Los pacientes con diabetes de tipo 2 que desarrollan cáncer tienen más probabilidades de desarrollar tumores en una etapa avanzada, al menos para los tumores malignos comunes para los que la detección no está ampliamente disponible, según una nueva investigación que utiliza datos de la Investigación Prospectiva Europea sobre Cáncer y Nutrición (EPIC).[1]
Esta es la primera demostración de que las personas tienen un mayor riesgo de que se les diagnostique un cáncer en una etapa avanzada si tienen una enfermedad cardiometabólica preexistente, como diabetes de tipo 2, enfermedad cardiovascular o ictus. La motivación para investigarlo surgió tras la observación de que hay evidencia que sugiere que las personas con diabetes de tipo 2 o enfermedad cardiovascular reciben otras revisiones médicas en menor proporción y que, por lo tanto, tales enfermedades cardiometabólicas podrían conducir a una detección tardía del cáncer y a una etapa avanzada en el momento del diagnóstico.
El estudio observacional, que se presentó en la 13.ª Conferencia Europea sobre el Cáncer de Mama en Barcelona el 16 de noviembre, fue dirigido por la Dra. Anna Jansana, investigadora posdoctoral en el grupo de Nutrición y Multimorbilidad del Cáncer de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) en Lyon, Francia. El estudio aún no ha sido revisado por pares.
La Dra. Jansana y sus colaboradores identificaron 11.945 casos de cáncer diagnosticados de 1992 a 2012 entre 400.577 participantes en 6 de los 10 países de la cohorte EPIC para los que había datos relevantes disponibles, que incluían participantes en el Reino Unido, Dinamarca, Alemania, Italia, Suecia y España. Los participantes tenían entre 35 y 69 años de edad en el momento de la inscripción, entre 1992 y 1998, 70% era de género mujer y ninguno tenía diabetes de tipo 2, enfermedad cardiovascular ni cáncer al inicio del estudio.
El equipo utilizó la regresión logística ajustada multivariable para estimar los odds ratios y los intervalos de confianza de 95% para el diagnóstico de cáncer metastásico según la presencia de enfermedad cardiovascular, diabetes de tipo 2, ambas o ninguna enfermedad cardiometabólica, entre los participantes de EPIC diagnosticados con cáncer. Analizaron los datos de todos los tumores malignos combinados y, por separado, de los que podían detectarse (cáncer de mama y colorrectal) frente a los que no contaban con programas de detección basados en la población en los países involucrados (todos los demás tipos de cáncer).
Durante una mediana de seguimiento de 15 años, 87% de los participantes con diagnóstico de cáncer no tenía enfermedades cardiometabólicas preexistentes en el momento del diagnóstico, mientras que 7,1% ya había recibido un diagnóstico de diabetes de tipo 2, 4,8% tenía un diagnóstico preexistente de enfermedad cardiovascular y 1,3% tenía un diagnóstico de diabetes de tipo 2 y enfermedad cardiovascular.
Mayor riesgo de diagnóstico después de metástasis en diabetes de tipo 2
Entre toda la cohorte, un total de 2.823 personas tenía cáncer de mama y 1.722 cáncer colorrectal. Para estos no se encontró una asociación estadísticamente significativa entre una etapa posterior del cáncer en el momento del diagnóstico y enfermedades cardiovasculares o diabetes de tipo 2 preexistentes. Sin embargo, después de excluir esos tipos de cáncer susceptibles de detección, el equipo encontró que, entre los 7.058 casos de los otros tumores malignos no evaluados, aquellos con diabetes de tipo 2 preexistente tenían un riesgo estadísticamente significativo 26% más alto de ser diagnosticados después de que su cáncer había hecho metástasis.
El equipo concluyó: "Estos hallazgos sugieren un mayor riesgo de estadio tumoral avanzado en el momento del diagnóstico, en particular para los tumores malignos no detectables, entre las personas con diabetes de tipo 2 preexistente".
