BUENOS AIRES, ARG. Pese a que su tasa de mutaciones es sustancialmente menor a la del SARS-CoV-2, la evidencia de cambios progresivos en el código genético del virus de la viruela símica verificada en lugares con alta transmisión refuerza el valor de la vigilancia genómica de este patógeno, señalaron funcionarios y expertos.

Jairo Méndez Rico, Ph. D.
Hasta el momento todos los virus aislados en el presente brote de la enfermedad en países no endémicos, incluyendo los de las Américas, corresponden al subclado IIb, uno de los dos en que se divide el clado II (antes conocido como "de África Occidental" y de menor mortalidad que el clado I). "Pero ya en algunos países y áreas geográficas con alta transmisión empezamos a ver procesos de microevolución, lo que hace que se genere una diversidad y puedan aparecer subclados y sublinajes", manifestó el virólogo Jairo Méndez Rico, Ph. D., asesor de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en enfermedades virales emergentes, durante una sesión informativa.
"Hasta el momento ningún cambio se ha asociado con mayor capacidad de transmisión o impacto en la gravedad de la enfermedad, pero es importante mantener la vigilancia genómica para anticipar cualquier mutación que pueda ser de interés o impacto en la salud pública", añadió Méndez Rico.
Humberto Debat, Ph. D., virólogo investigador del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina e integrante del consorcio Proyecto Argentino Interinstitucional de genómica de SARS-CoV-2 (PAIS), comentó a Medscape en español: "Se ha observado microevolución: pequeños cambios genéticos que han servido para hacer el seguimiento. Y por supuesto que siempre la vigilancia es útil, porque es un insumo básico que precede a la descripción de la biología. Es necesaria esa información para luego poder traducir si algún cambio tendrá un impacto en la biología", añadió.
Debat señaló que la tasa de evolución del virus de la viruela símica, un ortopoxvirus, es muchísimo menor que la del SARS-CoV-2, con una a dos mutaciones anuales en un genoma de casi 200.000 pares de bases en dos cadenas de ADN para el primero frente a aproximadamente 24 a 30 mutaciones anuales en un genoma de solo 30.000 bases alineadas en una cadena de ARN del segundo.
Primer linaje original sudamericano
Detectado y diseminado inicialmente en Europa, la región de las Américas concentra hoy la mayor carga de casos de este brote de viruela símica en el mundo, con más de 30.000 casos confirmados, lo que representa aproximadamente 55% del total actualizado al 9 de septiembre, según la base de Global.health. Los países que encabezan la lista en la región son Estados Unidos (21.149), Brasil (5.726), Perú (1.760), Canadá (1.316), Colombia (938) y México (788). También se registraron cuatro muertes relacionadas con la enfermedad en Brasil, Cuba y Ecuador.
Sin embargo, la región ha contribuido con una proporción menor (46%) de las 1.701 secuencias genómicas del virus enviadas hasta el 10 de septiembre a la base internacional de datos de acceso abierto GISAID, siendo Estados Unidos, Perú, Canadá y Brasil los países del continente que más análisis y envíos realizaron: 408, 160, 141 y 80, respectivamente.

Pablo Tsukayama, Ph. D.
"Lo de Perú es excelente… aunque también es cierto que es uno de los epicentros del brote", comentó a Medscape en español Pablo Tsukayama, Ph. D., profesor de microbiología de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, en Lima, Perú, uno de los principales impulsores de la vigilancia genómica de SARS-CoV-2 en ese país.
Hace poco más de diez días el Ministerio de Salud de Perú informó la identificación de un linaje del clado IIb, denominado B.1.6, "que corresponde al primer linaje nuevo y original identificado en la región sudamericana y se caracteriza por la mutación nucleotídica G111029A, cuya repercusión en el comportamiento del virus todavía está en estudio". Tres de cada cuatro virus analizados en ese país correspondían en agosto a ese linaje.
Asimismo, los funcionarios comunicaron la presencia de otros linajes, "ya que al momento se han identificado más de 10 introducciones independientes del virus a nivel nacional".
Tsukuyama explicó que todos los virus de este brote analizados hasta ahora en el mundo tienen un origen común, proviniendo de algún evento de importación desde la zona endémica de África a Europa. También señaló que hay un "debate fascinante" sobre las causas de que el virus haya mutado más rápido de lo esperado cuando se comparan secuencias de ADN del virus de viruela símica aislados este año con cepas de 2017-2018.
"Quizá un proceso de evolución acelerada, que podría haber estado mediado por un roedor hospedador, lo haya vuelto más virulento y transmisible y por eso explotan los casos ahora en Europa y en todo el mundo, aunque todavía no hay pruebas definitivas. Se requieren más experimentos", destacó.
En la medida que no se logre frenar los contagios aumenta la probabilidad de que mutaciones al azar confieran alguna ventaja adaptativa al virus y favorezcan su transmisión, advirtió Tsukuyama.
"Es imposible predecir la evolución, pero no necesitamos un nuevo virus en la población humana probando y cambiando combinaciones, porque alguna vez va a mejorar. Por suerte muta más lento y el crecimiento del número de casos por ahora es preocupante, pero no explosivo", expresó a Medscape en español.
El peor escenario
"El peor escenario sería que el virus de la viruela símica, que en algún momento pasó de animales a humanos, vuelva a animales y se establezca en ellos como reservorios, donde podría seguir mutando. No queremos eso porque expandimos el rango endémico de la enfermedad y aumenta la probabilidad de que mute y salte de nuevo al humano", alertó Tsukuyama. La reciente confirmación de la infección en un perro que era la mascota de dos pacientes en Francia abona la fluidez de la transmisión entre especies.
Comparten esa preocupación investigadores colombianos liderados por Juan David Ramírez, Ph. D., del Centro de Investigaciones en Microbiología y Biotecnología (CIMBIUR) de la Universidad de Rosario, en Bogotá, Colombia, y profesor asociado del Icahn School of Medicine at Mount Sinai, en Nueva York, Estados Unidos.
En un reciente análisis filogenético del virus publicado en Travel Medicine and Infectious Diseases, Ramírez y sus colaboradores calcularon que el virus del presente brote podría haber emergido en Europa en marzo de 2022 y alertaron sobre el posible "derrame" a nuevos reservorios animales en las flamantes áreas de expansión, lo que podría "establecer eventos epizoóticos emergentes que contribuyan a la persistencia de la enfermedad en regiones no endémicas". En ese sentido, llamaron a fortalecer iniciativas de epidemiología genómica en la interfase entre humanos y especies animales susceptibles, así como en la interacción humano-humano, para anticiparse a eventos de amplificación humana o zoonótica.[2]
"Dadas las características particulares de este brote, es esencial continuar los esfuerzos de vigilancia genómica para identificar e informar los cambios genómicos del virus para ayudar a desarrollar medidas oportunas de prevención y control", concluyeron.
Debat y Tsukayama han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
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CRÉDITO
Imagen principal: Dreamstime
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Citar este artículo: Viruela símica: "microevolución" del virus refuerza la importancia de mantener la vigilancia genómica - Medscape - 12 de sep de 2022.
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