La causa exacta del síndrome del intestino irritable sigue siendo un misterio. Una nueva hipótesis señala que podría deberse a la incapacidad del organismo para lidiar con la gravedad.[1]

Dr. Brennan Spiegel
La gravedad puede ser el "factor unificador de múltiples teorías aparentemente dispares e incompatibles entre sí sobre el síndrome del intestino irritable", dijo a Medscape Noticias Médicas el Dr. Brennan Spiegel, director de Health Services Research at Cedars-Sinai Medical Center en Los Ángeles, Estados Unidos. La hipótesis gravitacional del Dr. Spiegel sobre el síndrome del intestino irritable se describe en un artículo publicado en el número de diciembre de American Journal of Gastroenterology. [1]
La relación de un ser humano con la gravedad no es distinta de la de un pez con el agua, explicó. "Vivimos toda nuestra vida en ella, estamos moldeados por ella y, sin embargo, apenas notamos su influencia siempre presente en nuestro cuerpo. Cada fibra de nuestro cuerpo se ve afectada por la gravedad día a día, incluido nuestro tubo digestivo", afirmó el Dr. Spiegel.
El contenido abdominal es como un saco pesado de papas que estamos destinados a cargar durante toda nuestra vida. A fin de satisfacer esta demanda, nuestro cuerpo evolucionó para soportar la carga abdominal con un conjunto de mecanismos que elevan las vísceras en contra de la gravedad en una postura erguida, explicó el Dr. Spiegel. Una deficiencia de estos mecanismos podría provocar diversos problemas, como problemas de motilidad o proliferación bacteriana en el intestino y síntomas de síndrome del intestino irritable.
Sin embargo, la hipótesis de la gravedad del Dr. Spiegel va más allá del tubo digestivo. "Nuestro sistema nervioso ha desarrollado sus propias formas de lidiar con la gravedad y con las sensaciones viscerales que surgen cuando detecta desafíos gravitatorios, como sentir 'mariposas' al caer en una montaña rusa o en un avión con turbulencias", explicó el Dr. Spiegel.
"Incluso nuestra orientación neuropsicológica hacia la gravedad se encuentra en nuestro lenguaje, como cuando la gente habla de sentirse deprimida, decaída, de no poder levantarse de la cama. Son metáforas direccionales que utilizamos para referirnos al hecho de que hay algo negativo en sentirse tirado hacia abajo", señaló.
"Es mucho pedir"
El Dr. Spiegel afirmó que su teoría gravitatoria se basa en "una amplia bibliografía para formular la hipótesis de que el síndrome del intestino irritable puede ser el resultado de sistemas anatómicos, fisiológicos y neuropsicológicos ineficaces para lidiar con la gravedad, diseñados para optimizar la forma y la función gastrointestinal, proteger la integridad corporal y maximizar la supervivencia en un mundo sometido a la gravedad".
Reconoció que "es mucho pedir" que la gente se plantee una teoría unificadora de cualquier cosa. "Pero si profundizamos, no me parece terriblemente controvertido plantear que nuestra salud tiene algo que ver con la gravedad. ¿Cómo no iba a tenerlo?"
El Dr. Spiegel también cree que esta línea de pensamiento tiene implicaciones clínicas. "Aunque no podemos cambiar la gravedad, sí podemos cambiar nuestra relación con ella de distintas maneras. Para empezar, podemos reforzar nuestro cuerpo para lidiar mejor con la gravedad mediante la pérdida de peso, el ejercicio y el fortalecimiento de los músculos extensores antigravitatorios de la espalda, que sostienen la columna vertebral, que es el chasis que sostiene todo el cuerpo y mantiene la forma de la cavidad abdominal", explicó el Dr. Spiegel.
La razón por la que la fisioterapia y el ejercicio son eficaces para el síndrome del intestino irritable podría deberse a que estas intervenciones refuerzan los sistemas de apoyo gastrointestinal, reflexionó.