Los resultados subrayan la importancia de alentar la participación de la población elegible en los programas de detección, dijeron, y sugieren que los profesionales de la salud presten especial atención a las personas con enfermedades cardiometabólicas preexistentes.
Implicaciones de la política de detección
Si bien la detección del cáncer de mama y colorrectal está ampliamente disponible en muchos países, "los tumores malignos de pulmón, ovario y próstata no cuentan con programas nacionales de detección y era más probable que se diagnosticaran en personas con diabetes de tipo 2 solo una vez que el cáncer había comenzado con metástasis más allá del tumor original a otras partes del cuerpo", observó la Dra. Jansana.
"Nuestros resultados subrayan la importancia de prestar especial atención a los pacientes con enfermedades preexistentes del corazón, los vasos sanguíneos o el metabolismo, como la diabetes tipo 2, para que los signos de cáncer puedan identificarse en una etapa más temprana, cuando es más probable que se trate con éxito", agregó.
"La buena noticia es que para los pacientes con cáncer de mama o colorrectal, los programas nacionales de detección parecen estar detectando el cáncer a menudo antes de que comience a propagarse, tanto para aquellos con y sin diagnóstico preexistentes de enfermedad cardiovascular y diabetes de tipo 2. Los hallazgos subrayan la importancia de participar en la selección cuando se les invita".
"Sin embargo, para los tumores malignos que no cuentan con programas nacionales de detección, nuestros resultados pueden incitar a los legisladores a ampliar el alcance de las recomendaciones de salud pública para incluir a los pacientes afectados por enfermedades cardiometabólicas y cáncer. En la actualidad, las guías de detección del cáncer no incluyen recomendaciones sobre su detección entre las personas con enfermedades cardiometabólicas. Puede ser necesario que los involucrados en la atención médica y la formulación de políticas consideren si las recomendaciones necesitan algún ajuste en términos de detección del cáncer", puntualizó la Dra. Jansana.
Vías comunes para el cáncer y las enfermedades metabólicas
"Además, los profesionales de la salud deben prestar especial atención a las personas con afecciones cardiometabólicas preexistentes. Nuestros hallazgos sugieren que podría valer la pena desarrollar intervenciones y tratamientos para abordar las vías comunes involucradas en estas enfermedades no transmisibles", agregó.
El equipo también señaló que se sabe que los factores del estilo de vida, como la dieta, la ingesta de alcohol, el ejercicio y el peso corporal, están asociados con la aparición tanto del cáncer como de la enfermedad cardiometabólica. Se ha demostrado que los niveles altos de glucosa en sangre en la diabetes de tipo 2 aumentan la señalización celular por el factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF), lo que puede provocar tumores malignos más avanzados y una menor sobrevida. Otros mecanismos biológicos que comparten tanto el cáncer como las enfermedades cardiometabólicas incluyen la inflamación causada por la obesidad, el estrés oxidativo, que puede dañar al ADN y las células, y el mal funcionamiento de la actividad de las hormonas sexuales, el factor de crecimiento similar a la insulina-1, que está involucrado en el pre y poscrecimiento natal, o leptina, que interviene en la regulación del almacenamiento de grasa.
Los puntos fuertes del estudio fueron el gran tamaño de la muestra, que incluía a personas de varios países europeos, y el uso de métodos estándar validados para diagnosticar el cáncer, dijo el equipo. Reconocieron las limitaciones, como que los centros EPIC registraron solo el primer evento coronario no fatal, no múltiples, y no había datos sobre cómo se controlaba la diabetes; por ejemplo, si el tratamiento incluía metformina, que se asocia con menor riesgo de problemas del corazón y de los vasos sanguíneos, y de algunos tipos de cáncer.
El estudio fue financiado por el Institut National du Cancer (INCA), Boulogne-Billancourt, Francia. No ha sido revisado por pares.
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CRÉDITO
Imagen principal: Dreamstime
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Citar este artículo: Los tumores malignos avanzados son más probables en personas con diabetes - Medscape - 28 de nov de 2022.
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