Según una revisión sistemática y un metanálisis no lineal de dosis-respuesta de los datos de 1.853.610 adultos, los individuos que incluían la actividad física regular en su rutina semanal tenían 11% menos riesgo de infección por SARS-CoV-2, en comparación con sus homólogos inactivos.[1] Estos adultos físicamente activos también tenían 36% menos riesgo de hospitalización, 44% menos riesgo de COVID-19 grave y 43% menos riesgo de fallecer por COVID-19, en comparación con los inactivos.
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Citar este artículo: Mini-examen clínico: Ejercicio - Medscape - 13 de dic de 2022.
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