La exposición previa a coronavirus endémico se relaciona con la COVID-19 persistente

Lorraine L. Janeczko

Conflictos de interés

14 de octubre de 2022

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Las personas que tienen COVID-19 persistente pueden responder con más intensidad a un coronavirus no relacionado con el SARS-CoV-2 al que estuvieron expuestas que al SARS-CoV-2, según señala un estudio realizado por investigadores de la Harvard Medical School.[1]

La COVID-19 persistente, también llamada secuelas posagudas de la COVID-19, produce diversos síntomas que persisten al menos 4 semanas después de la infección inicial por el SARS-CoV-2, afirmaron en el artículo publicado en el servidor de preimpresión medRxiv. Cuatro autores explicaron en una entrevista su investigación sobre los posibles mecanismos de la COVID-19 persistente.

Dr. Jonathan D. Herman

"La inmunidad a los coronavirus endémicos no relacionados con COVID-19 puede desempeñar un papel en la presentación de secuelas posagudas de la COVID-19", dijo el coautor Dr. Jonathan D. Herman, Ph. D. "Todavía hay mucho más que necesitamos entender, pero es sorprendente que el refuerzo de las respuestas inmunitarias al coronavirus OC43 se enriqueció de forma única en los pacientes con secuelas".

"En el estudio, los individuos con secuelas posagudas de la COVID-19 generaron preferentemente respuestas más fuertes a los coronavirus causantes del resfriado a los que previamente estuvieron expuestos", compartió la coautora, Dra. Galit Alter, Ph. D.

Dra. Galit Alter

"En vez de generar una fuerte inmunidad al SARS-CoV-2, reforzaron una respuesta a un coronavirus diferente, lo que podría hacer que su respuesta fuera menos eficaz para eliminar el SARS-CoV-2. Sorprendentemente, la mayoría de los individuos habían sido vacunados —y seguían manteniendo esta inusual respuesta de anticuerpos—, lo que apunta a nuevas vías terapéuticas para tratar la infección por el SARS-CoV-2", observó la Dra. Alter.

La inmunidad humoral ofrece una pista sobre los orígenes de la COVID-19 persistente

Una quinta parte de los pacientes con COVID-19 evolucionan a la COVID-19 persistente, pero los autores afirmaron que no se sabe muy bien qué pacientes desarrollarán secuelas posagudas de la COVID-19 y por qué.

"Los anticuerpos representan biomarcadores relevantes que se han utilizado durante décadas para diagnosticar enfermedades. Sin embargo, también proporcionan una gran fuente de información sobre infecciones anteriores. El uso de perfiles de anticuerpos, en este caso, apuntó a la presentación de respuestas incompletas de anticuerpos al SARS-CoV-2 en individuos con secuelas posagudas de la COVID-19", informó la Dra. Alter.

Los investigadores revisaron los registros médicos, a partir del 1 de marzo de 2020, de los pacientes del sistema de atención médica Mass General Brigham en Boston, Estados Unidos, incluyendo los participantes con diagnóstico de COVID-19 fuera de dicho sistema remitidos por reumatólogos.

Se centraron en los pacientes con enfermedades reumáticas autoinmunitarias sistémicas porque su tendencia a la inflamación y a la producción de autoanticuerpos los vuelve más susceptibles de padecer secuelas posagudas de la COVID-19 y enriquecer los endotipos específicos impulsados por la inflamación.

Los 43 participantes tenían COVID-19 sin ingreso hospitalario y enfermedades reumáticas autoinmunitarias sistémicas. Se excluyó del estudio a los pacientes tratados solo por fibromialgia, artrosis, dorsalgia mecánica, gota o seudogota sin una enfermedad reumática autoinmunitaria sistémica.

En general, 79% de los participantes era de sexo mujer, 35% tenía artritis reumatoide, 19% artritis psoriásica y 95% había recibido la vacuna contra la COVID-19.

Los investigadores utilizaron la serología de sistemas para obtener un perfil completo de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 y un panel de patógenos endémicos o antígenos de vacunas habituales.

Los pacientes con COVID-19 persistente tuvieron una respuesta inmunitaria distinta

En general, 17 pacientes presentaron secuelas posagudas de la COVID-19 y 26, no, y en aquellos con secuelas posagudas de la COVID-19, encontraron una respuesta inmunitaria humoral distinta. Los pacientes con secuelas posagudas de la COVID-19:

  • Presentaban anticuerpos anti-SARS-CoV-2 de menos inflamación  y de unión al receptor Fc-gamma más débil.

  • Mostraron una respuesta de anticuerpos significativamente ampliada y con más inflamación contra el coronavirus endémico OC43.

