¿Es la enfermedad hepática un nuevo factor de riesgo de demencia?

Batya Swift Yasgur

Conflictos de interés

21 de julio de 2022

El hígado graso no alcohólico o esteatosis hepática no alcohólica está vinculado a un mayor riesgo de demencia, con un riesgo aún mayor en caso de una cardiopatía coexistente o un antecedente de ictus, según una nueva investigación.[1]

Los investigadores analizaron los datos de casi 3.000 personas mayores a las que se les había diagnosticado esteatosis hepática no alcohólica y los compararon con los de un amplio grupo de homólogas sin la enfermedad.

Al final del periodo de seguimiento de aproximadamente cinco años, a 5% de los participantes con esteatosis hepática no alcohólica se les diagnosticó demencia frente a 4,6% de los que no la tenían. Sin embargo, tras ajustar factores de riesgo cardiovascular, quienes padecían esteatosis hepática no alcohólica presentaban una tasa de demencia general 38% mayor y una tasa de demencia de origen vascular 44% mayor.

"Descubrimos que la esteatosis hepática no alcohólica, una acumulación de tejido adiposo en el hígado, conlleva un mayor riesgo de demencia, especialmente cuando el paciente tiene tanto esteatosis hepática no alcohólica como una cardiopatía", manifestó a Medscape Noticias Médicas la primera autora, Ying Shang, Ph. D., investigadora posdoctoral del Departamento de Medicina del Karolinska Institutet, en Solna, Suecia.

"En el estudio se aboga por la realización de pruebas cognitivas tempranas en pacientes con esteatosis hepática no alcohólica, especialmente en aquellos con una enfermedad cardiovascular coexistente y se destaca la posibilidad de que un tratamiento temprano y más específico de la esteatosis hepática no alcohólica y su comorbilidad cardiovascular pueda reducir el riesgo de demencia", puntualizó Shang.

Los resultados fueron publicados en versión electrónica el 13 de julio en Neurology.

¿Un factor de riesgo independiente?

"La esteatosis hepática no alcohólica se considera la manifestación hepática del síndrome metabólico y los trastornos metabólicos han demostrado ser factores de riesgo bien conocidos para la demencia", señaló Shang.

Otros componentes del síndrome metabólico se han relacionado con un mayor riesgo de demencia, pero "no está claro si la esteatosis hepática no alcohólica contribuye a la demencia independientemente de estos factores", añadió.

Además se ha informado sobre problemas de atención y memoria en pacientes con esteatosis hepática no alcohólica, lo que parece indicar una relación entre la enfermedad y una deficiencia cognitiva. Sin embargo, los estudios anteriores en los que se examina esta asociación se han limitado "en su mayoría al trastorno cognitivo leve con un diseño transversal", indicaron los investigadores.

"Puesto que 25% de los adultos tiene esteatosis hepática no alcohólica en todo el mundo y considerando el envejecimiento de la población, es importante entender si la enfermedad se relaciona con la demencia independientemente de este trastorno metabólico", señaló Shang.

Los investigadores examinaron el Registro Nacional Sueco de Pacientes para los años 1987 a 2016 e identificaron 2.898 individuos con esteatosis hepática no alcohólica (promedio de edad: 70 años; 55,1% integrado por mujeres). Todos ellos fueron equiparados por edad, sexo y ciudad de residencia a la edad del diagnóstico con 28.357 individuos sin la enfermedad para que hicieran las veces de grupo de control.

Los pacientes y el grupo de control fueron objeto de seguimiento durante una mediana de 5,5 y 5,6 años, respectivamente.

Los pacientes con esteatosis hepática no alcohólica tenían más probabilidades de padecer trastornos metabólicos, comorbilidades cardiovasculares y depresión que el grupo de control equiparado (p < 0,001 para todos).

¿Vía vascular?

Durante el periodo de seguimiento, a 5% del grupo con esteatosis hepática no alcohólica y a 4,6% del grupo de control se les diagnosticó demencia. El hazard ratio ajustado (HRa) fue de 1,86 (intervalo de confianza de 95% [IC 95%]: 1,55 a 2,25) para la aparición de demencia en el grupo de esteatosis hepática no alcohólica frente al grupo de control.

Aunque la relación entre la esteatosis hepática no alcohólica y la demencia se atenuó tras el ajuste por trastornos metabólicos (HRa: 1,64; IC 95%: 1,29 a 2,07) y se redujo aún más tras el ajuste por depresión, ictus y cardiopatía, siguió siendo estadísticamente significativa (HRa: 1,3; IC 95%: 1,1 a 1,72).

En comparación con el grupo de control, los que tenían esteatosis hepática no alcohólica presentaban tasas más elevadas de demencia y demencia vascular, pero no tenían mayores tasas de enfermedad de Alzheimer. Los investigadores afirmaron que la comorbilidad de esteatosis hepática no alcohólica con cardiopatía o ictus "confiere más riesgo de demencia".

