estudio observacional prospectivo multicéntrico realizado en Argentina sobre 1.201 participantes y que representa la primera casuística latinoamericana de esta sindemia.
"La conclusión es que los pacientes con virus de inmunodeficiencia humana se tienen que vacunar contra la COVID-19 y que todos enfermamos igual ", dijo la autora principal del estudio, Dra. María Fernanda Rombini, infectóloga de Helios Salud, en Buenos Aires, Argentina, quien presentó el estudio premiado en el último Congreso de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI 2022) celebrado en Buenos Aires. El estudio también identificó que además de la vacunación, recuentos elevados de linfocitos CD4 y la ausencia o buen control de las comorbilidades son factores protectores de la hospitalización.
La pandemia aumentó niveles de estrés, ansiedad y depresión en trabajadores de la salud
Los síntomas depresivos, de ansiedad y de estrés se observaron con mayor frecuencia en los trabajadores de la salud durante la segunda ola de la pandemia de COVID-19 en Colombia, según un estudio realizado en tres centros de la Costa del Caribe del país y publicado en Journal of Affective Disorders Report. Los profesionales de salud en urgencias y cuidados intensivos tuvieron un riesgo 2 a 3 veces mayor de presentar síntomas graves de estrés, mientras que el riesgo de ansiedad creció más del doble en bacteriólogos y terapistas respiratorios respecto de médicos y enfermeros.
"Como profesional clínica yo atendía algunos compañeros con insomnio de conciliación, miedo inminente a la muerte, llanto fácil, tristeza, melancolía, ataque de pánico e incluso hasta algunos somatizaban alteraciones cardiacas u otro tipo de enfermedades. Mis pacientes sentían que nadie los escuchaba y tenían miedo de afrontar y confrontar la situación", indicó una de las investigadoras, Dra. Janitza Gomez-Ureche, neuropsiquiatra del Instituto Cardiovascular del Cesar, en Valledupar, Colombia. Y no solo en trabajadores de la salud. Numerosos organismos han alertado que la pandemia agravó otro mal epidemiológico que se mantenía oculto, el referente a los problemas mentales, que incluso antes de COVID-19 afectaban, por ejemplo, a más de un cuarto de los cardiólogos en el mundo.
Hipersomnia, otro síntoma persistente después de la infección
Aunque el insomnio ha sido reportado con relativa frecuencia en la constelación de síntomas de la COVID-19 persistente, la hipersomnia (somnolencia excesiva) también puede ser una de las repercusiones de la infección, señaló un grupo de investigadores brasileños en la revista BMC Neurology. En una muestra de 189 pacientes, 6 (3,17%) describieron un estado de incapacidad para mantenerse despierto de manera eficiente durante la vigilia, "incluso después de un tiempo de sueño adecuado y en situaciones inapropiadas, como durante las conversaciones o la alimentación", destacó la Dra. Álissa Moura, neuróloga y especialista en medicina del sueño, quien investiga el tema para su maestría en ciencias de la salud en la Universidade Federal do Ceará (UFC), en Fortaleza, Brasil, bajo la dirección de los doctores Pedro Braga-Neto y Manoel Sobreira-Neto.
En un subgrupo de 4 pacientes que fueron estudiados en laboratorios del sueño se identificó hipersomnia central en dos de ellos y narcolepsia en un tercero, mientras que el cuarto resolvió el cuadro espontáneamente en seis meses. Según los autores, estos casos sugieren que al igual que otros virus, el SARS-CoV-2 también es capaz de causar lesiones en el sistema nervioso central que afectan a los núcleos relacionados con el ciclo sueño-vigilia, alterando la funcionalidad de los pacientes.
El virus puede replicarse en cerebro y otros órganos meses después de la infección
La replicación del SARS-CoV-2 en numerosos tejidos respiratorios y no respiratorios, incluido el cerebro, está presente en las primeras etapas de la infección y puede persistir durante mucho tiempo, indican resultados de autopsias de 44 pacientes no vacunados (mediana de edad = 62,5 años) que fallecieron con o por COVID-19 entre el 26 de abril de 2020 y el 2 de marzo de 2021, hasta 230 días después del contagio.