Teoría comprobable
Antes de que el Dr. Spiegel "se armara de valor" para presentar su artículo, lo envió a destacados investigadores del síndrome del intestino irritable de Estados Unidos para recabar su sincera opinión, según explicó. "Para mi sorpresa, me contestaron diciendo que esto tenía sentido. Y algunos dijeron que esto podría tener implicaciones para otras enfermedades", compartió con Medscape Noticias Médicas.
Algunos de sus pacientes con síndrome del intestino irritable le han contado cómo tiene resonancia el artículo y las formas concretas en que han notado el impacto de la gravedad y la presión atmosférica correspondiente en su experiencia con el síndrome. Otros le han comentado que sus síntomas mejoran cuando bucean, pero empeoran cuando salen del mar; o que se sienten mucho mejor en la montaña que a nivel del mar; y alguien más le dijo que hacer una postura de cabeza durante el yoga alivia sus síntomas gastrointestinales. "Es posible que solo sean anécdotas, pero son bastante sorprendentes", observó el Dr. Spiegel.
Su teoría no pretende sustituir a ninguna de las muchas existentes sobre el síndrome del intestino irritable, subrayó el especialista. Se trata más bien de un intento de agrupar las distintas teorías bajo una explicación potencialmente unificadora. El artículo incluye una lista de proyectos de investigación que podrían ayudar a explorar la teoría de la gravedad del síndrome del intestino irritable. "Puede que nada de esto acabe siendo cierto, o que partes de ello sean más o menos ciertas", reflexionó el Dr. Spiegel.
Un reto para la investigación
El Dr. Spiegel ha dado a los investigadores un "intrigante e interesante experimento mental y una especie de reto para tratar de determinar si esta hipótesis puede o no ser realmente cierta", dijo en un pódcast la Dra. Millie Long, coeditora en jefe de American Journal of Gastroenterology, publicación oficial del American College of Gastroenterology.
La Dra. Long, gastroenteróloga y profesora de la University of North Carolina School of Medicine, en Chapel Hill, Estados Unidos, animó a los oyentes a "profundizar en esta hipótesis".
La hipótesis de la gravedad es muy interesante, "pero lo mejor de todo es que se puede probar", afirmó la Dra. Shelly Lu, directora de la División de Enfermedades Digestivas y Hepáticas del Cedars-Sinai, en un comunicado de prensa emitido por el centro médico.[2]
"Si se demuestra que es cierto, implicará un importante cambio de paradigma en la forma de concebir el síndrome del intestino irritable y, posiblemente, también su tratamiento", afirmó la Dra. Lu.
El Dr. Brian Lacy, gastroenterólogo de la Mayo Clinic en Jacksonville, Estados Unidos, también opinó que "nuestra comprensión de la etiofisiopatología del síndrome del intestino irritable ha evolucionado en los últimos 50 años. Antes se pensaba que era un trastorno psiquiátrico ("colitis nerviosa") o un trastorno simplemente de espasmos intestinales ("colitis espástica"), pero ahora entendemos que los síntomas del síndrome del intestino irritable se desarrollan por múltiples factores, entre ellos, alteraciones en el microbioma intestinal, cambios en la sensibilidad y la motilidad intestinal, y la modulación del eje cerebro-intestino, por nombrar solo algunos".
"El fascinante manuscrito del Dr. Spiegel nos abre la puerta a pensar en el síndrome del intestino irritable de una forma completamente distinta. Su novedosa hipótesis es un magnífico reto para investigadores y clínicos, que pueden probar directamente su teoría con una serie de experimentos interesantes. Los resultados de estos experimentos podrían cambiar por completo el paradigma del tratamiento de los pacientes con síndrome del intestino irritable", concluyó el Dr. Lacy.
Esta investigación no contó con apoyo financiero. Los doctores Spiegel y Lacy han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
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CRÉDITO
Imagen principal: Dreamstime
Figura 1: Cedars-Sinai Medical Center
Medscape Noticias Médicas © 2022
Citar este artículo: ¿Es la intolerancia a la gravedad la causa del síndrome del intestino irritable? - Medscape - 15 de dic de 2022.
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