El uso de hidroxicloroquina como tratamiento inicial para la artritis reumatoide aumentó el riesgo de presentar complicaciones cardiovasculares, particularmente en pacientes con diagnóstico previo de falla cardiaca. Esto según un estudio de cohorte realizado por investigadores norteamericanos en pacientes adultos mayores que iniciaban terapia con hidroxicloroquina o metotrexato.[1]
Hidroxicloroquina es uno de los fármacos más frecuentemente usados para el tratamiento de la artritis reumatoide. Durante sus más de 60 años de utilización se han reportado distintos efectos a nivel cardiovascular. Por una parte se ha observado que puede tener resultados benéficos por sus efectos en el perfil lipídico, la tolerancia a la glucosa y la modulación de la función plaquetaria.[2]
Por otra parte se ha descrito cardiotoxicidad directa por su acumulación en los cardiomiocitos, la cual se puede manifestar como bloqueos en el sistema de conducción o miocardiopatía. Debido a la información variada y en ocasiones contradictoria, es difícil emitir una conclusión contundente sobre el efecto cardiovascular de hidroxicloroquina.
Con el fin de evaluar el efecto de hidroxicloroquina a nivel cardiovascular, un grupo de investigadores americanos analizó una base de datos de seguridad social para pacientes de 65 años o más. Los autores incluyeron pacientes con artritis reumatoide que no recibieran tratamiento previo con fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad que iniciaron tratamiento con metotrexato o hidroxicloroquina.
Se buscaron reportes de paro cardiaco o arritmia ventricular y eventos adversos cardiovasculares mayores como desenlaces primarios. También se evaluaron otros eventos cardiovasculares varios como desenlaces secundarios. Se dio seguimiento a los pacientes hasta que utilizaran otra terapia o suspendieran su tratamiento.
Se identificaron 70.062 pacientes con artritis reumatoide que iniciaron terapia con fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad, 28.167 con hidroxicloroquina y 41.895 con metotrexato. Se realizó un pareamiento de los pacientes incluidos en ambos grupos.
Los pacientes tuvieron una mediana de seguimientos de 209 días. Se encontró una incidencia del desenlace primario similar en ambos grupos. Se encontró un mayor riesgo de mortalidad cardiovascular (RR: 1,17; IC 95%: 1,02 a 1,35) y mortalidad por todas las causas (RR: 1,10; IC 95%: 1,01 a 1,20) en el grupo tratado con hidroxicloroquina, además de un aumento en el número de hospitalizaciones por falla cardiaca (RR: 1,41; IC 95%: 1,24 a 1,61). No se encontraron diferencias significativas en el riesgo de infarto o eventos vasculares cerebrales.
En el análisis por subgrupo se evidenció que los pacientes con falla cardiaca que iniciaban hidroxicloroquina tenían más riesgo de eventos cardiovasculares mayores que quienes iniciaban metotrexato (RR: 1,30; IC 95%: 1,08 a 1,56). Los pacientes con falla cardiaca que iniciaron hidroxicloroquina también presentaron mayor mortalidad cardiovascular (RR: 1,34; IC 95%: 1,06 a 1,70), mortalidad por todas las causas (RR: 1,22; IC 95%: 1,04 a 1,43), infarto de miocardio (RR: 1,74; IC 95%: 1,25 a 2,42) y hospitalización por falla cardiaca (RR: 1,29; IC 95%: 1,07 a 1,54). En pacientes sin antecedente de falla cardiaca diagnosticada se encontró un aumento del riesgo de hospitalización por falla cardiaca en aquellos que iniciaron hidroxicloroquina en comparación con los que iniciaron metotrexato (RR: 1,57; IC 95%: 1,30 a 1,90).
Los autores concluyen que el inicio de tratamiento con hidroxicloroquina parece aumentar el riesgo de hospitalización por falla cardiaca de manera general. Además en aquellos pacientes con el antecedente de falla cardiaca diagnosticada hidroxicloroquina se asoció con 30% más riesgo de eventos cardiovasculares mayores, 34% más riesgo de mortalidad cardiovascular, 22% más riesgo de mortalidad por todas las causas, 74% más riesgo de infartos de miocardio y 29% más riesgo de hospitalización por falla cardiaca. Notablemente hidroxicloroquina no parece asociarse a un mayor riesgo por arritmias secundarias a prolongación del intervalo QT en ningún grupo de pacientes.
Estos hallazgos sugieren que en pacientes con diagnóstico previo de falla cardiaca se debe preferir el inicio de otros fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad sobre hidroxicloroquina para evitar el riesgo de desenlaces adversos y la exacerbación de la enfermedad de base. Asimismo, se debe evaluar la posibilidad de una falla cardiaca no diagnosticada e incluso considerar estudios de extensión si es que el paciente presenta factores de riesgo para esta enfermedad.
Si bien es claro que hidroxicloroquina puede tener un papel en el tratamiento de la artritis reumatoide, es nuestro trabajo evaluar en quiénes se puede esperar un mayor efecto benéfico y en quiénes se debe optar por otras alternativas terapéuticas.
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Citar este artículo: Efectos cardiovasculares de hidroxicloroquina en pacientes con artritis reumatoide - Medscape - 27 de jul de 2022.
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