El texto ha sido modificado para su mejor comprensión.
Hola, soy el Dr. José Mendoza Velázquez, grabando desde México para Medscape en español.
Hoy vamos a hablar de un tema que vino recientemente a nuestra mesa debido a una publicación muy sonada sobre la hipótesis monoaminérgica, que decía claramente: "Hemos descubierto prácticamente que la serotonina a la baja no es la causa de la depresión".[1]
En esta ocasión retomaremos la discusión puntualizando algunos aspectos.[2,3]
La depresión es un trastorno del estado de ánimo, aunque quizá para los puristas no deba ser llamada una enfermedad, ya que no tiene una causa clara determinada, pero al final, para los pacientes sí lo es.
Es una condición que genera gran cantidad de padecimientos importantes, no únicamente a nivel congnitivo-conductual, sino a nivel sistémico. Es un estado de ánimo que produce un sentimiento persistente de tristeza y falta de interés. En su actual presentación, la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) deja un poco más claro a qué nos referimos cuando hablamos de depresión dentro de la variedad de trastornos relacionados, para lo cual están las categorías de trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo, trastorno depresivo mayor, trastorno depresivo persistente, trastorno disfórico premenstrual y trastorno depresivo debido a otra afección médica.
La mayor parte de estos cursa como columna vertebral con los síntomas relacionados a las modificaciones de estado de ánimo, disforia e irritabilidad, y algunos cambios somáticos y cognitivos, lo que dificulta tratar de englobar todos los trastornos en una sola idea. Por tanto, siempre es importante definirlos un poco, dentro del contexto de la etiología.
Hipótesis monoaminérgica
Sobre la hipótesis monoaminérgica, se dio como resultado de la identificación del funcionamiento de algunos fármacos sobre ciertos sistemas. A lo largo del tiempo hemos visto que incluso el término antidepresivo se queda corto ante los inhibidores selectivos de diferentes tipos. Sin embargo, la etiología del trastorno depresivo mayor es multifactorial.
La etiología del trastorno depresivo mayor es multifactorial.
Es importante entender que existen factores genéticos, no únicamente hereditarios, también tenemos la epigenética y otros factores ambientales y es necesario no enfocarse solo en la idea del historial familiar, sino integrar el historial personal, tanto de depresión como de síntomas predisponentes que podrían relacionarse con el trastorno.
Existe claridad para saber que muchas de estas afecciones pueden hacer que la depresión sea más difícil de tratar, pero debemos entender que a pesar de que no es solo un desbalance, sino una enfermedad que viene desde muchos frentes, es relevante entender que corregir las posibilidades de resolver alguno de estos puntos desde lo bioquímico o lo social puede ayudar a recuperar nuestra vida.
Manejo con "antidepresivos"
Considero conveniente resaltar que aun cuando en su momento el término "antidepresivo" fue correcto, actualmente ya no es el nombre que debemos dar a este tipo de moléculas. Cada día se descubren diferentes puntos de nuestro cerebro, blancos de acción de estos mismos fármacos, que los hacen todavía mucho más útiles en el resto de la práctica clínica.
Los antidepresivos han salvado vidas y creo que es importante que no visualicemos que este gran estudio se relaciona directamente con tales fármacos, porque complejiza más nuestra visión de la depresión. También es necesario que llevemos esta información al lado correcto y uno de los principales puntos del mismo estudio es su observación, que menciona que es probable que estos resultados estén influenciados por el uso previo de antidepresivos y sus efectos sobre el sistema serotoninérgico; los efectos de la depresión y del triptófano también pueden estar mediados por los antidepresivos.
La Dra. Araceli Martínez Estrada, psiquiatra en México, comentó que en este mismo punto los autores destacaron la evidencia de que los niveles de 5H1A se reducen después del tratamiento antidepresivo a largo plazo, lo que sugiere que pueden producir los cambios compensatorios opuestos a sus efectos agudos. Esto al final del día deja claro que estamos partiendo hacia una nueva historia.
Es importante considerar los datos con los que contamos, anteponer la claridad y dejar al lado la desinformación, para así construir una cadena que nutra. En la concepción multifactorial se requiere la multidisciplina, no la separación de disciplinas y en ese punto considero que los antidepresivos nos ayudarán a resolver una parte del enigma de la depresión, aunque no en su totalidad, pero queda el hecho de que son necesarios y han salvado muchas vidas.
Por hoy es todo, agradezco la oportunidad de brindarme este espacio. Muchas gracias por su atención, hasta la próxima.
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CRÉDITO
Imagen principal: Medscape
Medscape © 2022
Citar este artículo: Depresión, ¿sabemos más de lo que creemos? - Medscape - 28 de jul de 2022.
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