En 2021 COVID-19 fue la primera causa de mortalidad, seguida por enfermedades del corazón y diabetes

Perla Miranda

8 de diciembre de 2022

Entre 2020 y 2021 México registró 704.358 defunciones más de las esperadas y COVID-19 fue la primera causa, seguida por enfermedades del corazón y diabetes. Esta cifra representa un exceso de mortalidad de 47%, de acuerdo con un informe sobre las características de las defunciones en el país, publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).[1]

En el periodo analizado: COVID-19 se mantuvo como la primera causa de muerte con 238.772 defunciones, la segunda causa corresponde a enfermedades del corazón con 225.449 fallecimientos y en tercer lugar está la diabetes con 140.729 muertes.

Especialistas comentaron a Medscape en español que si bien estos datos eran previsibles, el informe publicado por el INEGI es un ejercicio indispensable para evaluar estrategias de salud pública, además de poner atención en otras problemáticas, como la permanencia de los suicidios como tercera causa de mortalidad en los grupos de 10 a 24 años. O bien que las agresiones (homicidios) sean la primera causa de muerte en los grupos de 15 a 34 años y la segunda para el grupo de 35 a 44 años, lo que es una muestra de que la violencia es un problema de salud pública.

Dr. Mauricio Rodríguez Álvarez

"Este informe nos ayuda a entender de qué se mueren los mexicanos; los últimos dos años ha estado completamente influenciado por la COVID-19, que de no existir en 2019 pasó a ser la principal causa de mortalidad en 2020 y 2021. Es muy valioso desde el punto de vista de salud pública, porque nos permite saber cuántos mexicanos mueren, dónde mueren, de qué mueren y aunque no evalúa políticas de salud, nos da una idea de hacia dónde tienen que estar dirigidas", expresó el Dr. Mauricio Rodríguez Álvarez, profesor de virología y vocero de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia de Coronavirus de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El informe publicado por el INEGI indicó que en 2021 las enfermedades del corazón tuvieron un exceso de mortalidad (42%), dado que se esperaban 310.020 muertes por esta causa y en realidad ocurrieron 441.290; un excedente de 131.270.

En el caso de la diabetes, se esperaban 219.077 fallecimientos y ocurrieron 289.980, es decir, 70.903 más de lo previsto, lo que equivale a un exceso de mortalidad de 32%.

Dr. Andreu Comas García

El Dr. Andreu Comas García, del Centro de Investigación en Ciencias de la Salud y Biomedicina (CICSaB) de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), explicó que estos datos son una hoja de ruta para analizar qué intervenciones sanitarias han funcionado y cuáles no.

Subrayó que el exceso de mortalidad por enfermedades cardiovasculares y diabetes muestra que las afecciones crónico-degenerativas "no han ido a ningún lado y continúan siendo el talón de Aquiles del sistema de salud mexicano", además del impacto que pudo tener el coronavirus en la atención de estas patologías, en el descontrol de los pacientes, las consecuencias de la reconversión hospitalaria e incluso la desaparición del Seguro Popular.

"Es cierto que aún vemos a COVID-19 como primera causa de mortalidad, pero sin duda el exceso de esta por enfermedades cardiovasculares y diabetes hace ruido, nos recuerda que las estrategias para hacerles frente no han sido suficientes y abre pauta para que el sistema de salud reflexione en las causas, desde el miedo de las personas por ir a su consulta mensual y contagiarse de COVID-19 hasta la incertidumbre que generó el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) y por supuesto, que todos los servicios se volcaron a la atención de coronavirus", comentó.

Para ambos especialistas es fundamental analizar las causas de fallecimiento por grupos de edad, porque eso da la oportunidad de implementar acciones más precisas en beneficio de la sociedad.

"Lo que vemos es que es más importante que los niños se pongan el cinturón de seguridad en el automóvil porque los accidentes son la primera causa de deceso en su grupo de edad, que se prevenga el suicidio en los adolescentes y adultos jóvenes de diez a 24 años, pensar seriamente en el tema de la violencia, quizá en reforzar las campañas de prevención y vacunación contra la COVID-19 en adultos de 35 a 64 años, sin descuidar la diabetes y enfermedades del corazón", enfatizó el Dr. Rodríguez.

La violencia como problema de salud pública

El INEGI reportó que en 2021 los homicidios fueron la octava causa de mortalidad en México, con 35.700, pero en hombres se situó como la sexta causa con 31.263 defunciones.

Al analizar por grupo de edad la alerta se posiciona en los de15 a 24 años y de 25 a 34 años, porque las agresiones son la primera causa de deceso, mientras que en el grupo de los 35 a los 44 años es la segunda causa, en niños de diez a 14 es la cuarta causa y en los menores de 5 a 9 años, la quinta.

