Nota de la editora:
La serie de Casos clínicos presenta enfermedades difíciles de diagnosticar, algunas de las cuales la mayoría de los médicos verá con poca frecuencia, pero que es importante reconocer con precisión. También se presentan casos de interés para los clínicos con datos clave para identificar en la exploración física y abordaje diagnóstico. Ponga a prueba sus habilidades diagnósticas y terapéuticas con este caso clínico y las preguntas correspondientes. Si tiene algún caso clínico que le gustaría proponer para esta sección, por favor póngase en contacto con nosotros.
Historia clínica
Una estudiante y deportista universitaria de atletismo de 22 años es remitida por su médico de atención primaria a un psiquiatra por "fluctuaciones del estado de ánimo y para aclaración del diagnóstico". La paciente describe la historia de su patrón/curso general del estado de ánimo como estados de ánimo decaídos hasta por una semana a la vez en séptimo y octavo grados y luego un estado de ánimo mayormente estable en la escuela secundaria. Indica que desde que empezó la universidad hace casi 4 años "no ha sido ella misma". Refiere una alternancia bastante constante de 2 a 3 días en los que se siente "en la cima del mundo, todo está muy bien, muy motivada y haciendo muchas cosas" y de 3 o 5 días en los que se siente más "deprimida".
En la fase "alta" describe su estado de ánimo como eufórico. Tiene la sensación de ser mejor que los que la rodean, pero no hasta el punto de proyectar planes grandiosos y poco realistas. Durante estas fases gasta un poco más de lo habitual en comprar alimentos, pero por lo demás no gasta en exceso, no se siente hipersexual y no se involucra en otras conductas de riesgo o problemáticas poco habituales. Se siente más distraída y tiene pensamientos acelerados sobre cosas que quiere realizar. Estos pensamientos no le parecen ansiosos, sino que dice: "Siento que puedo procesar un millón de cosas por minuto".
Durante estas fases siente que los demás a su alrededor se mueven con demasiada lentitud. Afirma: "Casi quiero apartarlos de mi camino cuando intento llegar a algún sitio". Como tiene mucha más energía hace ejercicio tres veces al día (una con su equipo de atletismo y dos por su cuenta) en lugar de su habitual entrenamiento en equipo de una vez al día. Durante estas fases no suele haber cambios en el sueño (7 a 8,5 horas por noche). Señala que cuando se siente "acelerada" podría dormir mucho menos, pero se obliga a dormir porque cree que un buen descanso es importante para su deporte.
En la fase "baja" se siente triste, desesperada, disgustada y desmotivada y tiene una energía extremadamente baja. Piensa más en la muerte durante estos periodos; sin embargo, afirma: "En realidad nunca querría estar muerta". Sigue disfrutando de ciertas cosas, pero tiene cierto grado de anhedonia.
Refiere estar muy pocas veces "entre" los estados de ánimo altos y bajos. Cuando lo está siente lo que ella describe como ansiedad de base.
La paciente nunca ha recibido una evaluación o un tratamiento para síntomas psiquiátricos. Sus padres atribuyeron los síntomas afectivos en el primer ciclo de secundaria a un "estado de ánimo normal" para esa edad. Luego se sintió generalmente bien en la escuela secundaria. Ella afirma: "Como estudiante-atleta ocupada no he llegado a ver a alguien por estos síntomas hasta ahora".
Recuerda que su padre tuvo "una especie de colapso mental" cuando tenía 20 años. Al parecer fue hospitalizado tras gastar todo su dinero en un plan de enriquecimiento rápido, que fracasó y después de estrellar su automóvil mientras conducía a una velocidad peligrosa por razones desconocidas. No tiene más detalles sobre las circunstancias y no sabe si ahora está recibiendo atención psiquiátrica.
Sus antecedentes personales patológicos son relevantes para una fractura de la pelvis por esfuerzo durante su participación en atletismo en su primer año de universidad, un desgarro del cartílago del rodete acetabular de la cadera con reintervención ulterior en su segundo año de universidad y múltiples distensiones musculares. La figura 1 muestra una fractura de la cadera por esfuerzo similar.
Figura 1.
La paciente no toma fármacos. Niega haber consumido alcohol, cannabis, nicotina u otras drogas. Bebe aproximadamente tres tazas de café al día.
CRÉDITO
Imagen principal: Science Source
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Citar este artículo: Deportista universitaria de 22 años con cambios de humor descontrolados - Medscape - 23 de nov de 2022.
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