El Dr. Daniel S. Chertow, maestro en salud pública, investigador del Departamento de Medicina de Cuidados Críticos del NIH Clinical Center, en Bethesda, Estados Unidos, y sus colaboradores, tomaron muestras de varios órganos. Encontraron la carga viral más alta en el tracto respiratorio, pero también hallaron virus con capacidad de replicación en las células del músculo cardiaco, en las glándulas suprarrenales, en el intestino y en el sistema nervioso central. Los autores sospechan que el virus se había propagado por todo el cuerpo a través del torrente sanguíneo poco después de la infección, aunque también hubo pacientes en los que el virus solo era detectable en el cerebro. Esto demuestra que el coronavirus puede multiplicarse en este tipo de tejido y no solo es arrastrado por la sangre. "Nuestros datos indican que en algunos pacientes el SARS-CoV-2 puede causar una infección sistémica y persistir en el cuerpo durante meses", concluyeron en Nature.
Refuerzos bivalentes protegen mejor contra subvariantes de ómicron
Una dosis de refuerzo bivalente protege mejor que 1 o 2 refuerzos monovalentes contra todas las subvariantes de ómicron, en especial, BA.2.75.2, BQ.1.1 y XBB, según un estudio de laboratorio presentado en The New England Journal of Medicine (NEJM) y dirigido por Mehul S. Suthar, Ph. D., profesor asociado de Emory University School of Medicine, en Atlanta, Estados Unidos.
Los investigadores analizaron muestras de suero de tres cohortes de 12, 11 y 12 participantes que recibieron las distintas fórmulas, incluyendo un refuerzo bivalente de ARN mensajero que contiene la subvariante BA.5. "Uno de los múltiples estudios de laboratorio que muestran que los refuerzos bivalentes ayudan a incrementar la respuesta inmune (anticuerpos neutralizantes) frente a BQ.1.1 y X.B.B", tuiteó el Dr. Eric Topol, vicepresidente ejecutivo de Scripps Reseach, en La Jolla, Estados Unidos, y editor jefe de Medscape. En Latinoamérica, países como Chile, Brasil y Costa Rica ya aprobaron estas vacunas, mientras otros como Colombia y Argentina esperan su llegada durante el primer trimestre de 2023.
Peligrosa extinción de un linaje del virus influenza
La pandemia y las medidas de salud pública adoptadas no solo produjeron "brechas inmunitarias" por la menor exposición a virus respiratorios y caídas en las coberturas de vacunación, sino que también habrían determinado la extinción de un linaje del virus de influenza B, el B/Yamagata/16/1988 (B/Yamagata). Desde marzo de 2020 no hay registros concluyentes de aislamiento o secuenciación. Y si realmente dejó de circular, existe la posibilidad de una reintroducción del linaje, como ha ocurrido en el pasado con la reemergencia de la influenza A(H1N1) en 1997, lo cual podría representar un riesgo en años subsecuentes, alertaron especialistas como John Paget, Ph. D., del Nederlands Instituut voor Onderzoek van de Gezondheidszorg (Nivel), en Utrecht, Países Bajos,
Hasta 2020 el virus de influenza B se consideraba el agente causal de alrededor de un cuarto de los casos anuales de influenza. "En los siguientes años la investigación relacionada con virus como influenza B y el impacto en la inmunidad de la población va a ser importante. Recordemos que debido a sus características, la influenza cambia cada año, por lo que una falta de exposición también tendrá un impacto en el desarrollo de la enfermedad", señaló Erandeni Martínez Jiménez, maestra en ciencias e integrante del Laboratorio de Virología Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en el Hospital General de Zona No.5 (HGZ/MF), en Metepec-Atlixco, México.
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CRÉDITO
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Citar este artículo: COVID-19: el resumen semanal (30 de diciembre de 2022 al 5 de enero de 2023) - Medscape - 6 de enero de 2023.
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