Más evidencia de que los flavanoles del té, la fruta y la verdura preservan la memoria y la cognición

Eve Bender

Conflictos de interés

6 de diciembre de 2022

El consumo de flavonoles puede preservar la memoria y la cognición en el curso del tiempo, señala una nueva investigación. Tres componentes específicos de los flavonoles, en particular kaempferol, miricetina y quercetina, se asociaron con un deterioro cognitivo general más lento.[1]

Dr. Thomas Holland

"Nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para empezar a hacer cambios saludables en el estilo de vida, especialmente cuando se trata de la dieta", indicó a Medscape Noticias Médicas el investigador principal, Dr. Thomas Holland, M. S, profesor adjunto del Rush Institute for Aging del Rush University Medical Center, en Chicago, Estados Unidos.

"Este trabajo se suma al creciente conjunto de datos que indican que lo que comemos es importante. Una dieta rica en frutas y verduras es fundamental para el funcionamiento cognitivo y físico. Un estilo de vida robusto es necesario para mantener la salud y el bienestar general, especialmente la salud del cerebro", señaló el Dr. Holland.

El estudio fue publicado en versión electrónica el 22 de noviembre en Neurology.

Flavonoles y memoria

Los flavonoles son una subclase de los flavonoides, una gran clase de compuestos bioactivos con propiedades antiinflamatorias que se encuentran en cebollas, col rizada, lechuga, tomates, manzanas, uvas y bayas, así como en té y vino.

Investigaciones anteriores han demostrado que en ratones la quercetina revierte las características histológicas de la enfermedad de Alzheimer y protege la función cognitiva, pero hay escasos datos sobre el efecto de los flavonoles en la memoria de los seres humanos.[2]

Para el estudio, los investigadores reunieron datos del Rush Memory and Aging Project (MAP), una cohorte de residentes de Chicago, Estados Unidos, de comunidades de jubilados y viviendas públicas para personas mayores sin demencia documentada al inicio.

El estudio incluyó a unos 960 participantes con una edad promedio de 81 años a los que se les efectuó seguimiento durante un promedio de 7 años. La mayoría (75%) era de sexo femenino y raza y blanca (98%). Cada año rellenaron un cuestionario sobre la frecuencia con la que comían determinados alimentos. También completaron pruebas cognitivas y de memoria anuales que incluían recordar listas de palabras, recordar números y ponerlos en el orden correcto.

Los participantes también informaron sobre nivel de estudios, tiempo que dedicaban a actividades físicas y actividades mentales, como lectura y juegos.

Los participantes se dividieron en cinco grupos en función de la cantidad de flavonoles que consumían.

Mientras que la cantidad promedio de ingesta de flavonoles en los adultos estadounidenses es de 16 a 20 mg al día, el grupo con la menor ingesta de flavonoles consumía 5 mg al día y el grupo con la mayor ingesta consumía un promedio de 15 mg al día, equivalente a una taza de verduras de hoja verde.

Para determinar las tasas de deterioro cognitivo, los investigadores utilizaron una puntuación global de cognición que resumía 19 pruebas cognitivas. La puntuación promedio fluctuó entre 0,5 para las personas sin problemas cognitivos, 0,2 para las personas con deterioro cognitivo leve y -0,5 para las personas con enfermedad de Alzheimer.

Tras ajustar los factores que podrían afectar a la tasa de deterioro de la memoria, como edad, sexo y tabaquismo, los investigadores descubrieron que la puntuación cognitiva de quienes tenían la mayor ingesta de flavonoles (equivalente a una ración de verduras de hoja verde al día) frente a la menor, presentaba una disminución de 32% en la tasa de deterioro cognitivo.

El Dr. Holland señaló que a medida que las personas envejecen los radicales libres pueden causar daño celular, lo que se conoce como lesión oxidativa. "Cuando ingerimos alimentos que contienen antioxidantes, como los flavonoles o la vitamina E, esos antioxidantes actúan como agentes reductores y esencialmente destruyen los radicales libres y evitan un mayor daño celular".

Añadió que aun cuando la inflamación es un proceso natural necesario para múltiples respuestas inmunitarias, la activación sostenida o excesiva del sistema inmunitario puede causar daños. "La ingesta de alimentos que contienen nutrientes y bioactivos con propiedades antiinflamatorias puede prevenir potencialmente la sobreactivación o la respuesta continuada de las células inflamatorias y evitar así el daño celular".

Col rizada para la cognición

Cuando los investigadores dividieron los flavonoles en cuatro componentes (kaempferol, quercetina, miricetina e isorhamnetina) descubrieron que los participantes con la mayor ingesta de kaempferol, que se encuentra en col rizada, ejotes, té, espinacas y brócoli, tenían una tasa de deterioro cognitivo 32% más lenta, en comparación con los que tenían la menor ingesta de kaempferol.

Aquellos con la mayor ingesta de quercetina, que se encuentra en tomates, col rizada, manzanas y té, tenían una tasa de deterioro cognitivo 30% más lenta en comparación con los que consumían menos quercetina.

Los participantes con la mayor ingesta de miricetina, que se encuentra en vino, col rizada, naranjas y tomates, tenían una tasa de deterioro cognitivo 31% más lenta en comparación con los que consumían la menor cantidad. Isorhamnetina dietética no estaba vinculada a la cognición global.

Las limitaciones del estudio fueron el potencial de sesgo debido a la autodeclaración de la ingesta dietética por parte de los participantes, así como el hecho de que, debido a su edad, los participantes en el Rush Memory and Aging Project podrían estar en riesgo de sufrir un deterioro cognitivo o una enfermedad asintomática, lo que podría dar lugar a informes poco fiables sobre el consumo dietético.

Evidencia "emocionante"

"Es emocionante ver evidencia de que algo tan sencillo y poderoso como animar a las personas a disfrutar de más frutas y verduras, como las espinacas, el brócoli y las manzanas, que son ricas en varios flavonoles, y el té verde o negro, puede evitar el deterioro cognitivo", comentó a Medscape Noticias Médicas la Dra. Uma Naidoo.

Dra. Uma Naidoo

La Dra. Naidoo es directora de psiquiatría nutricional y metabólica del Massachusetts General Hospital y autora del libro Este es tu cerebro en los alimentos.

"En general, cuantos más alimentos integrales y no procesados se consuman, maximizando las verduras de hoja verde y comiendo una variedad de verduras y frutas de colores, más optimizado estará el estilo de vida para ayudar a mantener un cerebro sano a medida que se envejece", destacó la Dra. Naidoo.

La especialista señaló que una dieta rica en flavonoles aporta "potentes compuestos antioxidantes que reducen la inflamación del cerebro, así como vitaminas del grupo B que favorecen la producción de energía y neurotransmisores y fibra, que nutre el intestino. Por ello animo a los profesionales de la salud a que recomienden a sus pacientes de edad avanzada dietas con predominio de plantas y no procesadas", añadió.

El estudio fue financiado por National Institutes of Health, el National Institute of Aging y el USDA Agricultural Research Service. El Dr. Holland y la Dra. Naidoo han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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