Si bien se sabe que los síntomas de la depresión se intensifican en pacientes que recientemente han experimentado un ictus, también podría ser cierto el empeoramiento de la depresión meses o años antes de que ocurra el ictus, sugiere un nuevo estudio de adultos mayores a 50 años.[1]
"El ictus parece alterar el curso de los síntomas depresivos de maneras más complejas de lo que se pensaba anteriormente", dijo a Medscape Noticias Médicas Maria Blöchl, Ph. D., de la University of Münster, en Münster, Alemania.
"Como se piensa comúnmente, los síntomas depresivos surgen después del ictus y permanecen elevados durante varios años. Pero también mostramos que los síntomas depresivos aumentan ligeramente antes del ictus, lo que quizás indica un ictus incipiente", observó Blöchl, autora principal del estudio publicado en versión electrónica el 13 de julio en Neurology, con el coautor Steffen Nestler, Ph. D., también de la University of Münster.
Depresión antes y después del ictus
Alrededor de 30% de los sobrevivientes de un ictus podrían sufrir depresión en cualquier momento después del evento agudo. La incidencia acumulada dentro de los cinco años oscila entre 39% y 52%, pero se sabe poco sobre cómo se desarrollan los cambios en los síntomas depresivos antes y después del ictus, señaló el informe.
Para investigar, Blöchl y sus colaboradores identificaron la trayectoria de los síntomas depresivos varios años antes y después de un ictus en 10.797 adultos (edad media: 65 años; 55%: mujeres) del English Longitudinal Study of Aging (ELSA), un estudio de cohorte longitudinal en curso.
Los 425 casos de participantes (3,9%) que experimentaron un ictus incidente durante un periodo de seguimiento de 12 años fueron equiparados por puntaje de propensión con 4.249 individuos sin ictus.
Cada dos años en el estudio, los participantes informaron síntomas depresivos de la última semana utilizando la Escala de Depresión del Centro de Estudios Epidemiológicos en su versión de ocho ítems (CES-D 8), ampliamente utilizada, en la que las puntuaciones más altas en una escala de 0 a 8 puntos indican más síntomas depresivos. Para este estudio, se utilizó una puntuación CES-D 8 de al menos 3 para indicar una probable depresión.
Aproximadamente dos años antes del inicio del ictus, la gravedad de los síntomas depresivos aumentó en un promedio de 0,33 puntos (p < 0,001), con un aumento adicional de 0,23 puntos después del ictus (p < 0,001). Los puntuaciones de los síntomas depresivos permanecieron elevadas durante diez años después del ictus.
Por el contrario, informó el grupo, las puntuaciones de los síntomas depresivos se mantuvieron relativamente estables a lo largo del tiempo en individuos sin ictus.
No hubo una diferencia estadísticamente significativa en la prevalencia de depresión probable en la evaluación previa al ictus de dos años entre aquellos con y sin ictus (29 % frente a 24 %). Sin embargo, en el momento del ictus, la probable depresión fue significativamente más común en el grupo con ictus (34% frente a 24 %; p < 0,001), una diferencia que persistió en la evaluación de seis años.
¿Un marcador predictivo?
Blöchl advirtió que los síntomas crecientes de depresión antes del ictus son en su mayoría sutiles y es posible que no siempre sean detectables clínicamente, y sigue sin estar claro si esos cambios previos al ictus se pueden usar para predecir quién sufrirá uno. "Pero incluso los aumentos leves en los síntomas depresivos, especialmente los relacionados con el estado de ánimo y la fatiga, pueden ser una señal de que está a punto de ocurrir un derrame cerebral".
Las implicaciones clínicas de los hallazgos actuales siguen sin estar claras, anotó. "Podría pensarse que el ictus puede predecirse a partir de los síntomas previos (depresivos, cognitivos, físicos), en combinación con los factores de riesgo vascular clásicos, pero eso requiere más investigación", dijo Blöchl a Medscape Noticias Médicas.
"Desde hace tiempo se sabe que la depresión sigue a un ictus, especialmente en los primeros meses de un ataque cerebral", comentó a Medscape Noticias Médicas el Dr. Shaheen E. Lakhan, Ph. D., neurólogo e investigador de Boston, Estados Unidos, que no participó en el análisis. "Líneas de investigación más recientes muestran ahora que la depresión en sí misma es un factor de riesgo de ictus" y el estudio actual es consistente con eso, agregó.
Sin embargo, el Dr. Lakhan señaló que citó algunas advertencias al análisis. Los sujetos fueron evaluados solo cada dos años "y con una herramienta de detección de depresión, no con una evaluación de diagnóstico", lo que limita nuestra capacidad para sacar conclusiones sólidas.
No obstante, agregó el Dr. Lakhan, los datos "subrayan la importancia del reconocimiento temprano y el manejo de la depresión, especialmente a medida que envejecemos".
Blöchl, Nestler y el Dr. Lakhan han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
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CRÉDITO
Imagen principal: fizkes/Shutterstock
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Citar este artículo: El empeoramiento de la depresión en adultos mayores puede preceder al ictus - Medscape - 26 de jul de 2022.
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