Un nuevo estudio retrospectivo proporciona más evidencia de que los diagnósticos previos de cáncer de mama no alteran la salud de las madres y los recién nacidos durante el embarazo: las mujeres que quedaron embarazadas al menos 12 meses después del diagnóstico de cáncer de mama no tenían más probabilidades que un grupo de control de tener partos prematuros o de sufrir morbilidad materna/neonatal, aunque tenían más probabilidades de someterse a una cesárea.
"Para las pacientes con más de un año desde el diagnóstico de cáncer de mama puede ser seguro y razonable considerar el embarazo sin aumentar significativamente las probabilidades de complicaciones maternas o neonatales. Este estudio no sugiere que no haya riesgo, pero pone el riesgo que existe en contexto con el riesgo asociado con cualquier embarazo", comentó la autora principal del estudio, Dra. Kirsten Jorgensen, fellow de oncología ginecológica en University of Texas Houston School of Public Health, en Houston, Estados Unidos.[1]
El estudio fue publicado en Obstetrics & Gynecology.
Los investigadores lanzaron el análisis porque "hay relativamente pocos datos para ayudar a guiar a las pacientes, sus oncólogos y sus obstetras a medida que navegan por la posibilidad de embarazarse después de un diagnóstico de cáncer. Ha habido estudios previos que analizan los desenlaces del nacimiento, pero a menudo incluyen a personas que quedan embarazadas poco después del diagnóstico, lo que puede sesgar los resultados", agregó la especialista.
Los investigadores utilizaron bases de datos para rastrear a 30.021 mujeres en California con edades entre 18 y 45 años que fueron diagnosticadas con cáncer de mama entre 2000 y 2012. De ellas, solo 553 cumplieron con los criterios del estudio y concibieron al menos un año después de un diagnóstico de cáncer de mama en etapa I-III (mediana edad al momento del parto:36; 50,6%: raza blanca no hispana; 23,9%: hispanas; 6,0%: raza negra; 83,2%: seguro privado).
Los autores del estudio compararon a estas mujeres con un grupo de control pareado de 1.659 mujeres sin cáncer de mama.
Después de ajustar por varios factores no hubo diferencias significativas entre los grupos en términos de desenlaces maternos: parto prematuro con menos de 37 semanas de gestación (12,5% en el grupo de cáncer de mama frente a 10,0% en el grupo control; odds ratio [OR]: 1,29; intervalo de confianza de 95% [IC 95%]: 0,95 a 1,74) o parto prematuro con menos de 32 semanas de gestación (1,3% frente a 1,6%, respectivamente; OR: 0,77; IC 95%: 0,34 a 1,79).
Los investigadores tampoco encontraron una diferencia significativa en los desenlaces neonatales: talla pequeña para la edad gestacional (menos del percentil 5: 3,1% frente a 5,0%, respectivamente; OR: 0,60; IC 95%: 0,35 a 1,03; menos del percentil 10: 9,4% frente a 10%, respectivamente; OR: 0,94; IC 95%: 0,68 a 1,30) o morbilidad neonatal (8,7% frente a 7,7%, respectivamente; OR: 1,15; IC 95%: 0,81 a 1,62).
"Es posible que el cáncer de mama tenga poco impacto porque algunos cánceres de mama se tratan solo con cirugía o radiación en el tórax. Es probable que estos tratamientos no afecten la fertilidad y es posible que no afecten un embarazo en desarrollo", destacó la Dra. Jorgensen.
Hubo decesos neonatales: uno en el grupo de cáncer de mama y cuatro en el grupo control. Los investigadores dijeron que la pequeña cantidad de muertes limitó su capacidad para interpretar los datos.
Los investigadores no encontraron evidencia de que el tratamiento con quimioterapia afectara los resultados. Encontraron una diferencia entre los grupos: aquellas que habían tenido cáncer de mama tenían más probabilidades de someterse a un parto por cesárea (45,6% en el grupo de cáncer de mama y 40,1% en el grupo de control; OR: 1,25; IC 95%: 1,03 a 1,53), sin embargo, los hijos de mujeres en el grupo de cesárea no tenían más probabilidades de morbilidad neonatal (OR: 1,15; IC 95%: 0,81 a 1,62).
La Dra. Jorgensen añadió que es difícil explicar la tasa más alta de partos por cesárea en el grupo de cáncer de mama. "En general, entre nuestra población de estudio y los controles emparejados se encontró una alta tasa de cesáreas. Es posible que haya habido sesgo del lado del proveedor. Quizá intervinieron antes con cesárea entre las que tenían antecedentes de cáncer de mama, una especie de sesgo por conocer el historial de la paciente. Intentamos hacer coincidir otras comorbilidades que afectaran los resultados obstétricos, pero es posible que no las hayamos tenido en cuenta todas".
La Dra. Patricia A. Ganz, directora de investigación de prevención y control del cáncer en University of California, en Los Ángeles, Estados Unidos, elogió la nueva investigación.
"Es un estudio bien realizado con análisis e interpretación de primer nivel. Según mi experiencia con pacientes que he atendido con cáncer de mama, no vi sorpresas aquí. La mayoría ha tenido embarazos sin complicaciones. Esto debería ser tranquilizador para las mujeres que desean tener hijos después del tratamiento del cáncer de mama y los médicos deberían apoyar esta decisión".
En cuanto a la tasa más alta de partos por cesárea en las sobrevivientes de cáncer de mama, agregó: "Puede haber una tendencia a pensar en estos como embarazos de 'alto riesgo' y como resultado, las cesáreas pueden seleccionarse con una tasa más frecuente".
El estudio fue financiado por los National Institutes of Health, incluidas las subvenciones del National Cancer Institute y el National Center for Advancing Translational Sciences. Las doctoras Jorgensen y han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente. Otros autores declararon pertenecer a la junta asesora (Delfina Care) y recibir pagos de National Institutes of Health, Guidepoint, Schlesinger Group y Johnson & Johnson.
Esta noticia fue publicada originalmente en MDEdge, parte de la Red Profesional de Medscape.
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CRÉDITO
Imagen principal: E+/Getty Images
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Citar este artículo: Antecedente de cáncer de mama no aumenta los malos resultados en el embarazo - Medscape - 17 de nov de 2022.
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