PARÍS, FRA. El final abrupto este mes de la política de "cero-COVID-19" en China ha provocado una explosión de casos que preocupa al resto del mundo. Si bien algunos países han comenzado a implementar medidas de protección, la Comisión Europea se reunió el 29 de diciembre para discutir las posibles medidas de precaución que se tomarán con respecto a las personas de China. Esta mañana, el Prof. Bruno Lina, virólogo del Hospital Universitario de Lyon y miembro del Comité de seguimiento y anticipación de los riesgos para la salud (Covars) dio su opinión (ver recuadro al final).
Explosión de casos de COVID-19 en China
Ante el enojo de la población china, el Gobierno de Pekín suavizó a principios de diciembre las medidas extremadamente restrictivas que pesaban sobre la población. Desde esta relajación, la epidemia ha tomado una escala sin precedentes, y más aún porque el país no ha ampliado su campaña de vacunación, ni tiene vacunas de ARNm. Casi 37 millones de personas en China pueden haberse infectado con SARS-CoV-2 en un solo día esta semana, informó Bloomberg News el viernes pasado, según estimaciones de la máxima autoridad de salud del gobierno.
Es probable que alrededor de 248 millones de personas, casi 18% de la población, hayan contraído el virus en los primeros 20 días de diciembre, según el informe, retomando las actas de una reunión interna de la Comisión Nacional de Salud de China que se llevó a cabo el miércoles.
Estados Unidos, Japón e India toman medidas de precaución
Ante la epidemia desbocada, la Comisión Europea convocó una reunión el jueves para discutir nuevas medidas. Mientras tanto, varios países del mundo ya han impuesto restricciones de entrada a su territorio.
India ha introducido, desde el 24 de diciembre, las pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para los viajeros que vienen de China, pero también de Tailandia, Japón, Corea del Sur y Singapur, compartió Le Monde. En particular, los viajeros deberán completar un formulario antes de abordar el avión. Los casos positivos serán puestos en cuarentena.
A partir de este viernes 30, Japón requerirá un control de llegada para los pasajeros que lleguen desde China. Por lo tanto, estos viajeros serán los únicos, junto con los que presenten síntomas de COVID-19, en tener que someterse a una prueba al arribar, dio a conocer France Info. Si dan positivo, se les impondrá una cuarentena de7 días en los establecimientos habilitados para tal efecto.
A partir del 5 de enero, "todos los viajeros aéreos de 2 años o más que vengan de China tendrán que hacerse un test como máximo 2 días antes de su salida", independientemente de su nacionalidad o de su estado de vacunación, anunciaron este miércoles las autoridades sanitarias estadounidenses. Estados Unidos está particularmente preocupado de que la rápida transmisión del virus en China provoque la aparición de nuevas variantes. Un funcionario estadounidense dijo que solo tenía "información limitada" proporcionada por China sobre el aumento de casos, hospitalizaciones y "especialmente muertes".
Europa se está preparando
En Europa, Italia tomó la delantera al decidir el miércoles (28) imponer pruebas a todos los viajeros procedentes de China. "Esta medida es fundamental para garantizar la vigilancia e individualización de las posibles variantes del virus con el fin de proteger a la población italiana", justificó el ministro italiano de Salud, Dr. Orazio Schillaci.
En Francia, Emmanuel Macron "pidió al gobierno medidas apropiadas para proteger a los franceses", con el requisito de "ver tanto a nivel nacional como europeo", compartió France Info. El Ministère de la Santé et de la Prévention informó que estaba "listo para estudiar todas las medidas útiles que podrían implementarse como resultado, en conjunto con los socios europeos de Francia, y dentro del marco legal que existe hoy". El ejecutivo solo se reserva la posibilidad de imponer, hasta el 31 de enero, la presentación de una prueba negativa antes de ingresar al territorio "en caso de aparición y circulación de una nueva variante de SARS-Cov-2 susceptible de constituir una amenaza grave para la salud".
La opinión del virólogo Bruno Lina
Preguntado este jueves por la mañana en France Info, el Prof. Bruno Lina, virólogo del Hospital Universitario de Lyon y miembro del Comité de seguimiento y anticipación de los riesgos para la salud (Covars), quiso ser tranquilizador: "Por el momento, no es particularmente una señal alarmante. Las variantes que circulan en China son las mismas que circulan en Europa". Si bien reconoció que la epidemia en China tiene "un tamaño que no hemos visto en ningún otro lugar", el virólogo afirmó que una persona que regresara de China "llevaría los mismos virus que los que están infectados en Europa".
En cuanto a la aparición de posibles variantes, recordó que "ninguna medida de control ha impedido nunca la llegada de una variante a territorio europeo", citando el ejemplo de las variantes delta y gamma, respectivamente.
Lo importante para el Prof. Lina es tener información confiable de lo que está pasando en China. "Todo el desafío, dijo, es tener información que venga de China respecto a la cantidad de casos y las variantes que circulan en el país. Los chinos deben ser transparentes", enfatizó el virólogo.
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CRÉDITO
Imagen principal: Dreamstime
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Citar este artículo: Una ola de COVID-19 abruma a China: ¿debería preocuparnos? - Medscape - 29 de dic de 2022.
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