  • Reaccionaron con respuestas de IgM más ávidas y presentaron respuestas inflamatorias ampliadas de unión al receptor Fc específicas de OC43 S2, que se relacionaron con la reactividad cruzada entre el SARS-CoV-2 y los coronavirus comunes.

Dr. Jeffrey A. Sparks

"Las fortalezas del estudio incluyen los fenotipos detallados de los casos después de la COVID-19, en particular para clasificar la presencia o la ausencia de secuelas posagudas de la COVID-19, así como la profundidad y amplitud del perfil de anticuerpos. Esto nos permitió identificar una firma inmunitaria humoral de las secuelas posagudas de la COVID-19", indicó el coautor, Dr. Jeffrey A. Sparks.

"Sin embargo, el estudio estaba limitado en su tamaño para investigar diferentes tipos de secuelas posagudas de la COVID-19, como la fatiga o los síntomas pulmonares, que pueden tener diferencias biológicas. Además, todos los pacientes del estudio tenían una enfermedad reumática preexistente", reconoció.

Dr. Sachary S. Wallace

"Una parte sustancial de los pacientes con COVID-19 tendrá secuelas posagudas de la COVID-19, que pueden tener un impacto significativo en la salud y la calidad de vida", comentó el coautor Dr. Zachary S. Wallace, M. S. "Dado el mayor riesgo de COVID-19 en muchos pacientes con enfermedades reumáticas, es importante entender la etiología del secuelas posagudas de la COVID-19 en esta población vulnerable, para permitir futuros avances diagnósticos y terapéuticos".

Dr. Davey Smith

El Dr. Davey Smith, profesor de medicina y jefe de enfermedades infecciosas y salud pública global de la University of California San Diego en La Jolla,  Estados Unidos, quien no participó en el estudio, calificó los hallazgos de interesantes, aunque los resultados no afectarán inmediatamente la atención a los pacientes.

"Puede haber una relación entre la infección previa por coronavirus no-SARS-CoV-2 y las secuelas posagudas de la COVID-19. Quizás al entender por qué algunas personas presentan o no presentan secuelas posagudas de la COVID-19 podamos desarrollar tratamientos para la enfermedad", reflexionó.

"Este artículo es una preimpresión y habrá de pasar por la revisión por pares", dijo el Dr. Smith. "Hay muchos elementos que deben examinarse. Por ejemplo, no hay una definición de secuelas posagudas de la COVID-19 que esté universalmente aceptada, así que ¿cómo influyó eso en este estudio?".

Mark Cameron, Ph. D., profesor asociado del Departamento de Población y Ciencias de la Salud Cuantitativas de la Case Western Reserve University, en Cleveland, Estados Unidos, opinó que se trata de un estudio sólido de un grupo sólido, aunque es una preimpresión antes de la revisión por pares.

Mark Cameron, Ph. D.

"En este estudio inicial, los investigadores se centraron en las personas que tenían la enfermedad reumática antes de desarrollar la COVID-19, sabiendo que tienen más riesgo de sufrir complicaciones duraderas y que, con suerte, son más similares desde el punto de vista inmunológico cuando se les diagnostica COVID-19 persistente: un único "endotipo" o grupo de pacientes con síntomas clínicos y antecedentes similares", observó.

"La memoria de nuestro sistema inmunitario a veces no logra combatir eficazmente un nuevo virus que se parece demasiado a uno que vio antes. Esta respuesta inmunitaria ineficaz puede provocar diversos problemas, entre ellos las escasas recuperaciones que observamos en las personas con COVID-19 persistente", señaló.

"El OC43 surgió probablemente a finales del siglo XIX y quizá causó una pandemia de enfermedades respiratorias graves entre 1889 y 1890, que antes se consideraba un resfriado común", recordó el Dr. Cameron. "El OC43 sigue existiendo como un coronavirus endémico, que suele causar infecciones respiratorias altas leves o moderadas".

La inmunidad contra la COVID-19 es compleja y la infección previa por el SARS-CoV-2 no garantiza la protección, especialmente a medida que surgen nuevas variantes, añadió.

"Este estudio puede ayudarnos a comprender mejor los riesgos y los posibles mecanismos asociados a la COVID-19 y a la COVID-19 persistente frente a las infecciones previas por coronavirus. También puede ayudar a orientar futuros tratamientos y vacunas contra la COVID-19", concluyó el Dr. Cameron.

Los autores tienen previsto realizar más investigaciones al respecto.

El estudio recibió el apoyo de una beca y una donación anónima. Los doctores Alter, Sparks y Wallace han declarado que tienen relaciones económicas con la industria farmacéutica. Todos los demás autores, así como los doctores Davey y Cameron, han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

Esta noticia fue publicada originalmente en MDedge.com, parte de la Red Profesional de Medscape.

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