La vigilancia activa para el cáncer de próstata abarca el seguimiento continuo de los hombres con cánceres de próstata de riesgo muy bajo, bajo y algunos de riesgo intermedio favorable después del diagnóstico inicial.[7] La vigilancia generalmente incluye el control continuado del antígeno prostático específico a intervalos establecidos, la biopsia de próstata confirmatoria y la repetición de las biopsias de próstata en puntos temporales predeterminados (generalmente con un intervalo de al menos 12 a 24 meses), con el objetivo de retrasar una posible intervención curativa, en caso de ser necesaria, sin perder la oportunidad de curación.[7] En la actualidad no se recomienda ninguna estrategia de vigilancia activa, y no se ha establecido el momento de suspenderla; sin embargo, numerosas organizaciones internacionales recomiendan la vigilancia activa.[8]
La radioterapia también ofrece la posibilidad de un tratamiento curativo del cáncer de próstata circunscrito, pero junto con la cirugía, se considera un tratamiento local definitivo, con efectos adversos tanto a corto como a largo plazo. La radiación puede administrarse en forma de radioterapia de haz externo (ERBT) o braquirradioterapia. Las técnicas de radioterapia de haz externo (ERBT) incluyen la radioterapia conformada tridimensional y la radioterapia hipofraccionada de intensidad modulada.
En general el tratamiento quirúrgico del cáncer de próstata consiste en la extirpación de la próstata, las vesículas seminales y los ganglios linfáticos pélvicos de drenaje (cuando el riesgo es una indicación para la extirpación) con anastomosis vesicouretral.[9] La prostatectomía radical retropúbica se convirtió en la norma de referencia para el tratamiento quirúrgico del cáncer de próstata, según Tosoian y sus colaboradores.[10] Sin embargo, recientemente la prostatectomía robótica se ha convertido en una modalidad establecida y ha demostrado sistemáticamente una seguridad oncológica equivalente a la de la prostatectomía radical retropúbica, con una menor pérdida de sangre que favorece a la prostatectomía robótica.[11,12] El perfeccionamiento de la prostatectomía robótica con técnicas para preservar los nervios periprostáticos, el cuello de la vejiga y el espacio de Retzius, así como la constante evaluación y comprensión de la anatomía, han permitido mejorar los resultados con respecto a función eréctil, continencia y positividad de los márgenes quirúrgicos.[13,14,15]
La hormonoterapia para el cáncer de próstata, también conocida como "tratamiento de privación de andrógenos", se reserva para la enfermedad metastásica avanzada.[16]
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Citar este artículo: Mini-examen clínico: Cáncer de próstata - Medscape - 27 de dic de 2022.
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