BARCELONA, ESP. Los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, así como la enfermedad declarada, en pacientes sometidos a tratamiento contra el cáncer pueden manejarse de manera segura para minimizar la toxicidad cardiovascular relacionada con el tratamiento del cáncer, concluyen las primeras guías de cardioncología de la European Society of Cardiology (ESC).[1]
Las directrices se presentaron en el Congreso de la European Society of Cardiology (ESC) de 2022 el 27 de agosto y se publicaron simultáneamente en la European Heart Journal.[1]
El copresidente de la guía, Dr. Alexander R. Lyon, Ph. D., dijo a Medscape Noticias Médicas que el objetivo de la guía clínica era "personalizar la toma de decisiones para pacientes con cáncer que tienen una enfermedad cardiovascular o están en riesgo de desarrollarla a causa de su tratamiento... porque no hay una talla única para todos".
Un "tema muy fuerte a lo largo de la guía es la evaluación de riesgos y el hecho de que ese riesgo es dinámico, puede cambiar... porque la forma en que manejan a alguien que tiene un riesgo alto va a ser distinta" a alguien que está en riesgo moderado o bajo, observó.
"Estamos haciendo mucha vigilancia porque una de las grandes ventajas de la cardioncología es que sabemos cuándo alguien está a punto de recibir tratamiento", indicó el Dr. Lyon, del National Heart and Lung Institute, Imperial College London y el Servicio de Cardioncología del Royal Brompton Hospital, en Londres, Reino Unido.
"En la naturaleza, no se sabe cuándo alguien va a tener un infarto agudo de miocardio o una miocarditis viral aguda, pero sí sabemos cuándo van a ir a una clínica de oncología para recibir una infusión de quimioterapia o tabletas", anotó.
Las directrices ofrecen recomendaciones para que los pacientes puedan "tener su tratamiento de manera segura y minimizar las interrupciones".
"Sabemos que estos tratamientos contra el cáncer funcionan; estamos aquí para obtener lo mejor de ambos mundos" al minimizar la cardiotoxicidad, explicó el Dr. Lyon.
Disminución constante de la mortalidad relacionada con el cáncer
La guía clínica señala que desde la década de 1990 ha habido una "disminución constante en la mortalidad relacionada con el cáncer, reflejada en un aumento constante en la sobrevida del cáncer", y el resultado es que "los efectos secundarios relacionados con el tratamiento han ganado más importancia".
El Dr. Lyon compartió que entre 2011 y 2021, en su institución, hubo un aumento de cinco veces en el número de nuevas referencias de pacientes con cáncer con consecuencias cardiológicas.
Compartió que uno de los principales impulsores son los factores modificables, como el tabaquismo, la obesidad y la inactividad, que aumentan el riesgo de cáncer y enfermedades cardiovasculares.
"Aunado a eso, también ha habido una mejora en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares en personas de 40, 50 y 60 años, por lo que están sobreviviendo a su insuficiencia cardiaca, infarto de miocardio, fibrilación auricular que desarrolla tumores malignos más adelante".
Combinado con el envejecimiento de la población, el resultado es que "no solo a muchas más personas se les diagnostica cáncer, porque viven más tiempo, sino que tienen todos estos factores de riesgo cardiacos preexistentes, ya sea como enfermedad confirmada o simplemente los factores de riesgo asociados a ello", dijo.
Otro aspecto es que muchas de las más nuevas terapias orientadas al cáncer confieren un riesgo cardiovascular.
El Dr. Lyon dijo que la "más famosa" es trastuzumab, un anticuerpo monoclonal que se usa para tratar el cáncer de mama positivo para HER2 pero que también causa insuficiencia ventricular izquierda "en alrededor de 15% a 20% de las mujeres que lo toman y puede causar problemas cardiacos graves".
Eso, continuó, fue el "precursor de las terapias blanco", y la subsiguiente "explosión" en la disponibilidad de terapias modernas contra el cáncer ha incluido muchas que confieren problemas cardiacos.
La razón final del mayor interés en la cardioncología, agregó el Dr. Lyon, es la creciente conciencia en los equipos de oncología y hematología sobre el riesgo de problemas cardiacos entre sus pacientes.
"Nos hemos comunicado con nuestros colegas de oncología y hematología durante los últimos cinco a diez años para explicarles que estamos aquí para ayudarlos. No estamos aquí para detener sus tratamientos, estamos aquí para apoyarlos".
Al presentar las directrices, la copresidenta, Dra. Teresa López-Fernández, del Departamento de Cardiología del Hospital Universitario La Paz, Instituto de Investigación IdiPAZ en Madrid, España, dijo que el "espectro de presentaciones de toxicidad cardiovascular relacionada con el tratamiento del cáncer" incluye hipertensión arterial, arritmias cardiacas, enfermedad de las arterias coronarias, insuficiencia cardiaca y miocarditis.
Explicó que las terapias citotóxicas contra el cáncer se asocian con un mayor riesgo de toxicidad cardiaca que es más aguda durante la fase de tratamiento, pero que no disminuye por completo una vez que finaliza y luego, por lo general, se acumula durante el seguimiento a largo plazo.
