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Las estatinas son medicamentos que reducen los lípidos en la sangre y se encuentran entre los más prescritos del mundo. Por consiguiente, cualquier noticia relacionada con su utilización suele suscitar un gran interés. La inquietud por las nuevas guías, una declaración científica sobre la intolerancia a estatinas y los estudios recientes en los que se explora el impacto de su uso en diversos trastornos no cardiacos han convertido de nuevo a las estatinas en el principal tema de la Tendencia clínica de la semana. La prevalencia mundial de esteatosis hepática no alcohólica está aumentando a un ritmo alarmante. Ahora, nuevos hallazgos indican que las estatinas pueden ser beneficiosas para tratar la esteatosis hepática no alcohólica (ver infografía).
Una investigación presentada en el International Liver Congress utilizó datos del Rotterdam Elderly Study de Róterdam, Países Bajos, para analizar los posibles beneficios de las estatinas en personas con esteatohepatitis no alcohólica (NASH). Más allá de la reducción de la incidencia de esteatosis hepática no alcohólica, si se observa solo un subconjunto de pacientes con esteatosis hepática no alcohólica demostrada mediante biopsia, el uso de estatinas se asoció a una reducción de 45% de esteatohepatitis no alcohólica (odds ratio [OR]: 0,55; p = 0,031). Los investigadores determinaron que las estatinas podrían disminuir la formación de gotas de lípidos e influir en la expresión de importantes genes que intervienen en la inflamación. Los expertos señalan que se necesita más investigación. "Hasta donde yo sé, no existe evidencia sólida procedente de grandes ensayos aleatorizados que indique que las estatinas reducen las posibilidades de que se presente esteatosis hepática no alcohólica o mejoran sus marcadores indirectos, como los niveles de ALT [alanina transaminasa] o GGT [gamma-glutamiltransferasa]", comentó en una entrevista el Dr. Naveed Sattar.
Más allá de los posibles beneficios de las estatinas, la intolerancia sigue siendo una preocupación. La National Lipid Association (NLA) de Estados Unidos ha publicado recientemente una nueva declaración científica sobre el tratamiento de los pacientes con intolerancia a las estatinas. La declaración señala que, aunque las estatinas suelen ser bien toleradas, se ha registrado intolerancia en 5% a 30% de los pacientes. Para identificar un esquema de tratamiento tolerable, la National Lipid Association recomienda utilizar varias estrategias diferentes (diferentes estatinas, dosis o frecuencia de administración). Con el fin de establecer la intolerancia, debe intentarse un mínimo de dos estatinas, incluyendo al menos una a la dosis diaria más baja aprobada. Para los pacientes en alto y muy alto riesgo que presenten intolerancia, la declaración recomienda iniciar un tratamiento sin estatinas mientras se realizan intentos adicionales para identificar una estatina tolerable, a fin de limitar el tiempo de exposición a niveles elevados de lipoproteínas aterogénicas.
Una serie diferente de recomendaciones sobre las estatinas ha suscitado recientemente una fuerte reacción. Un estudio reveló que los nuevos umbrales de riesgo utilizados para guiar el tratamiento con estatinas en la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica en la guía de la European Society of Cardiology (ESC) de 2021 reducen drásticamente la elegibilidad para el uso de estatinas en los países de bajo riesgo. Un editorial que acompaña a los resultados los califica de "alarmantes" y afirma que, de confirmarse, la guía debería revisarse para "evitar un paso atrás en el uso de las estatinas en la prevención primaria". Para el estudio, Mortensen y sus colaboradores compararon el rendimiento clínico de la guía de la European Society of Cardiology de 2021 con la del American College of Cardiology (ACC) y la American Heart Association (AHA), la del National Institute for Health and Care Excellence (NICE) del Reino Unido y las guías europeas de 2019 en una cohorte europea contemporánea de 66.909 individuos aparentemente sanos del Estudio de Población General de Copenhague.
Durante los 9 años de seguimiento, se observó un rango de 2.962 a 4.277 eventos cardiovasculares no mortales y mortales. Los resultados mostraron que, aunque la guía de la European Society of Cardiology introdujo un nuevo y mejorado modelo de riesgo, conocido como SCORE2, las recomendaciones actualizadas específicas de edad redujeron drásticamente la elegibilidad de una recomendación de clase I para el tratamiento con estatinas a solo 4% de los individuos, de 40 a 69 años, y menos de 1% de las mujeres. Esto contrasta fuertemente con las anteriores guías europeas de 2019, así como con las actuales guías de del National Institute for Health and Care Excellence del Reino Unido y de American College of Cardiology/American Heart Association de Estados Unidos, que proporcionan recomendaciones de clase I/fuerte a 20%, 26% y 34% de los individuos, respectivamente, con un mejor rendimiento clínico tanto en hombres como en mujeres, informaron los autores.
Incluso cuando las estatinas están claramente indicadas, puede ser difícil lograr que los pacientes las tomen. Los resultados de más de 600.000 estadounidenses con seguro comercial y enfermedad cardiovascular aterosclerótica establecida mostraron que:
Sólo 1 de cada 5 pacientes (22,5%) tomaba una estatina de alta intensidad
27,6% tomaba una estatina de intensidad baja o moderada
49,9% no tomaba ninguna estatina.
Las mujeres tenían 30% menos de probabilidades de recibir una estatina que los hombres (OR: 0,70). Una puntuación elevada en el Índice de Comorbilidad de Charlson (OR: 0,72) y la arteriopatía periférica (OR: 0,55) también redujeron las probabilidades de prescripción de estatinas. Entre los usuarios de estatinas, los pacientes de mediana edad (OR: 0,83) y los de más edad (OR: 0,44) tenían menos probabilidades de recibir una estatina de alta intensidad, al igual que las mujeres (OR: 0,68) y los pacientes con arteriopatía periférica (OR: 0,43). Sin embargo, consultar a un cardiólogo en los 12 meses anteriores aumentó las probabilidades de que un paciente tomara una estatina de alta intensidad (OR: 1,21), al igual que el uso de otros fármacos para reducir el colesterol de las lipoproteínas de baja densidad (LDL) (OR: 1,44).
Los pacientes que toman estatinas pueden obtener otro beneficio: un menor riesgo de hospitalización por COVID-19. Un análisis de los datos de más de 2 millones de individuos que utilizan estatinas reveló un riesgo 16% menor de hospitalización por COVID-19 en comparación con controles equiparados (hazard ratios ajustados: 0,84). Los resultados fueron similares para la muerte intrahospitalaria asociada a la COVID-19.
Desde las controversias sobre las guías hasta los posibles efectos preventivos en la esteatosis hepática no alcohólica y la COVID-19, las recientes noticias sobre las estatinas generaron mucho interés. Al igual que el verano pasado, cuando una investigación similar suscitó una mayor atención, estos fármacos son una vez más el principal tema de la Tendencia clínica de la semana.
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Citar este artículo: Estatinas - Medscape - 22 de jul de 2022.
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