Ante estos datos, el Dr. Rodríguez aseveró: "La violencia en el país es un problema de salud pública, cómo es posible que sea la quinta causa en el grupo de cinco a nueve años, es una tragedia".

Señaló que justamente estos datos deben hacer eco en los tomadores de decisiones para crear estrategias ya no solo de salud pública, sino encaminadas a la seguridad de los mexicanos.

El Dr. Comas expresó que si los accidentes automovilísticos son considerados un problema de salud pública y evidentemente la violencia también lo es, porque disminuye la capacidad de una buena calidad de vida y de incrementar las expectativas de vida.

"La salud pública es todo aquello que incremente la calidad de vida de la población y que aumente también la expectativa de vida de la población, por tanto, si estos homicidios, digamos dolosos, disminuyen de manera importante en nuestra calidad de vida, porque tenemos miedo a salir, porque en cualquier momento nos puede pasar algo y por supuesto que reduce la esperanza de vida del país, tenemos que enfocarnos en hacer o fortalecer políticas públicas", agregó.

Panorama e intervenciones

Aunque se prevé un invierno complicado para México, tanto por COVID-19 como por la presencia de influenza y virus sincitial respiratorio, para el también virólogo Andreu Comas García, es probable que para 2022 las enfermedades del corazón se posicionen de nuevo como la primera causa de mortalidad y la diabetes podría mantenerse en el tercer sitio, por lo que es importante reforzar las campañas para un diagnóstico temprano y un buen control de estas afecciones.

"Tenemos que enfocar nuestras políticas públicas a reducir el impacto de estas enfermedades crónicas para mejorar la productividad, la calidad de vida, la esperanza de vida y no olvidemos el crecimiento económico, si no frenamos el crecimiento de hipertensión y obesidad, gran parte de la fuerza laboral del país estará enferma. Hay que diseñar políticas públicas que eviten estas catástrofes, estas enfermedades inmensamente largas que deterioran la calidad de vida de las personas; hay que cuidarnos de COVID-19, pero no olvidemos ni por un segundo esos males que por años nos han aquejado", destacó.

El Dr. Rodríguez comentó que es necesario dar continuidad a las estrategias de prevención, detección y tratamiento de la diabetes, pero también de sus complicaciones.

"Hay que seguir combatiendo frontalmente a la industria de la comida chatarra, promover el etiquetado de alimentos, todo lo que sea información para la sociedad, porque la obesidad y la diabetes son producidas por los malos hábitos dietéticos, no hay que dejar de lado a la insuficiencia renal como consecuencia de diabetes, que genera un altísimo gasto de bolsillo y provoca muertes muy dolorosas, para eso sirve este informe y a pesar de que es evidente que habrá más olas de COVID-19, es poco factible que se mantenga como primera causa de mortalidad.

Reiteró que los datos publicados por el INEGI deberían incidir en la intensificación de la prevención de accidentes en menores de 15 años, en la creación de programas específicos para evitar el suicidio en adolescentes, atender el problema de la violencia a nivel nacional, además de la detección oportuna de diabetes y cáncer y garantizar el acceso a tratamientos adecuados para estas y otras enfermedades, porque esto ayudaría a modificar no solo el número de defunciones, sino sus causas.

"Con esta información las autoridades sanitarias pueden ser mucho más enfáticas en la comunicación de riesgos, advertir los daños del alcohol, del tabaco y de la mala alimentación, esos tres son los jinetes de este apocalipsis porque provocan una mortalidad prevenible, este informe nos permite encontrar los vacíos en la política pública y fortalecer la educación para la salud, replantear lo que se necesite modificar para reducir la incidencia de estas causas de mortalidad", concluyó.

TOTAL

HOMBRE

MUJER

COVID-19

COVID-19

Enfermedades del corazón

Enfermedades del corazón

Enfermedades del Corazón

COVID-19

Diabetes

Diabetes

Diabetes

Tumores malignos

Tumores malignos

Tumores malignos

Influenza y neumonía

Influenza y neumonía

Influenza y neumonía

Enfermedades del hígado

Agresiones (homicidios)

Enfermedades cerebrovasculares

Enfermedades cerebrovasculares

Enfermedades del hígado

Enfermedades del hígado

Agresiones (homicidios)

Accidentes

Enfermedades pulmonares obstructivas crónicas

Accidentes

Enfermedades cerebrovasculares

Accidentes

Enfermedades pulmonares obstructivas crónicas

Enfermedades pulmonares obstructivas crónicas

Insuficiencia renal

Los doctores Rodríguez y Comas han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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