Fundamentalmente, el impacto del tratamiento contra el cáncer en el riesgo cardiovascular depende de varios factores, como la edad del paciente, los antecedentes de cáncer, los factores de riesgo cardiovascular preexistentes o la enfermedad cardiovascular y haber recibido previamente tratamientos cardiotóxicos contra el cáncer.
Sin embargo, existen varias estrategias potenciales para reducir el riesgo de toxicidad cardiaca, incluida la prevención primaria y secundaria antes del inicio de la terapia contra el cáncer y el manejo temprano de la toxicidad cardiovascular relacionada con el tratamiento del cáncer durante el tratamiento, así como la evaluación del riesgo cardiovascular en el primer año después de la finalización del tratamiento y los programas de supervivencia al cáncer.
Para esos fines, la Dra. Teresa López-Fernández compartió que la guía incorpora 272 nuevas recomendaciones que cubren toda la atención cardioncológica, comenzando con la estratificación del riesgo cardiovascular antes del tratamiento anticancerígeno.
Ofrecen una lista de verificación de evaluación de riesgos y hacen una serie de recomendaciones para que los pacientes sean tratados con medicamentos potencialmente cardiotóxicos, como las antraciclinas, así como recomendaciones sobre imágenes cardiacas.
Las guías brindan una variedad de recomendaciones para la prevención de la toxicidad cardiovascular primaria y secundaria relacionada con la terapia del cáncer, incluida la minimización del uso de fármacos cardiotóxicos y el uso de inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, bloqueadores de los receptores de angiotensina, betabloqueadores y estatinas para la prevención primaria.
Establecen protocolos de monitoreo de toxicidad cardiovascular relacionada con el tratamiento del cáncer en toda la gama de terapias contra el cáncer, desde los tratamientos dirigidos a HER, los inhibidores de puntos de control inmunitarios, los inhibidores de tirosina quinasa de Bruton, CDK4/6, EGFR, VEGF y ALK, y las terapias endocrinas y de privación de andrógenos, hasta los nuevos tratamientos con células T con receptor de antígeno quimérico (CAR-T).
Una sección sobre toxicidad cardiovascular inducida por radioterapia tiene su propio protocolo para el establecimiento de la dosis media de radiación en el corazón de un individuo, o la cantidad de radiación expuesta al corazón durante el tratamiento.
A continuación, el Dr. Lyon analizó las recomendaciones para el manejo de la enfermedad y la toxicidad cardiovascular relacionada con la terapia del cáncer en pacientes que reciben tratamiento contra el cáncer.
Subrayó que las decisiones de tratamiento deben considerar la carga de síntomas del cáncer y cardiovasculares, el pronóstico del cáncer, los requisitos para su tratamiento, incluyendo otras alternativas, las interacciones farmacológicas y las preferencias del paciente.
El Dr. Lyon destacó los algoritmos diseñados para ayudar en el manejo de la disfunción cardiaca relacionada con la quimioterapia con antraciclinas, la terapia dirigida a HER2 y los inhibidores del punto de control inmunitario, así como con los medicamentos contra el cáncer que prolongan el intervalo QTc.
En los primeros 12 meses posteriores a la finalización del tratamiento, hay una serie de factores de riesgo para futuras enfermedades cardiovasculares, continuó.
Estos incluyen un riesgo de toxicidad cardiovascular inicial alto o muy alto, haber recibido tratamientos contra el cáncer que se sabe que tienen un alto riesgo de complicaciones cardiovasculares a largo plazo, como la doxorrubicina y la radioterapia, y haber tenido toxicidad cardiovascular relacionada con el tratamiento del cáncer moderada o grave durante el tratamiento.
A largo plazo, las directrices recomiendan que la vigilancia en los sobrevivientes de cáncer asintomáticos abarque desde una evaluación anual del riesgo cardiovascular en pacientes de bajo riesgo hasta la educación del paciente y la optimización de los factores de riesgo cardiovascular, junto con ecocardiografía transtorácica regular en grupos de alto riesgo.
Finalmente, el Dr. Lyon dijo que las directrices dirigen su atención a poblaciones especiales, como pacientes con masas y tumores cardiacos, aquellos con enfermedad cardiaca carcinoide, mujeres embarazadas que reciben tratamiento contra el cáncer, así como aquellos con dispositivos cardiacos electrónicos implantados que se someten a radioterapia.
Las guías clínicas fueron desarrolladas por el grupo de trabajo sobre cardioncología de la European Society of Cardiology, en colaboración con la European Hematology Association, European Society for Therapeutic Radiology and Oncology y International Cardio-Oncology Society. El Dr. Lyon declaró relaciones con Akcea, Takeda Pharmaceuticals, Pfizer, GlaxoSmithKline, AstraZeneca, Novartis, Ferring Pharmaceuticals, Heartfelt Technologies, Brainstorm Inc y Myocardial Solutions. La Dra. Teresa López-Fernández declaró relaciones con Daiichi Sankyo, Almirall España, Janssen-Cilag, Bayer, Roche, Philips e Incyte.
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CRÉDITO
Imagen principal: Moment/Getty Images
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Citar este artículo: Nueva guía de cardioncología de la European Society of Cardiology tiene como objetivo reducir la cardiotoxicidad - Medscape - 6 de sep de 2022.
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