La sífilis es una enfermedad sistémica de transmisión sexual causada por la espiroqueta Treponema pallidum.[1] La incidencia de esta enfermedad ha aumentado notablemente en los últimos diez años. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que durante 2016 hubo 19,9 millones de casos prevalentes de sífilis en adolescentes y adultos de 15 a 49 años y 6,3 millones de casos nuevos en el mundo.[2] A partir de 2014 se calcularon alrededor de 17,2 casos por 100.000 mujeres y 17,7 casos por 100.000 hombres.
Existe una alta tasa de coinfección por el virus de inmunodeficiencia humana entre hombres que tienen sexo con hombres con sífilis. Los datos disponibles de 2020 sugieren que aproximadamente 46% de los hombres que tienen sexo con hombres con sífilis primaria y secundaria tienen virus de inmunodeficiencia humana, en comparación con aproximadamente 8% de los hombres que tienen relaciones sexuales con mujeres y 6% de las mujeres.
Las manifestaciones clínicas de la sífilis pueden ser muy variadas, por lo que se requieren alto nivel de sospecha, historia clínica dirigida a conductas sexuales de riesgo, antecedentes de sífilis y tratamiento de la misma.[3,4]
Manifestaciones clínicas
Treponema pallidum accede a los tejidos subcutáneos a través de abrasiones microscópicas. A pesar de un tiempo de división lento estimado de 30 horas, la espiroqueta evade las respuestas inmunitarias tempranas del hospedero y establece la lesión ulcerativa inicial (chancro). Durante el periodo de replicación local temprana algunos organismos establecen infección en los ganglios linfáticos de drenaje regionales con diseminación subsiguiente.[5,6]
Sífilis primaria
Las manifestaciones clínicas iniciales de la sífilis primaria consisten en la aparición de un chancro indoloro en el sitio de la inoculación. El periodo medio de incubación antes de que aparezca el chancro es de 21 días (rango: 3 a 90 días), una vez establecido, generalmente se cura en pocas semanas, incluso si no se indica tratamiento médico.[7,8]

Figura 1. Ulceración bien delimitada con fondo limpio eritematoso a nivel de la corona y el glande del pene. Esta lesión se denomina chancro sifilítico. Fuente: Liu XK, y cols. ID Cases. (2016) CC BY-NC-ND 4.0
Sífilis secundaria
Varias semanas o meses después aproximadamente 25% de las personas con infección primaria no tratada desarrolla sífilis secundaria, que se caracteriza por síntomas sistémicos que incluyen fiebre, erupción cutánea (roséola sifilítica), cefalea, malestar general, anorexia y linfadenopatía difusa. Los pacientes con sífilis secundaria pueden no tener antecedentes de un chancro anterior, ya que la infección primaria quizá fue asintomática o pasó desapercibida.
En pacientes con sífilis secundaria se pueden desarrollar lesiones grandes, elevadas, de color gris a blanco en zonas húmedas, como boca y perineo, llamadas condilomas planos, que ocurren con mayor frecuencia en áreas próximas al chancro primario y pueden reflejar la diseminación directa de organismos desde la úlcera primaria.[9]

Figura 2. Erupción palmoplantar en la sífilis secundaria conocida como "roséola sifilítica"; característicamente presenta una distribución palmoplantar, es de color rosa o rojo oscuro y no pruriginosa. Fuente: Lamb CA, y cols. Frontline Gastroenterol. (2013) CC BY-NC 3.0

Figura 3. La sífilis secundaria ha sido conocida como la "gran imitadora" debido a la diversidad de lesiones dermatológicas y que puede confundirse con otras enfermedades cutáneas. (A): se muestra exantema papular eritematoso difuso sobre el abdomen. (B): múltiples placas húmedas, hipopigmentadas y aplanadas compatibles con condiloma lata se muestran en las áreas genitales externas. (C): las respuestas inflamatorias pueden afectar los folículos pilosos y provocar una "alopecia apolillada", como se muestra en la figura. (D): los parches de la mucosa oral, como se muestra en la figura, pueden estar presentes durante la sífilis secundaria. Fuente: CDC
Sífilis terciaria
Cuando los pacientes no reciben tratamiento durante las primeras etapas de la sífilis corren el riesgo de sufrir complicaciones importantes. Los eventos clínicos pueden aparecer en cualquier momento entre uno y 30 años después de la infección primaria. No es necesario que las personas hayan experimentado sífilis primaria o secundaria clínicamente sintomática antes de desarrollar sífilis tardía. Las manifestaciones más comunes incluyen sífilis cardiovascular (especialmente aortitis) y lesiones destructivas con necrosis de tipo gomoso.[10]
Neurosífilis
Este trastorno comienza con la infección del sistema nervioso central por T.pallidum a través del líquido cefalorraquídeo. Este proceso puede ocurrir en cualquier momento después de la infección. Las principales manifestaciones son paresia general y tabes dorsalis. En la era actual la neurosífilis temprana es más común que la neurosífilis tardía y se observa con mayor frecuencia en personas con virus de inmunodeficiencia humana.[11,12]
CRÉDITO
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Citar este artículo: Diagnóstico de sífilis: 5 puntos clave - Medscape - 5 de dic de 2022.
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