BARCELONA, ESP. Hay que añadir los episodios de tromboembolia venosa no provocados a la lista de posibles consecuencias de la apnea obstructiva del sueño (AOS) grave.[1]
Esta conclusión se basa en un estudio que muestra que los pacientes con apnea obstructiva del sueño que presentaban los episodios de hipoxemia nocturna más prolongados tenían un riesgo doble de sufrir episodios de tromboembolia venosa.
La asociación entre la hipoxemia nocturna y la tromboembolia venosa fue más fuerte entre los pacientes que no utilizaban sistemas de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP), informó el Dr. Wojciech Trzepizur, del Hospital Universitario de Angers, en Francia.
Estudios anteriores han indicado vínculos entre la apnea obstructiva del sueño y el cáncer y el deterioro cognitivo, pero este es el primer estudio en el que se investiga la asociación entre la apnea obstructiva del sueño y la incidencia de tromboembolia venosa no provocada, informó en una sesión de resúmenes orales en el Congreso de la European Respiratory Society (ERS) de 2022.
"Descubrimos que los que pasaban más de 6% de su tiempo nocturno con niveles de oxígeno en sangre por debajo de 90% de lo normal tenían un riesgo casi doble de presentar tromboembolia venosa en comparación con los pacientes sin privación de oxígeno", dijo.
El Dr. Trzepizur y sus colaboradores llevaron a cabo un estudio retrospectivo en el que vincularon los datos de la cohorte con una base de datos asistenciales administrativos. Identificaron la tromboembolia venosa no provocada en pacientes con sospecha de apnea obstructiva del sueño y sin tromboembolia venosa previa.
Crearon modelos de riesgos proporcionales de Cox para evaluar la asociación de la tromboembolia venosa no provocada con las medidas del índice de apnea-hipopnea (IAH) y los marcadores de hipoxemia nocturna, incluido el tiempo que los pacientes pasaron por debajo de 90% de saturación de oxígeno (T90), el índice de desaturación de oxígeno (IDO) y la carga hipóxica, definida como el área total bajo la curva de desaturación relacionada con el episodio respiratorio.
Encontraron que, tras una mediana de seguimiento de 6,3 años, 104 de 7.355 pacientes tuvieron una tromboembolia venosa no provocada. En un modelo de riesgo no ajustado, hubo asociaciones significativas entre la tromboembolia venosa y la saturación de oxígeno por debajo de 90%, así como con la carga hipóxica, pero no con el índice de apnea-hipopnea o el índice de desaturación de oxígeno.
Sin embargo, en un análisis ajustado con respecto a edad, sexo, índice de masa corporal, ingesta de alcohol, hipertensión, depresión, antecedentes de enfermedades cardiovasculares, uso de estatinas, tipo de estudio del sueño, lugar de estudio y cumplimiento del tratamiento con presión positiva continua en las vías respiratorias, los investigadores descubrieron que solo la saturación de oxígeno por debajo de 90% seguía siendo un factor predictivo independiente significativo de la tromboembolia venosa, con un hazard ratio (HR) de 1,06, p = 0,02.
La asociación entre la saturación de oxígeno por debajo de 90% y la tromboembolia venosa se reforzó a medida que aumentaba el tiempo transcurrido por debajo de 90% de saturación. Los pacientes del tercil más alto, que estuvieron más de 6% del tiempo por debajo de la saturación, tuvieron un hazard ratio de tromboembolia venosa de 1,95 (p = 0,02), en comparación con los pacientes con una saturación de oxígeno por debajo de 90% inferior a 1%.
No hubo diferencias significativas en el riesgo de tromboembolia venosa entre los pacientes que utilizaron la presión positiva continua en las vías respiratorias durante más de cuatro horas por noche y los que utilizaron los dispositivos durante menos de cuatro horas o rechazaron la presión positiva continua en las vías respiratorias.
El comoderador de la sesión, Dr. Raphael Heinzer, maestro en salud pública, del Hospital Universitario de Lausana, en Suiza, comentó: "Vemos que la saturación de oxígeno por debajo de 90% parece ser un parámetro sólido".
La otra comoderadora de la sesión, Dra. Silke Ryan, del University College Dublin, en Irlanda, señaló que, aunque la saturación de oxígeno por debajo de 90% era el principal predictor de las respuestas, el Dr. Trzepizur y sus colaboradores no hicieron el ajuste respecto a otras enfermedades pulmonares.
"Evidentemente, podría haber una influencia de otras enfermedades relacionadas con la hipoxia", dijo, y recomendó su ajuste en futuros estudios.
El profesor Dr. Winfried Randerath, del Hospital Bethanien de la Universidad de Colonia, en Alemania, jefe del grupo de especialistas en trastornos respiratorios del sueño de la European Respiratory Society, comentó que este estudio y otros presentados en el congreso "muestran asociaciones preocupantes entre la apnea obstructiva del sueño y enfermedades importantes que afectan a la sobrevida y la calidad de vida".
"Aunque no se puede demostrar que la apnea obstructiva del sueño sea la causa de ninguno de estos problemas de salud, las personas deben tener en cuenta estos vínculos e intentar hacer cambios en su estilo de vida para reducir el riesgo de padecerla, por ejemplo, manteniendo un peso saludable. Sin embargo, si se sospecha apnea obstructiva del sueño, debe establecerse un diagnóstico y un tratamiento definitivos. Esperamos que otras investigaciones ayuden a aclarar si la apnea obstructiva del sueño puede ser la causa de algunos de los problemas de salud observados en estos estudios", afirmó el Dr. Randerath, quien no participó en el estudio.
El estudio fue apoyado por una beca del Institut de Re cherché en Santé Respiratoire des Pays de la Loire (IRSR), Beaucouzé, Francia. Los Dres. Trzepizur, Heinzer, Ryan y Randerath han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
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CRÉDITO
Imagen principal: Dreamstime
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Citar este artículo: La apnea obstructiva del sueño se relaciona con la tromboembolia venosa no provocada - Medscape - 14 de sep de 2022.
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