SÍNTESIS CLÍNICA

¿Qué conocimientos e impresiones tienen los proveedores latinoamericanos de atención oncológica sobre dejar de fumar?

María Nayeli Ortega Villegas

7 de noviembre de 2022

Un estudio transversal realizado en 6 instituciones oncológicas de 5 países latinoamericanos evaluó las características de los proveedores de atención al cáncer en relación al consumo de tabaco, así como sus conocimientos e impresiones sobre este hábito, con los siguientes resultados:[1]

  • Dado el impacto significativo del tabaquismo en el pronóstico del cáncer y la sobrevida, es relevante la capacitación de los proveedores latinoamericanos de atención al cáncer para que proporcionen la asistencia requerida a sus pacientes a fin de que dejen de fumar o los vinculen con servicios para abandonar el hábito, ya que esto mejoraría su estado general, calidad de vida y reduciría potencialmente el costo de tratamiento.

  • Se requiere apoyo a los proveedores de atención al cáncer que fuman para que dejen el hábito.

  • Debido a que están ganando popularidad en la región y los efectos a largo plazo del vapeo en el tratamiento del cáncer no son bien conocidos, se debe incluir a los cigarrillos electrónicos en las intervenciones y programas.

  • Hacer cumplir las políticas de espacios interiores libres de humo de tabaco en los establecimientos de salud promoverá la salud y seguridad no solo de los pacientes con cáncer y sus cuidadores, sino de todo el equipo de atención del cáncer y administrativo en los entornos de oncología.

¿Por qué es importante este estudio?

  • En comparación con la mayoría de los hospitales en Norteamérica, los centros de atención de cáncer en Latinoamérica están enfocados en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, dejando de lado las intervenciones que mejoran la calidad de vida de los pacientes y sobrevivientes de cáncer.

  • A pesar de que se han implementado políticas de control de tabaco, su consumo continúa siendo un riesgo creciente de mortalidad. Se estima que cada año el tabaquismo es responsable de aproximadamente 34 millones de dólares de costos directos para el sistema de salud en Latinoamérica.[2]

  • A pesar de la relación entre fumar y un tratamiento deficiente, así como del incremento de recurrencia, una gran cantidad de pacientes continúa fumando después del diagnóstico de cáncer. Aunado a esto se ha reportado que el hecho de que los médicos fumen obstaculiza la iniciación y efectividad de las intervenciones en los pacientes para que dejen de fumar. Se calcula que 21% de los trabajadores de la salud es fumador.

  • Este es el primer estudio que reporta la evaluación del uso de tabaco, conocimientos, impresiones y barreras en la implementación de servicios para dejar de fumar en una muestra de proveedores de atención al cáncer en seis países latinoamericanos.

Metodología

  • Se reclutó a proveedores de atención al cáncer en 6 instituciones de 5 países latinoamericanos: Instituto de Cancerología Las Américas AUNA y centro de cáncer en la clínica FOSCAL en Colombia; Hospital de Câncer de Barretos en Brasil; Instituto Nacional del Cáncer en Argentina; Instituto Nacional de Cancerología en México, e Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásticas en Perú.

  • Se realizó un cuestionario anónimo en línea que consistió en 28 preguntas cerradas adaptadas de la encuesta de la Asociación Internacional para el estudio del Cáncer de Pulmón de 2012 y la Encuesta Mundial del Tabaquismo en Adultos.

  • Los criterios de inclusión fueron: ser mayor de edad y estar designado como profesional de la salud que proporcione cuidados directos a pacientes con cáncer.

  • Las encuestas se realizaron en diferentes momentos en cada institución entre septiembre de 2015 y julio de 2019.

Resultados principales

  • Se recibieron los cuestionarios de 996 proveedores de atención al cáncer, de los cuales 58,6% lo integraban médicos, 21,9% enfermeros y 27,7% otros. De los participantes, 26,6% se reportó como fumador actual, solo 1,4% era usuario de cigarrillos electrónicos y 6,5% reportó ser fumador pasivo en el área de trabajo.

  • Entre los encuestados, 88,6% coincidió en que el tabaco es un factor de riesgo principal en el desarrollo de cáncer de pulmón, mientras que 90,4% sabe que el tabaco impacta negativamente en el tratamiento y la sobrevida.

  • Entre los proveedores de atención al cáncer, 90,3% opina que dejar de fumar debería ser parte del tratamiento, sin embargo, 73,4% considera no tener la formación adecuada para apoyar a sus pacientes en este proceso; 84,9% piensa que los proveedores de servicios de salud no deberían fumar.

Enfoque clínico

Durante la búsqueda de cuidados y tratamientos posteriores al diagnóstico de cáncer se presenta una gran oportunidad para los proveedores de atención en aconsejar y guiar a los pacientes sobre la importancia y dejar de fumar y cómo hacerlo, ya que en ese momento usualmente están interesados y motivados para lograr la recuperación.

La deficiencia de formación para dejar de fumar en los proveedores de atención al cáncer debe ser atendida en beneficio de los pacientes que requieren este tipo de intervención.

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