COMENTARIO

¿Prescribe fármacos para tratar la obesidad?

Dr. Robert F. Kushner

Conflictos de interés

17 de agosto de 2022

Dr. Robert F. Kushner

¿Considera el uso de fármacos cuando trata pacientes con obesidad? Si respondió que no, es hora de hacer un cambio en su práctica clínica diaria. Nuestra comprensión actual de la obesidad como una enfermedad crónica, progresiva y recurrente, al igual que para la diabetes de tipo 2, es útil para cambiar la mentalidad hacia un modelo de tratamiento médico.

La obesidad ahora se considera una enfermedad de desregulación de la energía en la cual las señales biológicas alteradas y el medio ambiente contribuyen al aumento de peso y a la acumulación de exceso de grasa corporal. Al igual que con la diabetes necesitamos usar una variedad de enfoques para ayudar a nuestros pacientes a manejar mejor su obesidad. El asesoramiento sobre la elección de una dieta saludable con control de calorías, una mayor actividad física y el uso de estrategias para el cambio de comportamiento son pasos fundamentales para todos los pacientes que buscan tratamiento para la obesidad.

Sin embargo, el manejo del estilo de vida a menudo no es suficiente para muchos de nuestros pacientes, quienes continúan luchando con su peso y tienen problemas médicos coexistentes. Ya no es aceptable simplemente decir a los pacientes que "simplemente se esfuercen más" cuando hay disponibles tratamientos complementarios más efectivos. Más bien debe considerar si el paciente es candidato para recetarle un fármaco aprobado para el control crónico del peso. Este texto incluye las autorizaciones de la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos.

¿Cómo funcionan los fármacos contra la obesidad?

Actualmente hay cinco fármacos aprobados por la FDA de Estados Unidos para uso a largo plazo: orlistatfentermina/topiramato, naltrexona-bupropión, liraglutidasemaglutida; y uno está aprobado para uso a corto plazo (fentermina). Todos estos fármacos, excepto orlistat, alteran la percepción del apetito del paciente al modificar la señalización biológica en el cerebro. Aunque las respuestas individuales varían, los pacientes pueden sentir menos hambre, sentirse más llenos después de una comida y más contentos entre comidas y tener menos antojos y menos pensamientos sobre la comida. Al controlar el apetito el paciente puede cumplir una dieta baja en calorías de manera más consistente. Por esta razón aquellos bajo tratamiento con estos fármacos pierden entre 5% y 12% más de peso que quienes solo siguen un plan de estilo de vida.

¿Quiénes son candidatos para los fármacos contra la obesidad?

Los fármacos contra la obesidad están aprobados para pacientes con un índice de masa corporal ≥ 30 kg/m2 o ≥ 27 kg/m2 con una comorbilidad. Las consideraciones adicionales incluyen pacientes que participan activamente en el cuidado personal, atentos a su dieta pero que luchan por hacer cambios en la dieta, que no pueden perder o mantener un peso corporal más bajo y que desean mejorar su salud.

Qué fármaco elegir depende de las comorbilidades existentes, los efectos secundarios, la preferencia del paciente, la cobertura del seguro y el costo (si se paga de su bolsillo).

El tratamiento concomitante de las comorbilidades también es un factor importante. Por ejemplo, un paciente con diabetes se beneficiaría del uso de un agonista del receptor del péptido 1 similar al glucagón (GLP-1), como liraglutida o semaglutida, porque son agentes de la hormona incretina que se usan para tratar la diabetes. De manera similar, un paciente con antecedentes de migrañas puede beneficiarse de fentermina y topiramato porque topiramato también está aprobado para la profilaxis de la migraña. 

Cada fármaco tiene su propio programa de titulación único, por lo que los médicos deben familiarizarse con las instrucciones de dosificación. 

Independientemente del fármaco seleccionado, el paciente debe ser informado de que el tratamiento está destinado a un uso a largo plazo, porque la suspensión resultará en el resurgimiento del aumento del apetito y la recuperación del peso.[1]

¿Cómo se sienten los pacientes acerca del consumo de fármacos crónicamente para el control del peso?

Para algunos pacientes existe un estigma en torno al consumo de fármacos para bajar de peso, una preocupación de que se los perciba como incapaces o demasiado débiles para controlar su peso por sí mismos. Esto nace de la creencia errónea de que la obesidad se debe enteramente a comer en exceso y a la falta de actividad física. La falta de control del peso corporal es un signo de pereza, falta de responsabilidad personal y glotonería. Por lo tanto, se deduce que tomar un fármaco es la "salida fácil".

Es importante transmitir al paciente que el peso corporal excesivo se considera una afección médica que requiere atención de apoyo, como asesoramiento sobre el estilo de vida, derivación a un nutriólogo o psicólogo de la salud, prescripción de un fármaco o consideración de cirugía bariátrica. Los fármacos contra la obesidad ayudan al paciente a controlar el apetito y hacen que el cumplimiento de la dieta sea más exitoso.

¿Qué fármacos están en el horizonte?

Estamos entrando en una nueva fase de tratamiento para la obesidad que está aprovechando los efectos de control del apetito de las hormonas gastrointestinales y pancreáticas naturales estimuladas por nutrientes que incluyen péptido 1 similar al glucagón, polipéptido insulinotrópico dependiente de glucosa, glucagón y amilina.

Semaglutida, un agonista del receptor del péptido 1 similar al glucagón de segunda generación, fue aprobada para el control crónico del peso en 2021 después de la publicación de los ensayos controlados aleatorios STEP.[2] En STEP 1 la pérdida de peso promedio a las 68 semanas fue de 15% frente a 2,4% con placebo. También se descubrió que semaglutida es 2,5 veces más eficaz que el fármaco de primera generación liraglutida.[3]

La reducción del peso corporal promedio con tirzepatida, un nuevo polipéptido insulinotrópico dependiente de glucosa y agonista del receptor del péptido 1 similar al glucagón, alcanzó 21% después de 72 semanas con la dosis de 15 mg.[4] Actualmente se están investigando agentes de combinación adicionales y monoagonistas, agonistas duales y tripleagonistas que contienen estas hormonas.

El manejo en contexto

Al igual que con otras afecciones médicas crónicas, debemos utilizar una estrategia de tratamiento múltiple para ayudar a nuestros pacientes a lograr los mejores resultados. Para el control de la obesidad, esto incluye brindar asesoramiento sobre el estilo de vida para elegir una dieta saludable con control de calorías, aumentar la actividad física y estrategias para implementar cambios de comportamiento positivos. Para muchos pacientes agregar un fármaco contra la obesidad les permitirá tener más éxito en la pérdida de peso y en el mantenimiento del peso a largo plazo. Corresponde a los médicos familiarizarnos con el uso de los agentes disponibles y emergentes.

Para más contenido suscríbase a nuestros boletines y siga a Medscape en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Contenido relacionado

Comentario

3090D553-9492-4563-8681-AD288FA52ACE
Los comentarios están sujetos a moderación. Por favor, consulte los Términos de Uso del foro

procesando....