COMENTARIO

Actualidades y algunas repercusiones de la violencia de género

Dr. José J. Mendoza Velásquez

Conflictos de interés

2 de septiembre de 2022

El texto ha sido modificado para su mejor comprensión.

Bienvenidos. Soy el Dr. José Javier Mendoza Velázquez, desde la Ciudad de México, grabando para Medscape en español.

En esta ocasión nuestra cápsula tratará sobre algunas actualidades y repercusiones que tiene la violencia de género en las personas.

A lo largo del tiempo y de manera muy particular con respecto a la pandemia de COVID-19, la epidemia que ya existía previamente relacionada a la violencia basada en el género ha incrementado. Para combatirla se han incrementado la integración y la aplicación de múltiples disciplinas, desde el aspecto psicológico; algunas otras políticas en general de información global pueden ir camino a mejorar el impacto que la violencia de género tiene a niveles local, nacional e internacional. 

Es importante y más con las noticias actuales, continuar abordando estos problemas mediante intervenciones basadas en evidencia, ya que esto ayudará no solo a empoderar a las mujeres y a las niñas, sino que les garantizará esta agencia para que si en la comunidad perciben algún riesgo, se busque reconstruir algunos elementos que les puedan devolver seguridad, situación aún pendiente.

Conforme avanza el tiempo sabemos que continuarán en aumento los riesgos, como fue la pandemia de COVID-19. Ha habido una rápida difusión de ejemplos de casos, muchas lecciones aprendidas y recomendaciones que pueden ayudar a los profesionales a continuar trabajando y sobre todo a investigadores y legisladores para poder detectar algunos puntos frágiles específicos en aquellas personas y comunidades que han sido afectadas por la violencia de género durante los últimos años. 

A través del tiempo hemos aprendido cómo la violencia y la adaptación a entornos violentos a lo largo del desarrollo implican una multitud de efectos que ocurren en cascada, abarcando muchos niveles de análisis, los cuales pueden ir desde lo genético —a través de la epigenética— hasta los cambios en el comportamiento —desde la psicopatología—. Es importante que nos enfoquemos en ver cómo estos efectos potenciadores de la violencia sobre las vulnerabilidades ya existentes o el funcionamiento de los sistemas de neurotransmisión pueden generar la aparición de algunos elementos psicopatológicos, por lo cual, ante la aparición súbita de estos elementos o síntomas debemos considerar la posibilidad de que la violencia de género puede estar presente y ser una de estas causas, además de valorar cómo puede causar alteración en algunos elementos desde el desarrollo, y como puede relacionarse con estrés postraumático y afecciones cerebrales del hipocampo o de la corteza prefrontal, lo que nos da posibilidades no solo etiológicas, sino terapéuticas.

Existen muchos cambios neurobiológicos adaptativos necesarios para poder sobrevivir en contextos violentos y estos eventualmente se pueden volver desadaptativos en otros entornos, lo que confiere un efecto psicopatológico de por vida.

Es importante que esto no se quede exclusivamente en estas circunstancias y en estas comunidades. Las opresiones sistémicas ocurridas a lo largo del tiempo a las mujeres como a las minorías sexuales, han quedado profundamente arraigadas en los cimientos de prácticamente toda la sociedad mundial. Las experiencias estresantes a través de los feminicidios y crímenes de odio, la discriminación, otros ejercicios de homonegatividad internalizada o la experiencia de rechazo, las agresiones antes llamadas microagresiones o las humillaciones normalizadas de la cotidianeidad, se han relacionado siempre con eventos adversos para la salud. 

Es importante que valoremos que esto no queda únicamente en un contexto social, sino que se traduce en una neuroadaptación ante la exposición al estrés de estos grupos de poblaciones y nuestro trabajo será entender cómo este estrés puede ser la causa de múltiples enfermedades es un punto importante al momento de plantear políticas relacionadas a la salud mental en todas las instancias. Lo anterior, acompañado de experiencias provenientes de la evidencia, como revisiones sistemáticas o estudios por neuroimagen, nos pueden orientar sobre cómo se crea una dinámica neuronal distinta en las personas sometidas a estrés y cómo esto condiciona la aparición de múltiples enfermedades que eventualmente y con la llegada de elementos estresantes como la pandemia, van a generar fenómenos clínicos relevantes.

Ante todo esto tenemos que prepararnos, ya que con la pandemia se van a generar fenómenos clínicos que nos obligan a informar a nuestra gente, a los niños y a las niñas para que se prevengan de las condiciones relacionadas con el estrés, pero sobre todo, debemos proveer las herramientas para poder manejarlo, pues en conjunto el estrés puede tener repercusiones neuropsicológicas compartidas como el trastorno por estrés postraumático y algunos otros trastornos relacionados con este. Dicha preparación nos ayuda a entender que mucho de lo que observamos como consecuencia tiene un punto o una posibilidad de tratamiento, si educamos desde la infancia.[1,2,3]

Espero que este tema les sea de utilidad a todos ustedes. Muchas gracias por su atención.

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