COMENTARIO

Las etiologías relacionadas a la depresión

Dr. José J. Mendoza Velásquez

Conflictos de interés

14 de diciembre de 2022

El texto ha sido modificado para su mejor comprensión.

Bienvenidos. Soy el Dr. José Javier Mendoza Velázquez, desde la Ciudad de México, grabando para Medscape en español.

Hoy vamos a hablar sobre algunas etiologías más recientes relacionadas a la depresión. De manera particular y a lo largo de mucho tiempo, prácticamente entre las décadas de los años ochenta y noventa, la teoría monoaminérgica se mantuvo vigente con relación a la depresión, que estipulaba que el desarrollo del trastorno depresivo mayor era causado por una menor concentración de los niveles sinápticos de neurotransmisores, en específico, serotonina.

Asimismo, por noradrenalina y dopamina o una disfunción en los receptores de estos, sin embargo, aun cuando bajo esta hipótesis se desarrolló gran cantidad de los fármacos que hoy conocemos como antidepresivos y de manera muy particular dio origen a los inhibidores selectivos de la recaptura de la serotonina, actualmente dichos fármacos siguen siendo el estándar de oro para el tratamiento de los trastornos depresivos.

Sin embargo, la eficacia que veíamos se ha visto limitada de manera particular por su lenta respuesta, usualmente de dos a seis semanas y cuando pensamos que una persona con depresión, de manera particular en situaciones de emergencia, como es la ideación suicida, esta situación no puede esperar dicho periodo para ver mejora.

Además una tercera parte de los pacientes que reciben tratamiento con este tipo de fármacos no logra el beneficio esperado e incluso con cuatro tratamientos o más no habrá una respuesta correcta y por supuesto tampoco habrá recuperación. 

Entender que el trastorno depresivo mayor no únicamente puede ser causado especialmente por estos factores ha sido una de las principales dudas de la investigación e las últimas décadas. Hasta ahora se han reconocido muchos otros factores causales de la depresión. La depresión es una enfermedad multifactorial en la que también intervienen factores genéticos, ambientales y psicosociales, respuesta mal adaptativa a las situaciones psicosociales, alteraciones en el funcionamiento de algunas áreas cerebrales, como corteza prefrontal, hipocampo, sistema límbico, algunas alteraciones del sistema inmune, como inflamatorias, endocrinas, como el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal y algunas otras en factores relacionados con el crecimiento neuronal, como el factor de crecimiento derivado del cerebro también conocido como BDNF. 

De manera muy particular existe una teoría que ha cobrado importancia: la participación del glutamato y el ácido gammaaminobutírico en la fisiopatología de la depresión. 

En los últimos años una gran cantidad de estudios muestra que inhibiendo los receptores en N-metil-D-aspartato o bloqueando la liberación del glutamato puede haber un efecto positivo en el daño ocasionado por el estrés crónico y las atrofias dendríticas. 

Esto igualmente sugiere que el exceso de glutamato puede tener efecto en la depresión y bloquea el efecto antidepresivo; por otro lado, algunos estudios también sugieren que no únicamente es una inhibición, sino una activación del glutamato lo que puede llevar a tener el efecto en el antidepresivo, ya que esto hablaría no de una situación activadora.

Ante estos hallazgos también se ha supuesto que no solo es la función de la baja o la alta, sino que el modelo más actualizado sobre la depresión se relaciona con un modelo sinóptico de la patología que conocemos como estrés crónico, el cual propone un trauma o una exposición repetida a diferentes estresores que tendrá como resultado un efecto cerebral global de remodelación neuronal con una reducción del volumen en ciertas regiones cerebrales, como la corteza prefrontal o el hipocampo izquierdo.

Es conveniente destacar de manera particular que no solo las neuronas son las encargadas de esto, sino también las células de la glía, que a lo largo del tiempo son responsables no únicamente de la función del glutamato, sino también de la inflamación en el sistema nervioso central y que se encuentran frecuentemente alteradas en el estrés crónico.

La evidencia actual sugiere que podemos ver la depresión como resultado de experiencias traumáticas acumuladas o el estrés que ha generado disfunción en la señalización a diferentes receptores, incluso los glucocorticoesteroides. Esto genera una alteración en la transmisión del glutamato aunado a una captación alterada, lo que genera la paradoja de la elevación extracelular del glutamato, ocasionando este efecto tóxico.

Se cree que este modelo puede ser el responsable de la depresión y de múltiples enfermedades neuropsiquiátricas y es importante que lo tengamos siempre en cuenta a la hora de administrar un fármaco. El estrés agudo ocasiona incremento de glutamato y a nivel frontal este generalmente se asocia con un incremento transitorio de estos neurotransmisores a nivel extracelular, generando estas respuestas de manera particular en los receptores en el NMDA (N-metil-D-aspartato) y AMPA (ácido α-amino-3-hidroxi-5-metil-4-isoxa- zolpropiónico) y esto de alguna manera nos brinda un poco más de claridad sobre el hecho de que la teoría de las monoaminas no es no es la correcta, sino que existen otras vías que eventualmente se tendrán que transformar en nuevos tratamientos con el glutamato, las vías inflamatorias y los glucocorticoesteroides y al entenderlos podemos acercarnos a una mejor respuesta terapéutica de la depresión.

Espero que esta información les sea útil y clara a todos. Muchas gracias y hasta la próxima.

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