Se requieren esfuerzos para aumentar el conocimiento de las autopruebas de virus de inmunodeficiencia humana entre la población de hombres que tienen sexo con hombres, especialmente entre los de menos ingresos y bajo nivel educativo, concluye un estudio multicéntrico publicado en la revista PLOS Global Public Health.[1]

Oliver Elorreaga
El primer autor de este trabajo e investigador del Centro de Investigación Interdisciplinaria en Sexualidad, SIDA y Sociedad de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), en Lima, Perú, Oliver Elorreaga, economista y maestro en investigaciones epidemiológicas, comentó: "Es el primer estudio que involucra tres países de Latinoamérica de manera simultánea con un cuestionario uniformizado a priori".
Los resultados de este trabajo deben promover estrategias para fomentar el uso de autopruebas de virus de inmunodeficiencia humana que consideren recepción cultural, características y barreras e incentivos que puedan jugar un papel crucial entre los potenciales usuarios, sobre todo en poblaciones vulnerables.
De acuerdo a UNAIDS, en 2020 cerca de 38 millones de personas estaban viviendo con virus de inmunodeficiencia humana, de los cuales poco más de cuatro millones no están conscientes de su estado.[2] La incidencia de esta enfermedad en hombres que tienen sexo con hombres es muy alta en México, con una prevalencia hasta diez veces mayor que la que tiene la población general, por lo que este grupo requiere políticas focalizadas.
La Organización Mundial de la Salud (ONU) planteó como objetivo para el año 2030 que 95% de las personas viviendo con virus de inmunodeficiencia humana estén conscientes de ello. Entre las estrategias para lograrlo, el organismo recomienda que las autopruebas de virus de inmunodeficiencia humana sean ofrecidas de forma adicional a los servicios tradicionales de pruebas. En Latinoamérica se ha estimado que solo 79% de los hombres con este padecimiento conoce su estado, colocando a la región lejos del objetivo.
Elorreaga resaltó la importancia de generar estrategias que disminuyan ese 20% que vive con virus de inmunodeficiencia humana sin saberlo, a fin de alcanzar el objetivo de la ONU. "La única manera de pasar de 20% a 5% en un corto tiempo requiere un esfuerzo de los médicos en general, de todos los profesionales de la salud, de la sociedad civil y del estado como proveedor de servicios públicos de calidad y gratuitos. La autoprueba nos permite acercarnos a población que de otra manera sería inalcanzable".
El objetivo de este trabajo fue evaluar el conocimiento de la existencia, la disposición y barreras de uso de la autoprueba en hombres que tienen sexo con hombres de tres países de Latinoamérica, incluyendo México.
Se realizó una encuesta basada en la web entre marzo y junio de 2018. Los criterios de elección fueron: hombres que tienen sexo con hombres mayores de 18 años, cisgénero, con autoinforme de ser negativos al virus de inmunodeficiencia humana. Se reclutaron por medio de anuncios en las aplicaciones Hornet, Grindr y Facebook.
El especialista destacó que el mayor reto durante la elaboración de este trabajo fue el reclutamiento de una población con un gran estigma. "Los hombres que tienen sexo con hombres pertenecen a una población vulnerable, sujeta a estigma por la sociedad y por los servicios de salud pública en general, lo que desencadena que sea una población oculta y difícil de encontrar; el tipo de reclutamiento que utilizamos puede sesgar los hallazgos hacia las personas más activas sexualmente, sin embargo, la ausencia de un entrevistador le da mayor privacidad, lo que juega a favor en cuanto a que el participante tenga mayor confianza y tiempo para responder".
Se recolectaron datos sociodemográficos, de prácticas sexuales e historial de enfermedades de transmisión sexual, si se habían realizado previamente alguna prueba de virus de inmunodeficiencia humana o si se había utilizado la profilaxis preexposición. Se evaluaron conciencia de existencia de la autoprueba y disposición a utilizarla, razones por las que no se estaría dispuesto a usarla y mejor vía para dar consejería después de su uso.
En México se encuestó a 5.724 hombres; 22,5% de estos nunca se ha realizado una prueba de virus de inmunodeficiencia humana, las razones más comunes argumentadas fueron: "Miedo a un resultado positivo" y "no estoy en riesgo de infectarme". A pesar de que solo 42,7% se percibía en alto riesgo de contraer el virus, de acuerdo al índice HIV Incidence Risk Index for men who have sex with men (HIRI-MSM), 51,5% lo estaba.
