La apnea obstructiva del sueño grave se relaciona con un mal pronóstico para los pacientes con ictus

Heidi Splete

Conflictos de interés

23 de diciembre de 2022

Los pacientes con ictus isquémico agudo tenían peor pronóstico si también habían padecido apnea obstructiva del sueño grave, según los datos de 125 individuos.[1]

La apnea obstructiva del sueño está aumentando y se asocia a cambios fisiopatológicos; los datos de estudios anteriores indican que la apnea obstructiva del sueño grave aumenta al doble el riesgo de ictus e incrementa el riesgo de recidiva del ictus, de acuerdo con el Dr. Juan Xu de la Universidad de Soochow, en Suzhou, China, y sus colaboradores.

"Existe una elevada comorbilidad entre el ictus y la apnea obstructiva del sueño", y un sueño eficaz es importante para la recuperación de la función cerebral, afirmaron los investigadores. La predicción temprana del pronóstico de ictus podría fundamentar el tratamiento de los pacientes aquejados, pero no se ha explorado la utilidad de la apnea obstructiva del sueño como predictor del pronóstico funcional, señalaron.

En un estudio, publicado en Sleep Medicine, los investigadores analizaron los datos de 125 adultos con ictus isquémico leve o moderado y apnea obstructiva del sueño.[1] Los participantes se sometieron a una polisomnografía en la semana siguiente al inicio del ictus, entre enero de 2015 y junio de 2020, y se agruparon por gravedad según un índice de apnea-hipopnea inferior a 30/h (no grave) o igual o superior a 30/h (grave). El promedio de edad de los pacientes era de 58 años y 87% era de sexo masculino. Aproximadamente un tercio (33,3%) de los participantes cumplía los criterios de apnea obstructiva del sueño grave.

Los investigadores evaluaron el efecto de la apnea obstructiva del sueño en el pronóstico funcional en la fase aguda del ictus y revisaron los marcadores cuantitativos del electroencefalograma (EEG) en pacientes con ictus durante el sueño.

En general, los individuos con apnea obstructiva del sueño grave eran significativamente más propensos que aquellos con apnea obstructiva del sueño menos grave a tener hipertensión concomitante (85,4% frente a 56%, p = 0 ,002) y un mayor índice de masa corporal (28 frente a 24, p < 0,001). Otros factores, como la presión arterial, los antecedentes de tabaquismo, el consumo de alcohol y la diabetes coexistente, fueron similares entre los grupos.

El electroencefalograma cuantitativo de los pacientes con apnea obstructiva del sueño grave mostró una menor potencia relativa de las bandas de alta frecuencia (alfa, beta y sigma). El electroencefalograma también mostró una mayor relación de potencia delta/alfa y una mayor relación de lentificación, al igual que una mayor potencia relativa delta en la apnea obstructiva del sueño grave (p < 0,05 para todos).

Además, esta se asoció con un aumento de más del triple de riesgo (3,6 veces más) de un mal pronóstico, definido como una puntuación en la Escala de Rankin modificada de 3 o superior (24,4% para apnea obstructiva del sueño grave frente a 8,3% para apnea obstructiva del sueño no grave, p = 0,03).

"Nuestro estudio confirmó que la apnea obstructiva del sueño grave es un factor de riesgo independiente de mal pronóstico funcional en la fase aguda del ictus isquémico", informaron los investigadores en su discusión. "Integrar la alteración de los parámetros cuantitativos del electroencefalograma puede mejorar la precisión de las predicciones tempranas del pronóstico funcional en pacientes con ictus", añadieron.

Los hallazgos se vieron limitados por varios factores, entre ellos el diseño retrospectivo y la falta de un grupo de control sin apnea obstructiva del sueño de tamaño considerable, señalaron los investigadores. Otras limitaciones fueron el uso de un índice de apnea-hipopnea de 30/h o superior para definir la gravedad y la utilización de datos de historias clínicas, con el potencial de sesgo de información, y el uso de segmentos de polisomnografía continua de solo 30 segundos, comentaron.

Sin embargo, los resultados indican que el aumento de la potencia relativa delta y la relación de lentificación, así como la disminución de la potencia relativa alfa, beta, y sigma, pueden ser predictores independientes de un mal pronóstico funcional en pacientes con ictus que tienen apnea obstructiva del sueño, y que el pronóstico podría mejorarse mediante el tratamiento de la apnea obstructiva del sueño, concluyeron.

El estudio contó con el apoyo de la Fundación de Ciencias Naturales de China y del Programa de Construcción de Disciplinas del Segundo Hospital Afiliado de la Universidad de Soochow. Los investigadores han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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