Trastornos

HRa (IC 95%)

Esteatosis hepática no alcohólica

  • Demencia: 1,38 (1,10 a 1,72)

  • Demencia vascular: 1,44 (0,96 a 2,23)

Esteatosis hepática no alcohólica y cardiopatía

1,50 (1,08 a  2,05)

Esteatosis hepática no alcohólica e ictus

2,60 (1,95 a 3,47)

Esteatosis hepática no alcohólica y enfermedad de Alzheimer

1,15 (0,78 a 1,70)

La incidencia acumulada de demencia por todas las causas a los cinco años también fue mayor en los pacientes con esteatosis hepática no alcohólica que en quienes no la padecían (3,6% frente a 2,05%, respectivamente).

Cuando los investigadores compararon el grupo con esteatosis hepática no alcohólica y los miembros del grupo de control que no tenían esta patología, cardiopatía ni ictus, encontraron mayores tasas de nuevos casos de demencia en los pacientes con cualquiera de esas enfermedades.

La presentación simultánea de dos trastornos se relacionó con un riesgo de demencia dos veces mayor (HRa: 2,00; IC 95%: 1,52 a 2,62). Los investigadores señalan que la "constelación específica" de esteatosis hepática no alcohólica e ictus coexistentes se relacionó con la tasa más alta de demencia.

Trastorno

HRa (IC 95%)

Esteatosis hepática no alcohólica

1,42 (1,10 a 1,82)

Cardiopatía

1,90 (1,43 a 2,53)

Ictus

2,12 (1,64 a 2,74)

Esteatosis hepática no alcohólica e ictus

3,04 (1,61 a 5,74)

"Este estudio proporciona evidencia de clase II de que la esteatosis hepática no alcohólica se relaciona con la aparición de demencia vascular y no vascular", escribieron los investigadores.

"Descubrimos que la esteatosis hepática no alcohólica se asocia a la demencia, especialmente a la demencia vascular. Esta asociación indica que la esteatosis hepática no alcohólica puede afectar a la cognición a través de las vías vasculares", dijo Shang.

También se encontró un mayor riesgo de demencia en los pacientes con esteatosis hepática no alcohólica y cardiopatía o ictus, "lo que apunta aún más a la vía vascular que vincula la esteatosis hepática no alcohólica y la cognición", señaló.

"Los metabolitos tóxicos producidos en el hígado lesionado pueden atravesar la barrera hematoencefálica y desencadenar una neuroinflamación en el cerebro. Así que en conjunto, nuestro estudio parece indicar que la esteatosis hepática no alcohólica puede afectar a la cognición tanto directamente como a través de la enfermedad cardiovascular", agregó Shang.

Paso crucial

El Dr. Jörn Schattenberg, profesor de medicina y director del Programa de Investigación Hepática Metabólica del Departamento de Medicina del Centro Médico Universitario de Maguncia, en Alemania, comentó a Medscape Noticias Médicas, que el hallazgo que mostraba el hazard ratio ajustado más alto, que era el de la demencia de origen vascular, apoya la hipótesis de que la esteatosis hepática no alcohólica y más probablemente, la esteatohepatitis no alcohólica con inflamación hepática "afecta los desenlaces extrahepáticos y la inflamación hepática está implicada mecánicamente".

Además la gran magnitud del efecto cuando había cardiopatía "apoya el concepto del efecto creciente de los factores de riesgo en el desenlace", destacó el Dr. Schattenberg, quien no participó en el estudio.

El reconocimiento de la esteatosis hepática no alcohólica "va en aumento, pero sigue siendo incompleto. Por ello será importante identificar la esteatosis hepática no alcohólica en atención primaria y secundaria e informar al paciente sobre el riesgo individual y capacitarlo para aplicar un cambio autoinformado", señaló.

En su comentario para Medscape Noticias Médicas, Galit Weinstein, Ph. D., investigadora principal de la Facultad de Salud Pública de la University of Haifa, en Haifa, Israel, calificó el estudio como "importante" porque "añade otro apoyo a una posible relación entre la esteatosis hepática no alcohólica y la salud cerebral en personas de edad avanzada".

La capacidad de tratar la demencia una vez diagnosticada es "limitada, por lo que identificar los trastornos de la salud tratables que preceden a su desarrollo es un paso crucial hacia la prevención de la demencia", dijo Weinstein, quien no participó en el estudio.

En sus primeras etapas, la esteatosis hepática no alcohólica puede tratarse con cambios en el estilo de vida y con fármacos, señaló Weinstein.

No se informó sobre ninguna financiación específica para el estudio. Los investigadores y Weinstein han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente. El Dr. Schattenberg ha colaborado anteriormente con los investigadores en un análisis del registro sueco, pero no participó en el presente estudio. También es consultor de empresas que desarrollan tratamientos o pruebas diagnósticas para la esteatosis hepática no alcohólica.

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