Solo 27,9% estaba consciente de la existencia de la autoprueba; sin embargo, 36,1% estaba dispuesto a usarla, prefiriendo tener consejería después de su uso en una visita clínica (36,1%).
Se asoció un mayor ingreso mensual y nivel educativo con la disposición a utilizar la autoprueba de virus de inmunodeficiencia humana. La disposición a utilizar profilaxis preexposición mostró una asociación positiva para utilizar la autoprueba, lo que sugiere que podrían ofrecerse juntos; en contraste, la conciencia de la existencia de la autoprueba se asoció inversamente con la disposición a utilizarla.
"En México nos llamó la atención que el conocimiento de la autoprueba estuvo asociado con menor disposición para usarla. Esto puede ser una señal de que sería crucial una campaña que aclare dudas y temores sobre esta, destacando su utilidad como una prueba preliminar, que si bien luego requiere confirmación, sirva como una puerta de acceso al sistema de salud", explicó Elorreaga.
Se encontró que los hombres que suelen tener relaciones sexuales bajo la influencia del alcohol estaban más dispuestos a utilizar la autoprueba, lo cual es prometedor al ser un grupo más vulnerable a la adquisición del virus de inmunodeficiencia humana.
Los encuestados manifestaron la necesidad de consejería posterior a la realización de la prueba. Sobre las barreras en el uso de la autoprueba, el desconocimiento sobre cómo lidiar con un resultado positivo se relacionó con la disposición a utilizarla, reafirmando la importancia de la consejería.
Elorreaga aclaró que es indispensable que lo que surja a partir de este estudio debe girar en torno a aumentar la conciencia de la necesidad de hacerse la autoprueba venciendo los temores más comunes y reducir la brecha entre academia y sociedad, ya que hay mucha información sobre la autoprueba que no llega a los usuarios potenciales. "La mayoría de los participantes está dispuesta a ofrecer información personal para poder acceder a un proveedor gratuito de autopruebas de virus de inmunodeficiencia humana y está abierta a recibir campañas informativas", concluyó.
En este sentido, la educación sexual que incluya esta prueba puede ser crucial, recordando que pobreza, falta de escolaridad, inequidad social y barreras de servicios de salud incrementaron con la pandemia de SARS-CoV-2.

Dra. Brenda Crabtree
La Dra. Brenda Crabtree, infectóloga especialista en virus de inmunodeficiencia humana e investigadora titular del Departamento de Infectología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, quien no participó en esta investigación, comentó al respecto que es de suma importancia visibilizar la necesidad del diagnóstico al alcance de la población infectada. "De acuerdo a la OMS, en Latinoamérica la mortalidad por síndrome de inmunodeficiencia adquirida no ha bajado desde 2010 a pesar de la efectividad de los antirretrovirales; todavía es muy común la enfermedad avanzada debida al diagnóstico en forma tardía. Este estudio habla de una estrategia para aumentar la capacidad diagnóstica".
La especialista añadió que debido a la pandemia de COVID-19 la población se ha familiarizado con las pruebas de autodiagnóstico, lo que abre una oportunidad para difundir el uso de las autopruebas de virus de inmunodeficiencia humana. El estudio refleja que las razones por las cuales sigue en aumento son sociales, relacionadas al estigma y falta de conocimientos de la población, pero también a la falta de acceso a las pruebas, por lo que las estrategias deben iniciar desde su adopción por las políticas públicas".
"México no tiene como método diagnóstico la autoprueba. Esta es una estrategia viable, fácil de implementar, costo-efectiva y además eficaz. Resalta la importancia de la educación tanto en la población médica como en la población en general", finalizó.
Elorreaga y la Dra. Crabtree han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
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CRÉDITO
Imagen principal: Dreamstime
Figura 1: Dr. Oliver Elorreaga
Figura 2: Dra. Brenda Crabtree
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Citar este artículo: Retos del uso de la autoprueba de virus de inmunodeficiencia humana en hombres que tienen sexo con hombres - Medscape - 28 de sep de 2022.
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